Relatos de Conquista: Bernal Díaz del Castillo y Álvar Núñez Cabeza de Vaca

Bernal Díaz del Castillo

Los dos principales biógrafos de Bernal Díaz del Castillo:

  • Ramón Iglesia: exiliado
  • Carmelo Sainz de Santa María: jesuita, erudito

Documentos que confirman la existencia de Bernal Díaz del Castillo:

  • Como regidor de la villa de Santiago de Guatemala
  • Permiso para portar armas en poblados (indicador de estatus social elevado)
  • Acta matrimonial con Teresa Becerra
  • Leyes de Indias que desposeían a los conquistadores y atribuían sus bienes a la Corona

Estos documentos confirman la existencia de un Bernal Díaz del Castillo que participó activamente en la conquista.

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España

Publicada en 1632 (póstumamente), se mantuvo como manuscrito desde 1568, con adiciones hasta 1575. Es un documento oficial, una probanza de méritos para obtener mayores beneficios.

Aunque con un propósito oficial, la obra presenta rasgos novedosos y singulares que la convierten en la crónica más leída de la época, incluso considerada por algunos como la primera novela hispanoamericana.

Rasgos de la obra:

  • Destinatario: Consejo de Indias, apelando a un lector colectivo.
  • Estilo: Opuesto al canon humanístico y renacentista, con un estilo llano y antiético.
  • Función: Dar voz a la historia desde la perspectiva de los soldados rasos, no solo de los capitanes.
  • Detalles: Se enfoca en los elementos mínimos de la historia, incluyendo episodios escabrosos.
  • Protagonistas: Todos los hombres de los que Bernal guarda memoria, no solo los líderes.
  • Episodios: Incluye sucesos que Hernán Cortés omite en sus escritos.

Biografía de Bernal Díaz del Castillo

Nació en Medina del Campo (Valladolid) entre 1492 y 1496. Llegó a Indias en 1514 con la flota de Pedrarias Dávila, en un intento fallido de la Corona por institucionalizar la conquista.

Se instaló en Cuba, donde conoció a Cortés. Participó en las expediciones a México, acompañó a Cortés en su expedición de 1519 y en la de las Hibueras. Acompañó a Cortés a España en su primer pleito y, tras la muerte de este, regresó a España en 1550 para los debates de Valladolid sobre la legitimidad de la conquista.

Álvar Núñez Cabeza de Vaca

Escritor accidental, con un apellido que deriva de una gesta militar y que le otorga autoridad extralingüística.

Comenzó su labor como escriba y tesorero en una expedición de conquista. La autoridad de su texto, sin embargo, proviene de su experiencia única.

Cabeza de Vaca vivió experiencias en territorios y circunstancias que nadie más pudo contrastar.

Naufragios

Relato de 10 años de supervivencia en el sur de los actuales Estados Unidos (desde Florida hasta California). Inicialmente, formó parte de un grupo de náufragos cristianos, del que luego se separó, continuando su travesía en solitario hasta ser encontrado en 1537.

Biografía de Álvar Núñez Cabeza de Vaca

Nació en Sevilla hacia 1492. En 1527, participó en la expedición de Pánfilo de Narváez a la Florida, autorizada por Diego de Velázquez, con 600 expedicionarios, incluyendo funcionarios y religiosos.

De los 600, solo sobrevivieron cuatro: Alonso del Castillo, Andrés Dorante, Cabeza de Vaca y un esclavo negro o bereber.

Las expediciones a la Florida fueron un desastre, y la región no se conquistó hasta el siglo XVIII. La primera población, fundada por Pedro Menéndez de Avilés, data del siglo XVI.

En la expedición de 1527, una tormenta sorprendió a los expedicionarios al llegar a tierra. Pánfilo dividió la flota, decisión que Cabeza de Vaca criticó.

Los supervivientes fueron hostigados y asesinados por los indígenas, o bien torturados y esclavizados.

Los cuatro sobrevivieron gracias a que fueron vendidos a otras tribus o sirvieron como médicos, comerciantes o chamanes.

Un episodio clave fue cuando se corrió la voz de que habían resucitado a un muerto, lo que les ganó la protección de los indígenas.

Naufragios introduce por primera vez el tema de la naturaleza hostil, a diferencia de la visión paradisíaca predominante hasta entonces, similar a la que se encuentra en el quinto libro de Bernal Díaz del Castillo.

En 1537, Cabeza de Vaca se reencontró con los españoles, informó de su aventura y solicitó el cargo de adelantado en esas provincias. Carlos V lo nombró gobernador adelantado en otras provincias, obteniendo un beneficio, aunque no el esperado, de sus escritos.

El interés de la Corona se centraba en América del Sur, descuidando relativamente el norte. En el sur, Cabeza de Vaca descubrió las cataratas de Iguazú. En 1542, se publicaron sus Naufragios en Zamora, pero en 1545 cayó en desgracia y fue sometido a un juicio de residencia, acusado de apropiación de los quintos reales. Fue condenado, despojado de sus cargos y se le prohibió regresar a Indias, muriendo en España.

Análisis de Naufragios

No es un encargo oficial, como los escritos de Colón o Cortés, sino que tiene una intención más difusa. Cabeza de Vaca no tenía conquistas ni oro que ofrecer, pero sí información valiosa.

Escribe para obtener lo que desea de una manera más estratégica y sutil.

Naufragios muestra una escritura que dice mostrar, pero que oculta aquello que muestra. Solo revela el qué, el dónde y el cómo.

David Lagmanovich y Silvia Molloy interpretan Naufragios como un yo literario con un interés práctico en la escritura.

A diferencia de la visión salvaje de los indios de Bernal Díaz del Castillo o la idealizada de Bartolomé de las Casas, Cabeza de Vaca ofrece una desmitificación, con una visión variada: buenos, malos, salvajes, belicosos. Se presenta como un náufrago que viaja desnudo y descalzo, una exageración para demostrar su capacidad de lograr lo máximo con lo mínimo. Su autoridad es él mismo, lo que lo lleva a recurrir a la hipérbole, especialmente al describir la naturaleza hostil.

En su autorretrato, se presenta como un sujeto descolocado ante la naturaleza. Hay tres colectivos en Naufragios: indios, cristianos y un “nosotros” (los cuatro supervivientes). La mirada hacia los indios es objetiva, mientras que los cristianos son descritos como crueles, avariciosos y sanguinarios. El “nosotros” propone una forma de conquista diferente, ni cruel ni hostil, un “nosotros” acriollado que ya no se identifica con los cristianos.

En definitiva, Naufragios de Cabeza de Vaca, como crónica y libro de viajes, se puede contraponer a la obra del Padre de las Casas.