La Guerra Civil Española: Causas, Desarrollo y Consecuencias

Introducción

La Guerra Civil ha sido una de las mayores tragedias que ha sufrido España. Como antecedentes se pueden citar las Guerras Carlistas o la Guerra de la Independencia. Algunos historiadores explican la guerra como un enfrentamiento entre la democracia liberal contra el fascismo y contra la revolución socialista, algunos la interpretan como el primer acto de la II Guerra Mundial.

De Golpe de Estado a Guerra: El Fracaso del Alzamiento

El golpe militar organizado por Mola, Franco y otros generales fracasó en su intento de liquidar a la República. El golpe fue preparado desde principios de 1936 por militares pertenecientes a la UME (Unión Militar Española). Los asesinatos de Calvo Sotelo y del teniente republicano Castillo sirvieron de desencadenantes.

El alzamiento triunfó en Marruecos, Canarias, parte de Aragón, Navarra, Galicia y Andalucía, pero fracasó en Madrid y en Barcelona. No había triunfado el golpe ni la República, por lo que se planteó un conflicto a largo plazo.

Los rebeldes eran un conjunto de militares conservadores apoyados por los propietarios agrarios, partidos de derecha e Iglesia. Muchos de ellos se inspiraban en el fascismo europeo, de ahí que la Falange acabara siendo el aglutinante político de todos ellos. Mola sabía que era una dictadura militar transitoria, pero otros preferían la vuelta a la monarquía o a un régimen imitando al fascismo italiano. Los partidos de la República tenían el apoyo de las clases más populares: jornaleros, obreros y pequeña burguesía.

La Dimensión Internacional del Conflicto

En Europa, EEUU y América Latina estuvieron atentos a la guerra española. La opinión de estos países era especialmente partidaria del gobierno de la República.

Estos países no participaron en la guerra, era la época del apaciguamiento, política británica destinada a contentar a Hitler y evitar la guerra en Europa. Los británicos promovieron el Comité de No Intervención que prohibió la intervención extranjera y estableció la vigilancia para impedir la ayuda exterior.

Sin embargo, Alemania e Italia ayudaron militarmente a los rebeldes. Alemania envió una unidad de aviación, la Legión Cóndor. Italia envió la CTN (Corpo Truppe Volontarie), unidad de tierra muy numerosa. El bando republicano recibió ayuda de la Unión Soviética. El gobierno republicano usó las reservas de oro del Banco de España para hacer frente a los pagos. También recibió ayuda de México y Francia y de las Brigadas Internacionales.

Los Dos Bandos al Comienzo de la Guerra

En los primeros días se produjo un equilibrio territorial de fuerzas, en un principio favorable a la República.

Distribución Regional

Los sublevados dominaban la España interior. Los republicanos controlaban todo el arco mediterráneo desde Cataluña hasta Andalucía, lo que significaba el control de la Administración del Estado y el Banco de España. También dominaban la minería asturiana y la industria siderúrgica vasca, de manera que el reparto de territorios y de recursos era positivo para el bando republicano.

División del Ejército

Dentro del ejército de 1936 la politización no era muy grande. Los militares politizados se dividían en la UME (contraria a aquel régimen republicano) frente a la UMRA (Unión Militar Republicana Antifascista), proclive a una izquierda radical. Los sublevados contaban con gran parte del ejército de tierra, parte del ejército de tierra permaneció con la República. El gobierno de la República armó a las milicias de los sindicatos obreros, sobre todo en Madrid y Barcelona. Los sublevados también contaron con las milicias de la Falange y los requetés carlistas. Fueron masivas las movilizaciones populares y los ofrecimientos voluntarios en ambos bandos.

Sin embargo, las ventajas no fueron para la República gracias a la mejor integración y organización de las fuerzas de Franco y la ayuda de Alemania e Italia.

Grupos que Apoyan al Bando Sublevado

• Los militares sublevados: fueron los impulsores del golpe, los que dirigieron y ganaron la guerra. Impusieron sus valores y disciplina sobre el conjunto del bando.
• La Falange: fuerza numéricamente pequeña pero eficiente por su organización. Sus ideas eran una amalgama del estilo fascista y de la tradición española, a estas ideas, Ramiro Ledesma había añadido un más claro sentido social. La idea clave era la unidad: la patria, ideológica, solidaridad social. La muerte de José Antonio Primo de Rivera truncaría lo que podría llamarse fase fundacional.
• Los carlistas: representan los valores de la tradición: Dios, Patria, Rey y Fueros. Estaban de acuerdo con los falangistas en superar la historia de España y discrepaban de ellos en la cuestión de la Monarquía.
• Fuerzas de derechas: procedentes especialmente del maurismo, se parecían más en el nombre que en el ideario. La mayoría eran monárquicos y tuvieron un papel importante en el alzamiento y en el Régimen de Franco.
• La Iglesia: fue favorable al movimiento, los motivos son, por ejemplo, razones ideológicas y principalmente el torpe, furibundo y sangriento anticlericalismo de los republicanos.

