Caracteres generales del relieve español
El relieve se define como el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre. Tomando el nivel del mar como plano base, se observan desniveles que generan formas características. Estas formas constituyen el relieve. La ciencia que se ocupa de su estudio es la Geomorfología (del griego: gea (tierra), morfé (forma) y logos (estudio)).
Cuatro características definen el relieve peninsular español:
- A. La forma «maciza» de la península, una especie de cuadrilátero de 581.353 km2.
- B. La elevada altitud media, de unos 660 metros. Ello se debe a la altitud de la Meseta y a las altas cordilleras que hay a su alrededor. Sólo Suiza tiene una altitud superior.
- C. El relieve se organiza en torno a la gran unidad central de la Meseta. Las demás unidades de relieve se organizan en torno a ella.
- D. La existencia de un importante relieve periférico frena la influencia del mar y determina fuertes contrastes de clima, vegetación, etc. entre costa e interior.
En cuanto al relieve de los archipiélagos, el balear está relacionado con el peninsular, y el canario es de origen volcánico.
Unidades morfoestructurales del relieve español
La morfoestructura es la forma y la disposición interna que adopta una unidad de relieve. En España, podemos distinguir las siguientes unidades morfoestructurales:
- Zócalos. Son llanuras o mesetas formadas en la era primaria por el arrasamiento, provocado por la erosión, de cordilleras surgidas por orogénesis en esa misma era. En la actualidad, los zócalos ocupan extensas áreas de la mitad occidental de la Península.
- Macizos antiguos. Son montañas formadas en la era terciaria por la orogénesis alpina. En la actualidad, estos macizos presentan formas redondeadas y cumbres planas, al estar muy afectadas por la erosión. Corresponden a este grupo: el Sistema Central, los Montes de Toledo, el Macizo Galaico y la parte occidental de la cordillera Cantábrica.
- Cordilleras de plegamiento. Son grandes elevaciones montañosas surgidas en el terciario durante la orogénesis alpina. En la actualidad, siguen presentando fuertes pendientes, debido a que, por su relativa juventud, han sido menos afectadas por la erosión. Podemos distinguir dos tipos:
- Las cordilleras alpinas. Son las que alcanzan mayores altitudes y tienen vertientes más abruptas. Son de este tipo los Pirineos y los Sistemas Béticos.
- Las cordilleras intermedias. Se formaron por el plegamiento de materiales depositados por el mar en los rebordes de los zócalos. Corresponden a este tipo el Sistema Ibérico y la mitad oriental de la cordillera Cantábrica.
- Cuencas sedimentarias. Son depresiones o zonas hundidas que, durante el terciario se rellenaron con sedimentos, sobre todo calizos y arcillosos. En la actualidad, presentan formas horizontales porque no fueron afectados por orogénesis posteriores. Distingamos dos tipos:
- Las depresiones del Duero, el Tajo y el Guadiana.
- Las depresiones prealpinas del Ebro y el Guadalquivir.
Tipos de rocas y áreas litológicas en España
La litología es la ciencia que estudia las características de las rocas. Estas son agregados naturales compuestos de uno o varios minerales y, en algunos casos, de elementos procedentes de la actividad de organismos vivos fósiles. Más coloquialmente, podemos decir que las rocas son los materiales o elementos que forman la corteza terrestre.
En España, existen cuatro áreas o dominios litológicos según el tipo de rocas que predominan:
A. Área silícea
Está formada por rocas antiguas, procedentes de las eras precámbrica y primaria. Se localiza sobre todo en el oeste de la Península, con ramificaciones hacia la cordillera Cantábrica, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra Morena. La roca más frecuente es el granito, una roca rígida que, al alterarse, crea diversos tipos de relieve:
- En unos casos, el granito se altera químicamente por el agua. Sus cristales se descomponen y se transforman en arenas amarillentas.
- En otros, el granito se altera a partir de fracturas de la roca. Adquiere diferentes formas según la altitud:
- En las áreas de montaña, el agua se filtra por las fracturas de las rocas y, al helarse, aumenta de volumen y las rompe. El resultado es la formación de crestas escarpadas y de canchales.
- En las zonas menos elevadas forman domos llamados berrocales.
