El Teatro en la Antigua Grecia: Tragedia, Comedia y sus Autores

Lugar y Forma de las Representaciones Teatrales

El teatro griego antiguo se desarrollaba en un espacio circular llamado ορχήστρα, con un estrecho escenario (προσκήνιον) adyacente y una decoración simple de un palacio con una puerta ancha en el centro (σκηνή). Las representaciones, al aire libre y sin telón, incluían paneles giratorios para cambios de escenario y efectos especiales. En el siglo V a.C., las obras se presentaban en festivales como las Dionisíacas, con ditirambos, comedias y tragedias. El público ateniense, incluso los más pobres con entrada subsidiada, asistía. Los dramaturgos ofrecían cuatro piezas, financiadas por un corego. El coro, aunque las partes habladas aumentaron, otorgaba unidad a la obra. El teatro griego era no naturalista, con actores masculinos usando máscaras, ropajes voluminosos y coturnos, y la acción se centraba en la palabra y el pensamiento, evitando violencia explícita en el escenario.

El Teatro: Tragedia y Comedia

El teatro griego, dividido en tres géneros – tragedia, comedia y drama satírico -, se caracterizaba por ser siempre escrito en verso. La tragedia abordaba grandes dilemas humanos y temas míticos, con personajes elevados como héroes y dioses, presentando situaciones dolorosas que culminaban en horror, desgracia o muerte. En contraste, la comedia se centraba en la vida cotidiana, utilizando personajes arquetípicos y planteando problemas resueltos de manera fantasiosa con finales felices, acompañados de risas y burlas. El drama satírico, relacionado con la tragedia, presentaba temas heroicos interpretados por un coro de sátiros, con un toque cómico.

A pesar de sus diferencias, tanto tragedia como comedia compartían similitudes. Ambas estaban relacionadas con el culto a Dioniso, representándose en festivales específicos en Atenas. Se ejecutaban en el Teatro de Dioniso, con verso, música, danza, actores y un coro dirigido por un corifeo. La tragedia empleaba principalmente ático para los actores y dorio para el coro, mientras que la comedia incluía términos populares. Ambas utilizaban máscaras y vestuarios especiales. Su apogeo fue en el siglo V y principios del IV a.C.

Estructura de la Tragedia y la Comedia

En la estructura de la tragedia griega, se destacan cinco partes:

  • El prólogo, que sitúa al espectador en los antecedentes de la acción.
  • El párodo, canto de entrada del coro.
  • Los episodios, diálogos recitados por los actores, a veces con agones (escenas de disputa).
  • Los estásimos, intervenciones del coro entre episodios, con estructura poética coral.
  • El éxodo, canto de salida del coro.

Por otro lado, la comedia griega constaba de:

  • Un prólogo para presentar la acción y el héroe.
  • El párodos, canto de entrada del coro.
  • Episodios de diálogos.
  • Agones, escenas de confrontación entre posturas opuestas.
  • Parábasis, momento en que el coro interactúa directamente con el público.
  • El éxodo, que incluye la celebración del héroe cómico.

El coro, presente en ambas formas de teatro, tenía la función de comentar líricamente los eventos en el escenario y solía bailar. En la comedia, su papel se redujo a un intermedio musical. Los principales autores de tragedia incluyen a Esquilo, Sófocles y Eurípides, mientras que en comedia destacan Aristófanes y Menandro.

Principales Autores de Tragedia

Esquilo

Esquilo, natural de Eleusis y de familia aristocrática, vivió entre el 525/4 y el 456/5 a.C. Participó en las batallas de Maratón y Salamina, visitó Sicilia y fue honrado por sus conciudadanos a su muerte. Durante la hegemonía ateniense sobre Grecia, escribió unas 80 obras, pero solo siete han llegado completas. En su teatro, aumentó el número de actores, destacando el papel del coro y empleó maquinaria teatral para puestas en escena espectaculares. Sus obras reflejan un profundo sentido religioso y abordan los eternos problemas humanos, centrando en la justicia y el destino. Su estilo se caracteriza por una lengua elevada y un enfoque en la prudencia como ideal de vida.

Sófocles

Sófocles, nacido en Colono el Hípico, vivió entre el 497/6 y el 406/5 a.C. Participó en la vida pública de Atenas y mantuvo amistad con la élite intelectual y política de su tiempo. Escribió unas 123 obras, de las cuales siete han sobrevivido completas. En su teatro, aumentó el número de actores y redujo la importancia del coro, creando obras más dinámicas y con argumentos complejos. Destacó por su maestría en la creación de personajes y por dar a la mujer una dignidad humana equiparable al hombre. Su lenguaje es más natural y sencillo que el de Esquilo, pero con gran altura poética.

Eurípides

Eurípides, nacido en Flía, vivió entre el 484 y el 406 a.C. Fue menos popular que Sófocles en su tiempo, pero admirado en la época helenística. Escribió unas 94 tragedias, de las cuales 18 han llegado completas. En su teatro, destacó por su prólogo independiente, la disminución del papel del coro y el uso frecuente de maquinaria teatral, como el deus ex machina. Sus personajes son complejos y cambiantes, reflejando un dominio del retrato psicológico. Dio protagonismo a la mujer y cuestionó racionalmente los mitos y la divinidad tradicional, sin alejarse de los dioses en sus obras. Su lenguaje es natural y fluido, con expresiones coloquiales.

Principales Autores de Comedia

Aristófanes

Aristófanes, del demo ateniense de Cidataneo, vivió entre el 455/454 y el 385 a.C. Fue contemporáneo de Sófocles y Eurípides, y es conocido por sus comedias políticas y de crítica social. Escribió once comedias completas, donde destaca su aguda crítica a la situación política de su tiempo, así como a figuras políticas y literarias como Eurípides. Su teatro se caracteriza por prólogos extensos, agones entre el coro y los actores, y un tratamiento ingenioso de temas serios combinado con elementos cómicos y obscenos.

Menandro

Menandro, representante de la comedia nueva, escribió comedias que reflejaban la vida urbana y cotidiana, abandonando los temas heroicos. Sus obras, escritas en verso yámbico, destacan por la vivacidad de los diálogos y la caracterización de personajes populares. Se enfocó en temas como el amor, los conflictos generacionales y la naturaleza humana. Utilizó elementos de la tragedia, como la peripeteia y la anagnórisis, pero con argumentos basados en la vida real. Aunque escéptico en lo religioso, mostró una concepción optimista de la naturaleza humana, creyendo en la solidaridad y la virtud como patrimonio común. Su estilo influyó en autores latinos como Terencio y Plauto, y tuvo un impacto duradero en el teatro europeo.