Grupos que Apoyan al Bando Republicano

• Los partidos de izquierdas: se distingue la izquierda burguesa, aglutinada en torno a Azaña; y la izquierda de clase, que hicieron competencia al poder oficial. La fidelidad a la República fue desde la izquierda del partido radical hasta el partido comunista.
• Milicias obreras: los aliados sindicales formaron milicias uniformadas y cada vez mejor armadas. Su comportamiento fue una mezcla de heroísmo e indisciplina. Los más disciplinados fueron los ugetistas. Los comunistas tuvieron un papel importante por la creciente ayuda de la URSS.
• Los Nacionalistas: su aportación fue más circunstancial que ideológica.

Las Operaciones Militares

El golpe de Estado se convirtió en una guerra que duraría casi tres años. Se pueden señalar varias fases:

La Guerra de Columnas (junio – noviembre 1936)

En esta etapa los sublevados querían conquistar Madrid. Las tropas africanas, legionarias y regulares al mando de Yagüe habían cruzado el Estrecho llegando hasta Badajoz. En septiembre Franco ocupó Toledo y en octubre Madrid.

En la capital se decretó la movilización general para salvar Madrid, bajo la consigna del “¡No pasarán!”. Los republicanos consiguieron aguantar gracias a las columnas de tropas de milicianos.

La Batalla de Madrid (noviembre de 1936 – marzo de 1937)

Se caracteriza por ser una guerra convencional entre dos ejércitos. Las columnas de milicianos dan paso a ejércitos regulares como el Ejército Popular republicano al mando de Miaja. Franco militarizó y organizó a los falangistas y requetés carlistas.

La primera gran batalla fue la del Jarama (febrero de 1937), un intento de cortar las comunicaciones de Madrid, pero no tuvo éxito. La segunda batalla fue la de Guadalajara, donde las tropas fascistas italianas fueron derrotadas por el ejército republicano.

La Ocupación del Norte (marzo – octubre de 1937)

Franco decidió cambiar de objetivo, ya que había dificultad por la conquista de Madrid. Las batallas se sucedieron en la franja cantábrica. El suceso más relevante fue el bombardeo de Guernica, a cargo de los alemanes.

La Ofensiva hacia el Mediterráneo (noviembre 1937 – junio 1938)

A finales de 1937 los republicanos se habían reforzado, se lanzaron a la ofensiva sobre Teruel que fue ocupada en enero de 1938. En febrero la contraofensiva de Franco les hizo abandonar la ciudad. Franco siguió atacando hacia el sur cuando los republicanos lo detuvieron y comenzó la principal ofensiva de la guerra: la Batalla del Ebro.

Batalla del Ebro y el Final de la Guerra Civil (julio 1938 – abril 1939)

En esta batalla fue derrotada la República. En julio de 1938 los republicanos lanzaron una ofensiva en el Ebro y ganaron territorio, pero la contraofensiva de Franco los detuvo. Tras la victoria en el Ebro, Franco decidió atacar Cataluña. En enero de 1939 ocupaba Barcelona y Gerona, los refugiados y el gobierno de la República huyeron a Francia.

En febrero de 1939 a la República solo le quedaba Madrid. El gobierno de la República estaba al mando de Juan Negrín, que recibió problemas, ya que hubo golpes con el objetivo de derrotar al gobierno de Negrín. Se intentó negociar, pero Franco no quiso. El 28 de marzo las tropas de Franco entraron en Madrid. El 1 de abril Franco firmó el último parte de guerra. La guerra había terminado.

La Zona Republicana durante la Guerra

En los primeros días de guerra, obreros y campesinos establecieron comités en cada localidad, esto evitó el colapso de la República. A finales de 1936 los partidos que apoyaban la República formaron gobierno presidido por Largo Caballero, líder de la UGT. El problema de los republicanos fue su división y sus luchas internas. Para los republicanos y socialistas lo primero era crear un Estado capaz de ganar la guerra. Para los comunistas del PCE eran partidarios de reforzar la disciplina.

Los problemas económicos acuciaron a la República. La República tuvo que acudir al oro y las divisas del Banco de España. En la zona republicana se produjo la represión política con el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera. En el campo se produjeron colectivizaciones.

La Zona Nacional durante la Guerra

En la zona nacional hubo disciplina militar. Se organizó la Junta de Defensa Nacional, presidida por Cabanellas. En lo económico, la zona nacional no tuvo problemas, pero sí carencias industriales. Muerto Sanjurjo, se declaró a Franco Generalísimo de todos los Ejércitos y Jefe del Estado. Entre 1937 y 1938 Franco unificó los partidos en uno solo: la FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista). Era una mezcla de falangismo y carlismo y nombrándose Franco como jefe de este Movimiento Nacional.

Balance y Consecuencias de la Guerra Civil

España sufrió mucho a causa de esta guerra. Supuso la muerte de 300.000 españoles, 100.000 represaliados fusilados en ambos bandos y 200.000 exiliados. Económicamente, se destruyeron 250.000 edificios, pueblos, fábricas… fueron arrasados. Se puede decir que la Guerra Civil sirvió para poner en evidencia graves defectos de los españoles, demuestra que los errores históricos se pagan caros.