B. Área caliza o calcárea
Está formada por rocas de la era secundaria, plegadas en la era terciaria. Su localización forma una Z invertida. La roca predominante es la caliza, una roca dura que se fractura formando diaclasas y que se disuelve fácilmente con el agua. Da lugar al llamado relieve cárstico, cuyas formas características son las siguientes:
- Los lapiaces o lenares son surcos o cavidades separados por tabiques más o menos agudos. Se forman al filtrarse en la roca el agua que baja de las montañas.
- Los cañones, gargantas y hoces son valles estrechos, con flancos verticales, causados por los ríos.
- Los poljés son valles cerrados de fondo plano. Generalmente, están recorridos por un riachuelo que se pierde por un sumidero.
- Las dolinas o torcas son grandes cavidades formadas en lugares donde el agua se estanca. Pueden tener formas diversas. Cuando se unen varias, reciben el nombre de uvalas.
- Las simas son aperturas estrechas que comunican la superficie con galerías subterráneas.
C. Área arcillosa
Está integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y cuaternaria. Se localiza en las cuencas de las submesetas norte y sur, en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir y en las llanuras costeras mediterráneas. La roca predominante es la arcilla, caracterizada por su escasa resistencia. Da lugar a un relieve básicamente horizontal, ya que los terrenos donde se depositó no han sufrido plegamientos posteriores. Su rápida erosión genera dos tipos de relieve:
- En unos casos, los ríos abren valles que separan estructuras horizontales. Estas se desgastan pronto y dan lugar a llanuras suavemente onduladas: las campiñas.
- En zonas en las que se alternan los periodos de sequía con lluvias torrenciales, y no tienen protección vegetal, el agua de arroyada desgasta intensamente las vertientes. En ellas, se forman cárcavas: surcos estrechos y profundos separados por aristas. Cuando en una zona abundan las cárcavas, se forma un paisaje llamado «badlands».
D. Área volcánica
Tiene su origen en la erupción de los volcanes y es el predominante en el archipiélago canario. En la Península, sólo aparecen zonas volcánicas aisladas en el Cabo de Gata, algunos puntos de la costa levantina y en el Campo de Calatrava. Las formas que adopta tienen que ver con la viscosidad de la lava y con la proporción entre elementos sólidos (piroclastos) y coladas. Las formas más frecuentes que adopta el relieve volcánico son las siguientes:
- Cono volcánico o volcán. Tiene forma de cono truncado y se forma alrededor del punto de emisión de un cráter.
- Calderas. Son depresiones de forma circular o elíptica. Pueden tener tres orígenes: el desplome del edificio volcánico, las emisiones violentas de magma al exterior o la acción del agua y del aire.
- Domos. Son edificios volcánicos en los que la lava es tan viscosa que se enfría y solidifica en el mismo cráter, sin evolucionar por el territorio. Tienen forma de cúpula con paredes inclinadas.
- Malpaíses. Son cúmulos de coladas viscosas solidificadas, que dan lugar a paisajes desolados, con aspecto de escombrera.
- Roques y diques. Masas de lava alojadas en la chimenea de un volcán cuyo cono ha sido erosionado.
- Barrancos volcánicos. Se forman por el agua que baja desde las laderas inclinadas hasta el mar.
Evolución geológica del relieve español
El relieve actual de España es el resultado de una historia geológica de millones de años. En ella, se han alternado las fases orogénicas y las de calma, en las que han predominado la erosión y la sedimentación.
A. Era arcaica o Precámbrico
Durante la era arcaica o Precámbrico, los mares ocupaban el actual espacio de la Península Ibérica. Tan sólo emergían algunos relieves en Galicia y oeste de la Meseta que pronto fueron arrasados por las aguas.
B. Era primaria o Paleozoico
En la era primaria o Paleozoico, se produjo la orogénesis herciniana. De los mares que cubrían casi toda la Península surgieron las cordilleras hercinianas. La más importante es el Macizo Hespérico que, arrasado por la erosión, se convirtió en zócalo o meseta inclinada hacia el Mediterráneo. Sería el esqueleto o pieza clave sobre el que se iba a estructurar el relieve peninsular.
