Política Regional Europea: Objetivos, Fondos y Situación de España

Objetivo de la Política Regional Europea y Fondos Disponibles: La Situación de España

Disparidades Territoriales en la UE

Dentro de la UE existen fuertes disparidades territoriales. Estas se dan tanto entre países como entre regiones y se deben a la diferente estructura productiva.

Históricamente, las regiones más desarrolladas basaron su economía en el comercio marítimo a lo largo del mar del Norte y del Mediterráneo. Estas diferencias se acentuaron con la Revolución Industrial y con la división en bloques que siguió a la Segunda Guerra Mundial (bloque capitalista y bloque comunista).

Actualmente, provienen de la diversa incidencia y capacidad de reacción frente a la crisis económica de 1975; de la mayor o menor capacidad de los territorios para adoptar la innovación tecnológica; de la difusión de ciertas actividades desde los espacios centrales hacia entornos menos congestionados, y de las políticas de desarrollo endógeno.

Políticas Regionales en España

Las políticas regionales son el medio de paliar los desequilibrios regionales de un Estado y de fomentar el desarrollo regional. En España se iniciaron en la década de 1960, con los Planes de Desarrollo. Estos se basaron en el fomento de la industria en ciertas áreas atrasadas para que actuase como motor del desarrollo del entorno. Sus escasos resultados dieron lugar, a partir de 1986, a una nueva política regional, marcada por tres hechos:

  • Llevar a la práctica el principio de la solidaridad interterritorial establecido por la Constitución.
  • El establecimiento y el desarrollo del Estado de las autonomías.
  • La adhesión a la Comunidad Europea.

Integración de España en la Política Regional Europea

Tras su ingreso en la UE en 1986, España (cuyas regiones también poseen desequilibrios) se integró en la política regional europea, y desde entonces recibió fondos comunitarios.

Los objetivos de la política regional europea son coordinar las políticas regionales de los estados miembros y corregir los desequilibrios entre las regiones europeas. Además, pretende reforzar la competitividad de todas las regiones para hacer frente a la creciente competencia mundial entre territorios determinada por la globalización. La Estrategia de Lisboa (2000), propone impulsar la economía del conocimiento (I+D) y mejorar el modelo social (creando más y mejores empleos y evitando la exclusión social). Para ello se propone tres objetivos:

1. La Convergencia

Pretende aproximar las regiones menos desarrolladas a las más avanzadas. Están las regiones de Convergencia pura (PIB por debajo del 75%) como Extremadura y Galicia, y las de Convergencia de ayuda transitoria (phasing-out) por ejemplo Asturias y Murcia.

2. La Competitividad Regional y el Empleo

Están las regiones de Competitividad y Empleo puras (PIB por cabeza superior al 75% de la media comunitaria) como Navarra y Cantabria, y las regiones de Competitividad y Empleo de ayuda transitoria (en 2007 grupo de regiones menos desarrolladas y han salido de él por su propio crecimiento) como Castilla y León y Comunidad Valenciana.

3. La Cooperación Territorial Europea

Proyectos de cooperación transfronteriza, transnacional e interregional. Las regiones españolas participan en proyectos de cooperación transfronteriza con Portugal y Francia; transnacional con el Espacio Atlántico e interregional, articulada en un único programa para la Unión Europea (INTERREG IVC).

Fondos Estructurales y de Cohesión

Los instrumentos que financian la política regional europea en el período 2007/2013 son los fondos estructurales:

  • FEDER (Fondo Europeo para el Desarrollo Regional): financia inversiones destinadas a reducir los desequilibrios territoriales.
  • FSE (Fondo Social Europeo): financia actuaciones destinadas a desarrollar los recursos humanos, combatir la discriminación, etc.

Y el Fondo de Cohesión que financia exclusivamente inversiones públicas en medio ambiente y en redes transeuropeas de transporte en los países con el PIB por cabeza inferior al 90% de la media comunitaria. Es de carácter nacional. España, tras la ampliación de 2004, no cumple con el requisito para recibir aportaciones del Fondo de Cohesión, aunque los mantendrá durante un período transitorio.

Repercusiones de la Integración Española

La integración española en la política regional comunitaria ha tenido diferentes repercusiones:

  • Ha supuesto una cierta cesión de la soberanía a la Unión Europea, ya que puede autorizar, modificar o prohibir las políticas de desarrollo regional.
  • Ha permitido recibir ayudas que han favorecido la convergencia española con Europa. Durante el período 1988/2006 ha sido el país que más ayudas europeas ha recibido.
  • Ha reducido los desequilibrios interterritoriales, al concentrar las ayudas en las regiones más desfavorecidas.

Las regiones españolas evolucionan más favorablemente que la media de la UE en indicadores demográficos y tienen buenas infraestructuras de transporte, pero están por debajo de la media comunitaria en indicadores económicos, formación, I+D, etc.