Argumento
Hamlet, príncipe de Dinamarca, debe cumplir con la encomienda de una venganza: ha sufrido la pérdida de su padre, el rey Hamlet, quien se le aparece como un fantasma y le pide que vengue su muerte. Hamlet, tras dudar si el fantasma es el de su padre y si los hechos son ciertos, monta una dramatización de la escena en la que se observa como un espectro. A partir de las reacciones de los demás, se convence de que las revelaciones son ciertas.
El nuevo rey envía a Hamlet a Inglaterra con la intención de acabar con su vida, pero fracasa y Hamlet regresa. Laertes jura venganza y pelea con Hamlet con una espada envenenada. Los dos mueren, pero antes Hamlet, al escuchar la confesión de Laertes, da muerte al rey. La reina bebe del vino envenenado que estaba destinado a Hamlet y también muere.
Personaje y Mito
Hamlet es la imagen del hombre melancólico e indeciso. Su tragedia va por dentro. Se presenta como apacible, frío y desprovisto de vitalidad. Su actividad exterior es muy escasa. Su personalidad es sombría e inaccesible; es un soñador que divaga en sus fantasías y sus ideas. Podría decirse que es un hombre enamorado de sus pensamientos. “Ser o no ser, esa es la cuestión”. Es una persona con mucho contenido interior. Hamlet es reflexión a la acción.
El lenguaje se caracteriza por la belleza de las palabras, intercalando provocación y encantamiento mediante un sentimiento que recorre la obra de principio a fin: el sufrimiento. Una de las características de la obra es la multiplicidad de las palabras, un juego de palabras. Hamlet piensa mientras habla. Sus monólogos dejan entrever la melancolía por la que atraviesa en su lucha entre el accionar y el no accionar contra quien cree que asesinó a su padre.
Autor y Temas de la Obra
La figura de Hamlet no se utiliza solo para caracterizarlo en situaciones de lucha entre los hombres, grupos o pueblos, sino también para describir ciertos fenómenos naturales o atmosféricos, y para describir el estado del alma de los protagonistas. La inseguridad es lo que lleva a los sujetos a dudar entre matar y no matar. Hamlet inventa todas las excusas posibles para no matar. Sin embargo, la constitución de un enemigo parece ser inevitable. La situación es lo que marca la necesidad de constituir al enemigo.
Hamlet se presenta como un personaje desinteresado de la política y cuestiona, en el transcurso de la pieza, el orden social establecido en Dinamarca. En Hamlet, la política está presente en todo momento porque en todo momento hay hombres enfrentados; lo que enfrenta al hombre es el poder.
El Complejo de Edipo en Hamlet
En el mito edípico, el asesinato del padre implica la posibilidad de acceso al goce de la madre, puesto que ese padre actúa ante los ojos del niño como ley de prohibición, ya que el padre quiere separarlo de la madre y, para lograrlo, lleva a cabo diferentes tipos de mecanismos. Freud, al descubrir esto, abre un espacio más dramático que trágico, otorgándole una fuerte densidad a situaciones que no son percibidas como tales.
En el caso de Hamlet, él siente que vive en un mundo de engaño y corrupción, sentimiento que le viene confirmado por el asesinato de su padre y por la sensualidad desenfrenada de su madre. Es un inmenso amor por su madre, un amor exagerado. Hamlet no tiene una relación incestuosa con su madre, sino más bien potencialmente incestuosa.
Consideraciones Finales
En Hamlet, Shakespeare ahonda en temas tales como la locura, las dudas del protagonista ante la madre adúltera y cómplice del asesinato del padre, y marca la lucha entre la razón y la locura, entre el bien y el mal, indagando en los sentimientos y pasiones humanas. Podemos decir que Hamlet es como una conciencia sin acción. Durante toda la obra delibera acerca de los actos que podría cometer y no los comete por varios motivos; uno de ellos es la culpa. Aunque en ciertos actos, como en los de muerte, tales preceptos parecen esfumarse.
Trascendencia del Mito
Presencia de Hamlet en la Pintura
La figura de este joven príncipe medieval se consideraba el prototipo de personalidad romántica: el joven atormentado por la duda, entre dos mundos, el real y el de ultratumba; la pasión no correspondida de Ofelia; el asesinato de su padre, enfrentaban al hombre con sus mitos y tabúes sociales más antiguos. Se consideraba de la más rabiosa modernidad, y todos los admiradores se sentían identificados con este príncipe taciturno que se sienta sobre una tumba del cementerio para reflexionar sobre la existencia.
Trascendencia en la Literatura
Desde el siglo XVII, la obra alcanzó niveles de fama por la aparición fantasmagórica de un muerto y por la vívida dramatización de la melancolía y la locura, dando lugar a una procesión de cortesanos desquiciados a la manera de la literatura inglesa. Veían Hamlet como una obra primitiva y le achacaron una grave falta de unidad dramática y decoro. Esta visión cambió drásticamente en el siglo XVIII, cuando la crítica defendió la figura de Hamlet como un héroe, un hombre brillante que sufre desgracias. La literatura gótica trae consigo nuevos puntos de vista de corte psicológico y místico a la hora de hacer una lectura de la obra, trayendo a primer plano la figura del fantasma y el tema de la locura a finales del siglo. Vieron a Hamlet como una obra confusa e inconsistente, pues antes de ellos las interpretaciones veían al protagonista como un loco o no. Representan un cambio fundamental en la crítica literaria. Los románticos del siglo XIX dieron al protagonista de la obra valor por su conflicto interno e individual, reflejando la lucha interior. La crítica dejó de tratar el tema del retardo de la acción de Hamlet como una estrategia del autor para desarrollar la trama.
Hamlet en el Cine
- La versión de Laurence Olivier de 1948.
- En un capítulo de Los Simpsons parodian la historia de Hamlet, donde Bart Simpson hace de hijo de Hamlet y Homer del rey Hamlet.
- La obra Hamlet Máquina de Heiner Müller.