Proclamación de Alfonso XII como Rey de España
Tras el golpe del general Pavía, que disolvió la cámara republicana a comienzos de 1874, el general Serrano se puso al frente de un gobierno provisional. Fue tomando cuerpo la idea, dirigida por Cánovas del Castillo, de proclamar rey a Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II, y restaurar así la monarquía de los Borbones. Los alfonsinos contaron con el apoyo de la burguesía terrateniente, una vez consolidadas las desamortizaciones, y de la burguesía industrial catalana, enemiga del librecambismo del Sexenio. Cánovas preparaba el regreso de Alfonso y redactó el 1 de diciembre de 1874 un manifiesto que el príncipe firmó en Sandhurst. En el manifiesto, el futuro rey se ofrecía a ocupar el trono como rey conciliador y definía su monarquía como constitucional. Respondía a los intereses de quienes buscaban el orden liberal y poner fin al deterioro político, a la guerra carlista y a la insurrección política. Los acontecimientos se adelantaron, ya que el general Martínez Campos proclamó rey a Alfonso de Borbón el 29 de diciembre tras un pronunciamiento en Sagunto. Contra los deseos de Cánovas, la monarquía borbónica había sido restaurada mediante un golpe militar. El 9 de enero de 1875, el rey entró en España por el puerto de Barcelona y el 15 en Madrid.
Los Principios de la Restauración
La Restauración no era solo la vuelta de la legítima dinastía borbónica, significaba superar la inestabilidad política del periodo anterior y conseguir la pacificación social y política del país. Trataba de crear un sistema político compartido por todos los sectores burgueses, de forma que ningún grupo se viera obligado a recurrir al pronunciamiento militar o a la movilización popular para acceder al poder.
La Constitución Interna
Se basaba en una constitución interna, que era una síntesis entre lo viejo de un país y los ideales progresistas del Sexenio. La constitución interna estaba constituida por unos principios políticos esenciales (verdades madres), como la monarquía, la dinastía y la libertad. Cánovas sostenía que los sectores que no aceptaran estos principios no podían tener cabida en el sistema de la Restauración, ni en la elaboración de la constitución. El resto de las cuestiones del Estado sí podían ser objeto de debate político.
Principios Fundamentales
- El poder civil es superior al militar porque tiene la legitimidad que le da la voluntad nacional expresada a través del voto.
- Existen pactos entre las fuerzas políticas para la convivencia pacífica dentro de la monarquía parlamentaria.
Tal pacto quedaba fundamentado en una nueva constitución que debería estar ampliamente consensuada.
La Constitución de 1876
Fue elaborada por seis miembros y dirigida por Alonso Martínez. Se discutió en las Cortes de 1876, elegidas por sufragio universal masculino. Se siguió como puntos de referencia el modelo constitucional de 1845, obra de los moderados, y la de 1869, la más progresista. Contiene 89 artículos, distribuidos en 13 títulos.
Características Principales
- En su primer título, siguiendo el modelo de 1869, se recogen los derechos individuales característicos del liberalismo, así como los derechos de reunión, de asociación y de igualdad ante los empleos públicos.
- La soberanía compartida entre el rey y las Cortes, restaurando el liberalismo doctrinario.
- Las Cortes constan de dos cámaras: el Senado y el Congreso de los Diputados, iguales en facultades.
- El Congreso de los Diputados y el Senado eran elegidos por cinco años, pudiendo ser reelegidos. Eran competencias de las Cortes discutir y aprobar las leyes e intervenir en la sucesión de la Corona.
- El sufragio tenía una formulación flexible: pasó del sufragio restringido al universal. La ley electoral de 1878 aceptó el sufragio censitario, que dio el derecho a voto a los propietarios y a las personas con un alto nivel de instrucción. En 1890 se volvió al sufragio universal masculino.
- Monarquía parlamentaria: el rey actúa como árbitro y aumenta sus poderes, como el derecho a veto, el nombramiento de los ministros, promulgar las leyes y la inviolabilidad del rey. La potestad legislativa era compartida con las Cortes.
Esta constitución fue la de más larga duración y proporcionó a la vida política una mayor estabilidad. Sin embargo, no estaba adaptada a la realidad social del país.
Oligarquía y Caciquismo
La oligarquía estaba formada por los dirigentes políticos de los partidos relacionados con los terratenientes y la burguesía. El cacique era una persona de gran poder económico en un pueblo y empleaba su poder para dominar políticamente a los habitantes. Todos lo halagaban: los de arriba porque les proporcionaba los votos y los de abajo porque les proporcionaba el favor o la recomendación. Estaba siempre con el partido que gobernaba. El caciquismo y la vida de los obreros y de los campesinos serán los temas preferidos de los escritores de la época. En 1885, al morir el rey Alfonso XII, se estableció el Pacto de El Pardo entre Cánovas y Sagasta. Este censuró la ley de la prensa de 1883, legalizó los sindicatos y restauró el sufragio universal masculino.
La Política Española durante el Reinado de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina
La política interior de la Restauración fue la pacificación social. Para conseguirlo, Cánovas buscó el consenso con el ejército y la Iglesia.
Relación con el Ejército y la Iglesia
- El rey Alfonso XII asumió la jefatura del ejército para evitar futuros pronunciamientos militares. El ejército se profesionalizó.
- La Iglesia y el Estado se reconciliaron. La Iglesia recobra su antiguo prestigio e influencia, sobre todo en la enseñanza. Incluso el papa León XIII apoyó la Restauración.
Fin de la Tercera Guerra Carlista y Pacificación de Cuba
Las empresas del sistema canovista fueron la terminación de la Tercera Guerra Carlista y la pacificación de Cuba.
- Con la participación de Alfonso XII, el ejército logró vencer a los carlistas del Maestrazgo y Cataluña. Una ofensiva entre Vizcaya y Guipúzcoa dispersó al ejército carlista y obligó a Carlos VII a emigrar a Francia en 1876. Los carlistas ya no se levantaron en armas y comenzaron a participar en la vida política.
- La guerra de Cuba había comenzado en 1868 como una guerra de liberación, con el Grito de Yara. El general Martínez Campos fue enviado a Cuba con el encargo de acabar con los rebeldes y de negociar. La paz se consiguió con el Convenio de Zanjón de 1878, pero no fue duradera, ya que la guerra reafirmó el nacionalismo cubano y abrió la isla a los intereses económicos de Estados Unidos.