Prevención y Gestión de Riesgos Geológicos en Entornos Urbanos y Costeros

Riesgos de Deslizamientos de Tierra

Riesgos: Se observa un movimiento gravitacional de ladera cuyos materiales han sepultado una ciudad. Se puede clasificar como solifluxión, ya que parece un material más viscoso que el barro, o como un deslizamiento traslacional del terreno de la ladera.

Prevención y Actuación

Para prevenir estos eventos, es fundamental delimitar las zonas susceptibles al riesgo, elaborando un mapa de peligrosidad o de riesgo. Este mapa se crea identificando en el territorio las zonas que pueden sufrir un movimiento de ladera a partir de indicios del terreno, como la presencia de grietas, desplazamientos de elementos verticales, depósitos de materiales desprendidos, etc. También existen factores agravantes, como la pendiente acusada, la ausencia de vegetación, y factores climatológicos como precipitaciones torrenciales o prolongadas, que pueden favorecer el encharcamiento y la fluidez del terreno.

Una vez elaborado el mapa, se identifican las zonas de mayor riesgo, donde se deben establecer medidas como:

  • Modificar la geometría de los taludes: Retirar materiales de la ladera para reducir las pendientes.
  • Construir canales de drenaje: Recoger el exceso de escorrentía superficial para evitar que el terreno pueda desprenderse, deslizarse y fluir ladera abajo. Estos canales contribuyen a reducir la erosión superficial de la ladera por la acción de la escorrentía.
  • Reforestar las laderas: Aumentar la cohesión del terreno, reduciendo la posibilidad y magnitud de los deslizamientos.
  • Construcción de muros de contención, redes y mallas de acero: Retener el material deslizado una vez que este se ha desprendido.

Riesgos Costeros

Riesgos: Se identifica un acantilado costero con retroceso generado por la acción erosiva del oleaje marino. Otros riesgos incluyen el desprendimiento del material rocoso del acantilado sobre la línea de la costa o plataforma de abrasión, e inundaciones costeras causadas por temporales o tsunamis.

Prevención y Actuación

Es crucial delimitar las zonas susceptibles al riesgo, elaborando un mapa de peligrosidad o de riesgo. Este mapa se realiza identificando en el territorio las zonas que pueden sufrir un retroceso de acantilados. También hay factores agravantes que aumentan el factor de exposición, como asentamientos urbanos estables en los acantilados.

Una vez elaborado el mapa, se destacan las zonas de mayor riesgo, donde se deben establecer medidas como:

  • Construcción de muros en la base del acantilado.

Como medidas no estructurales, se incluye la elaboración o aplicación de normativas legales que limiten el uso del suelo en estas áreas. Por ejemplo, excluir la posibilidad de calificar como suelo urbano el acantilado, según la Ley de Costas (100 metros). También se debería establecer un plan de evacuación si se considera que el factor de peligrosidad del riesgo es considerable.

Riesgos de Inundaciones Continentales

Riesgos: Se observa una avenida o inundación continental de un curso fluvial en su cauce dentro de una ciudad. Estos eventos constituyen el riesgo geológico más importante por su peligrosidad, exposición y vulnerabilidad. La crecida podría haberse causado por la rotura o desbordamiento de una presa fluvial de cabecera.

Prevención y Actuación

Las medidas de prevención y actuación se dividen en estructurales (construcción de infraestructuras) y no estructurales (desarrollo teórico sin construcción de infraestructuras).

Medidas Estructurales

  • Construcción de diques: A ambos lados del cauce para evitar el desbordamiento de las orillas.
  • Aumento de la capacidad del cauce: Mediante el ensanchamiento lateral de las orillas o el dragado del lecho fluvial. Esto aumenta el área o sección efectiva del cauce y su capacidad de transporte de agua.
  • Desvío del cauce: Construcción de un canal externo a la urbe que desvíe el río, evitando su paso por la ciudad.
  • Reforestación y conservación del suelo: Las raíces aumentan la infiltración del agua, así como la absorción y retención de agua en el terreno. Esta es la medida estructural más efectiva.
  • Medidas de laminación: Construcción de embalses que retienen el agua, evitando las avenidas. Tienen una capacidad limitada hasta el instante previo a su capacidad límite de almacenamiento, pero permiten reducir el caudal y aumentar el tiempo de respuesta, mejorando la eficacia de los sistemas de alerta. La construcción de embalses también supone un aumento de los recursos hídricos y de su potencial hidroeléctrico.
  • Estaciones de control: Ubicadas en diferentes puntos geográficos del cauce, monitorizan el río midiendo su caudal y la pluviometría de la zona para conocer la situación real del riesgo y actuar de manera inmediata.

Medidas No Estructurales

  • Ordenación territorial: Implementar los usos de suelo más adecuados para cada parcela del territorio. En el caso de avenidas, esto está regulado por normativas referentes a la delimitación del uso del suelo en las riberas o costas interiores.
  • Zonas de limitación:
    • Zona de servidumbre: Franja de 5 metros de anchura a cada lado del cauce, libre de construcciones, cultivos y aplicaciones forestales.
    • Zona de policía: Franja entre 5 y 100 metros de anchura a cada lado del cauce, que permite el uso agrícola con restricciones en la modificación del relieve, como la creación de obstáculos.
    • Zona inundable: Franja de anchura variable, con una probabilidad de inundación de 1/500. Las limitaciones en el uso del suelo varían para cada situación concreta.
  • Planes de protección civil: Destacan los planes de alerta y la aplicación de nuevas actuaciones en el plan de alerta, materializándose en su estado más urgente con el plan de evacuación de la zona afectada. Estos planes se basan en el mapa de peligrosidad o de riesgo, delimitando las zonas susceptibles al riesgo.
  • Factores agravantes: Deforestación, asentamientos urbanos e infraestructuras en zonas inundables aumentan el factor de exposición.
  • Seguros y ayudas públicas: Obligatorios en España para las actividades e infraestructuras establecidas en zonas inundables. Si el suceso supera las previsiones, el gobierno nacional puede emitir la declaración de zona catastrófica y ejecutar ayudas extraordinarias para paliar los daños y pérdidas.
  • Modelos de simulación de avenidas: Mediante Sistemas de Información Geográfica (SIG), se puede modelizar la evolución y las consecuencias de las avenidas, lo que permite anticiparse a los daños y establecer con mejor criterio las medidas estructurales y no estructurales.