Exploración de la Vida, Amor y Muerte en la Poesía de Miguel Hernández

Vida, Amor y Muerte en la Poesía de Miguel Hernández

Vida, amor y muerte son los tres temas esenciales en la poesía de Miguel Hernández (MH). Se podría incluso concebir la vida como un tema único, siendo los demás sus manifestaciones.

Esta idea aparece recurrentemente, como en el poema “La boca” (Tres palabras,/ tres fuegos has heredado:/ vida, muerte, amor”) o en el famoso “Llegó con tres heridas:/ la del amor,/ la de la muerte, la de la vida”, donde los sujetos son, respectivamente, el hijo que murió, el que va a nacer y el poeta. Las imágenes de “el fuego” y “la herida” reflejan un sentimiento apasionado y trágico de la vida, que se manifiesta como un amor hacia todo, un amor vivido como pasión y dolor, condensado en el símbolo del toro.

1. La Vida

Es el tema fundamental. No todas sus obras reflejan su vida de la misma manera; en Perito en Lunas solo aparecen objetos de su entorno, como la palmera o la noria, que son sometidos a un proceso metafórico.

Lo biográfico irrumpe con fuerza en sus libros, cada vez con mayor intensidad. Así, El rayo que no cesa es la expresión poética de la pasión amorosa recién descubierta, a través de la relación con Josefina Manresa (“Me tiraste un limón”), la inaccesible María Cegarra o Maruja Mallo, de “Me llamo barro, aunque Miguel me llame”. En este libro de sonetos amorosos aparece al final la “Elegía” a su amigo Ramón Sijé tras su muerte, la cual incluye debido a su arrepentimiento de haberse distanciado de él.

En 1935, bajo la influencia de nuevas amistades como Neruda o Aleixandre, experimenta un giro ideológico que lo lleva a participar en la guerra. Su poesía, ahora, es un arma de combate al servicio del pueblo, como aparece en los poemas de Viento del pueblo, donde alaba a sus líderes o milicianos (“Pasionaria”, “Rosario, dinamitera”), incita a la defensa de la tierra, la rebelión y a la liberación del campesino (“El niño yuntero”, “Aceituneros”). En El hombre acecha se muestra una visión de la guerra más desalentada y crítica: ha convertido al hombre en fiera. Sin embargo, en ambos libros, no deja de aparecer lo personal, como se refleja en “Canción del esposo soldado” o “La carta”.

En su último libro, Cancionero y romancero de ausencias, es donde expresa sus sentimientos más profundos en un contexto de desgracia: los últimos años de la guerra, la muerte de su hijo, el nacimiento del segundo, la represión y la cárcel.

2. El Amor

Se distinguen dos aspectos del amor, además del amor a su pueblo y a España:

  • En primer lugar, el amor es entendido como pasión sexual que atormenta al poeta, expresado en los sonetos de El rayo que no cesa. Se trata de una realidad ambivalente; dulce y dolorosa a la vez (“cuchillo de ala dulce y homicida”). El dolor o la pena no surgen del amor, sino de su no consumación. El toro resume la concepción del amor y de la vida del poeta en esta obra al ser símbolo de la virilidad, destino trágico y pasión.
  • En segundo lugar, aparece el amor conyugal, a raíz de su matrimonio con Josefina Manresa. Es el amor satisfecho, consumado en el vientre materno, que se convierte en motivo poético fundamental. Además, el amor es concebido como un sentimiento más fuerte que la muerte o el odio. Así, en “Carta”, de El hombre acecha, hay una proclamación de la fuerza del amor, pues es capaz de traspasar las fronteras de la muerte:

    Aunque bajo la tierra

    mi cuerpo amante esté,

    escríbeme a la tierra,

    que yo te escribiré.

La visión definitiva del amor en MH no es de carácter hedonista, sino que es respuesta a la ley biológica universal de la fecundación y de la continuación de la especie en el hijo, que es la forma de superar a la muerte y lo que lo llena de alegría. Así aparece en “Hijo de la luz y de la sombra”.

3. La Muerte

La muerte concreta de personas próximas al poeta está presente en muchos poemas. Algunos llevan el título de “Elegía”, como los dedicados a Ramón Sijé, Federico García Lorca o Pablo de la Torriente. Muchos otros, en Cancionero y romancero de ausencias, están dedicados a la memoria de su primer hijo.

  • En todos los casos, la muerte destaca por su prematura llegada (“temprano levantó la muerte el vuelo”). También se observa una visión panteísta: la muerte reintegra a la tierra el cuerpo, que alimentará a las plantas.

La muerte va unida a la vida, es otro de sus nombres y forma parte de la cosmovisión de MH. Pero ello no lo lleva a buscar una respuesta en el más allá o a caer en la desesperación, pues existe una fuerza superior, el amor. Así, el vientre de la esposa es la sepultura del esposo, o la tierra que ha fecundado (“He poblado tu vientre de amor y sementera”).