Teorías Científicas sobre el Origen del Universo y la Evolución

La Evolución y la Teoría de la Selección Natural

La distinción entre las células somáticas y germinales demuestra la imposibilidad de transmitir los cambios adquiridos, cambios que no están registrados en las células germinales. Con esta distinción, se excluye la herencia de los caracteres adquiridos propia del lamarckismo.

La explicación de la selección natural, con sus dos fases, de la forma siguiente:

  • La aparición súbita de variantes en el proceso de reproducción (variabilidad de los individuos) se debe a la producción de mutaciones genéticas.
  • Los portadores de una dotación genética más favorable para hacer frente a las presiones ecológicas (estadísticamente hablando) tienen una probabilidad de supervivencia y de procreación más alta que el resto de la población y ello hace posible la aparición de nuevas y mejores especies.

La existencia de mutaciones cuestiona en parte el gradualismo de la evolución y existen argumentos para afirmar que no se explica la permanencia de una especie cuando parte de sus individuos han evolucionado hacia formas más aptas constituyendo otra. Además, el voluminoso registro fósil actual no ve justificado hablar de proceso evolutivo gradual: la evolución ha avanzado también mediante cambios súbitos, a saltos. Así pues, hoy hay muchas y diversas maneras de considerar el darwinismo.

Finalmente, la teoría de la evolución conduce también a considerar que todos los organismos vivos se remontan en el pasado a un origen vivo único. Además, dado que el análisis del genoma de las distintas especies animales muestra que una gran parte de la carga genética es idéntica en las mismas, resulta que la búsqueda de este único organismo o su reproducción en el laboratorio, que la ciencia ha llamado LUCA (Last Universal Common Ancestor) o «último antepasado universal común», es una de las cuestiones para las que no hay aún una respuesta científica y puede que nunca la haya.

El Origen del Universo: Del Big Bang a la Teoría del Universo Pulsante

La ciencia tiene una respuesta a la edad del Universo por la fortuna del hecho de que cada componente estelar se encuentra en una etapa evolutiva diferente, lo cual ha permitido determinar, con gran exactitud, la forma en cómo aparece, evoluciona y se extingue dicho objeto estelar. Así, se afirma que la edad estimada del Universo es de 13 700 millones de años, cifra muy superior a los 3 500 millones de años de las especies vivas.

En 1929, Edwin Hubble (1889-1953), con su telescopio, el mayor de entonces, después de realizar un trabajo sistemático del estudio del Universo más allá de nuestra galaxia (la llamada Vía Láctea), sugirió que la velocidad con la que las galaxias se alejan entre sí es directamente proporcional a sus distancias. Ello es una prueba de la expansión del Universo, que ya fue sugerida, en 1922, por el matemático Aleksander Friedmann (1888-1925), como consecuencia de la teoría de la relatividad de Einstein.

Pero si el Universo se encuentra en expansión, alguna vez todo debió de estar unido en un punto, y es así como George Gamow (1904-1968) desarrolló la hipótesis explosiva del Universo, al visualizar la existencia de un Universo inicial en un punto en el que se concentra toda la masa y energía, que estalla y origina las galaxias, que se alejan entre sí. El espacio se expande, como al hinchar un globo con distintas manchas pintadas en su superficie, de forma que a medida que el volumen va creciendo las manchas se van alejando unas de otras.

Otros astrónomos, como Thomas Gold (1920-2004) y Fredrick Hoyle (1915-2001) no creyeron en la existencia de un Universo evolutivo y en 1948 sugirieron la teoría del estado estacionario del Universo, mediante la cual el Universo debe presentar el mismo aspecto desde cualquier punto de observación, con una distribución de la materia interestelar de formas regular. Hoyle llamó despectivamente, en 1950, «Big Bang» a la teoría de la hipótesis explosiva del Universo; desde entonces ese es el nombre con que se conoce la teoría más aceptada como origen del universo.

La existencia del Big Bang es solo una parte del problema, pues: ¿se está ante un Universo en expansión indefinida?, o en cambio, ¿puede haber una contracción después de una fase de expansión? Incluso hay cosmólogos, como Richard Tolman (1881-1948), que aceptan la teoría del Universo pulsante u oscilante, que afirma que el Universo se contraerá hasta colapsarse y producir un estallido o «Big Crunch», antes de empezar a expandirse nuevamente.

A partir de la última década del siglo XX, la información proporcionada por los nuevos instrumentos astronómicos y por los satélites de exploración espacial y la labor de científicos como Stephen Hawking (nacido en 1942) han llevado a aceptar la teoría del Big Bang como la más aceptada sobre el origen del Universo. Los trabajos actuales tratan de refinar la teoría del Big Bang y delimitar si se está ante un modelo de expansión indefinido o, por el contrario, aceptar que exista una contracción final con un Big Crunch.