C. Era secundaria o Mesozoico
La era secundaria o Mesozoico fue un periodo de calma en el que predominó la erosión y la sedimentación. La erosión continuó arrasando los viejos macizos y los materiales arrancados se depositaron en el fondo de los mares.
D. Era terciaria
Durante la era terciaria tuvo lugar la orogénesis alpina, que provocó grandes cambios en el relieve peninsular:
- Se levantaron las cordilleras alpinas, al plegarse los materiales depositados en las fosas pirenaica y bética entre los macizos antiguos, que actuaron como topes. Así surgieron los Pirineos y las Béticas.
- Se formaron las depresiones prealpinas, paralelas a las nuevas cordilleras: la depresión del Ebro y la del Guadalquivir.
- La Meseta pasó a inclinarse hacia el Atlántico, determinando la orientación hacia ese océano de buena parte de los ríos peninsulares.
- Se formaron los rebordes montañosos orientales y meridionales de la Meseta.
- El zócalo de la Meseta se fracturó en bloques. Unos bloques se levantaron y dieron lugar a las unidades montañosas del Sistema Central y los Montes de Toledo. Otros bloques se hundieron y formaron las cuencas de sedimentación castellanas.
- En algunos puntos, surgieron focos de actividad volcánica.
La alternancia de fases glaciares de intenso frío con fases interglaciares de tipo más templado afectó al relieve peninsular, sobre todo a los de más altura: Pirineos, cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y Sierra Nevada. Estos cambios climáticos provocan la formación de glaciares, que modifican el relieve. Los glaciares pueden ser de dos tipos:
- Glaciares de circo, que son acumulaciones de hielo en la cabecera de los valles. El hielo y el deshielo rompen las rocas en las paredes del circo, ampliándolo y haciéndolo más escarpado. Fueron mayoría en la Península. Al fundirse, originaron pequeños lagos.
- Los glaciares de valle son ríos de hielo. Sólo afectaron a los Pirineos.
La Meseta Central: Formación y Características
Es una llanura situada a una altitud de entre 600 y 800 metros sobre el nivel del mar. Se formó en la era primaria por la erosión del antiguo Macizo Hespérico. En la era terciaria, la Meseta fue deformada por la orogénesis alpina, lo que dio lugar a tres unidades:
A. El antiguo zócalo paleozoico
Solo es visible hoy en algunas zonas del oeste peninsular. El relieve está constituido por penillanuras en las que suelen aparecer montes isla y gargantas.
B. Las sierras interiores de la Meseta
Son el Sistema Central y los Montes de Toledo. Se formaron en la era terciaria por el levantamiento de algunos bloques del zócalo de la Meseta como resultado de la orogénesis alpina. Ambos son de roquedo primario y tienen formas redondeadas y cumbres aplanadas, puesto que son superficies de erosión levantadas.
- El Sistema Central es más alto y divide la Meseta por la mitad. Sus sierras más destacadas son Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de Francia y Gata.
- Los Montes de Toledo son de menor altura y dividen en dos la submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana. Su sierra más importante es la de Guadalupe.
C. Las cuencas sedimentarias interiores de la Meseta
Son las de las submesetas norte y sur. Se formaron en la era terciaria por el hundimiento de bloques del zócalo de la Meseta. El resultado fue un relieve de páramos, campiñas y cuestas.
- Los páramos son superficies estructurales planas y elevadas formadas por los estratos duros calizos. Se localizan en la zona norte y este de la cuenca de la submeseta norte y en la zona este de la submeseta sur.
- Las campiñas son llanuras bajas suavemente onduladas recorridas por ríos. En ellas son frecuentes los cerros testigo u oteros, relieves residuales coronados por las calizas de los páramos. Las campiñas más destacadas son las recorridas por los ríos Duero, Tajo y Guadiana.
- Las cuestas son zonas inclinadas entre los páramos y las campiñas.
La cuenca de la submeseta norte es más alta, es más uniforme, ya que toda ella pertenece a una sola cuenca hidrográfica, y está casi totalmente encerrada por montañas. La cuenca de la submeseta sur es más baja, está accidentada en su parte media por los Montes de Toledo, que la dividen en dos cuencas hidrográficas y se abre al océano Atlántico.