La Revolución Kantiana en la Teoría del Conocimiento
Kant introduce una perspectiva novedosa en el debate sobre el conocimiento, posicionándose como una síntesis entre el racionalismo y el empirismo. Acepta la premisa racionalista de que la razón es fundamental para alcanzar un conocimiento universal y necesario, pero insiste en que esta razón no puede operar aislada de la experiencia. Los hechos observados son la base y el límite del conocimiento. Kant supera el racionalismo y el empirismo a través de una tercera vía: el idealismo crítico. Distingue entre el conocimiento científico (matemáticas y física) y el metafísico, que trasciende la experiencia y se manifiesta en la moral. Este nuevo enfoque se conoce como el giro copernicano.
La Síntesis de Experiencia y Razón
Según Kant, el conocimiento es una síntesis de experiencia y razón. La experiencia proporciona el contenido, mientras que la razón organiza este contenido, dándole forma. Todo conocimiento comienza con la experiencia (empirismo), pero no todo procede de ella (racionalismo). El sujeto es activo en el proceso de conocimiento, aportando formas universales y necesarias, no derivadas de la experiencia, sino propias de la razón: las llamadas formas puras a priori.
La Crítica de la Razón Pura
Kant desarrolla su teoría del conocimiento en su obra Crítica de la razón pura, donde explora la posibilidad de las matemáticas, la física y la metafísica como ciencias. Para ello, analiza las condiciones que hacen posible la ciencia, que son dos: las condiciones empíricas (los datos) y las condiciones trascendentales o a priori (contenidos anteriores a la experiencia). También analiza las proposiciones empleadas por la ciencia. Afirma que en todo conocimiento se manifiestan juicios sintéticos a priori, que proporcionan información (sintéticos) y son universales y necesarios (a priori). Estos juicios son universales, necesarios y extensivos.
Las Facultades del Conocimiento
La Crítica de la Razón Pura se divide en tres partes, cada una dedicada a una facultad del conocimiento:
Estética Trascendental
Estudia la primera facultad: la sensibilidad. Analiza cómo la persona recibe las sensaciones y las transforma en conocimiento. Todo conocimiento comienza con la sensibilidad, que no es pasiva, ya que organiza las sensaciones en un espacio y un tiempo. Las formas a priori de la sensibilidad son, por tanto, espacio y tiempo. Para Kant, los juicios matemáticos requieren la existencia del espacio y el tiempo, y se pueden mostrar en la realidad. En las matemáticas existen juicios sintéticos a priori, lo que las convierte en ciencia.
Lógica Trascendental
Estudia la segunda facultad: el entendimiento. La sensibilidad proporciona multitud de datos y sensaciones dispersas. El entendimiento unifica los fenómenos mediante las categorías. Los conceptos son el resultado de esta unificación y permiten comprender las percepciones sensibles. La función del entendimiento es formar juicios, unificar y coordinar los datos de la experiencia. Las categorías deben aplicarse a las impresiones sensibles. Los juicios sintéticos a priori son posibles en la física porque los juicios que utiliza se refieren a las categorías, lo que la convierte en ciencia. Kant afirma que el conocimiento requiere la unión de intuición y conceptos, es decir, la cooperación de sensibilidad y entendimiento. Sin la primera, faltaría el contenido; sin el segundo, faltaría la comprensión.
La Razón y la Metafísica
En la tercera parte, Kant analiza la posibilidad de la metafísica como ciencia, estudiando la tercera facultad: la razón, cuya función es ordenar los conocimientos. En este proceso, la razón forma las ideas de Alma, Mundo y Dios. Sin embargo, falta el elemento empírico, no hay intuición sensible, por lo que no se pueden aplicar las categorías. Por lo tanto, no se puede conocer aquello de lo que no hay experiencia. Este es el límite del conocimiento. La metafísica no puede ser ciencia, pero sus temas son irrenunciables para el ser humano y se recuperan como postulados de la razón práctica.
Conclusión: Límites y Postulados
La metafísica como ciencia es imposible porque las categorías se utilizan fuera de contexto, aplicándose a lo que está más allá de la experiencia. Además, los juicios que utiliza la metafísica no son juicios sintéticos a priori. Sin embargo, esto no es necesariamente negativo, ya que al establecer límites a la razón, se hace posible pensar en las Ideas de la Razón a través de su uso práctico como postulados. Un postulado es una conclusión que se deduce de principios, pero que no se puede demostrar en la experiencia.