Transformaciones Económicas y Sociales en España: Siglo XIX y Principios del XX
Transformaciones Económicas
La economía española del siglo XIX estuvo condicionada por tres factores principales:
- Los obstáculos que dificultaban las comunicaciones.
- La escasez de fuentes de energía y materias primas.
- La escasez de capital.
Proceso de Desamortización y Cambios Agrarios
La desamortización de Mendizábal (1836) tuvo tres objetivos:
- Conseguir capitales para amortizar parte de la deuda pública.
- Un objetivo político: fortalecer el liberalismo.
- Un objetivo social: suprimir el diezmo y extender la desamortización a los bienes del clero secular.
Consecuencias de la desamortización de Mendizábal:
- Políticamente, aumentó el apoyo al liberalismo, pero también creció la oposición desde sectores vinculados a la Iglesia.
- Incrementó la tensión entre la Iglesia y el Estado liberal.
- Socialmente, produjo un ligero ensanchamiento de la clase media rural.
- Perjudicó a los colonos que tuvieron que abandonar las tierras que cultivaban.
- Provocó una fuerte deforestación para conseguir una rápida recuperación del dinero invertido, lo que llevó a la prohibición de nuevas desamortizaciones por parte de Madoz.
- Produjo la dispersión de una parte del patrimonio artístico.
El proceso desamortizador se reanudó con el decreto de Madoz (1855), que afectó a los bienes del clero, los ayuntamientos, las haciendas locales y las propiedades rústicas. La desamortización de Mendizábal había afectado principalmente a los inmuebles y a los bienes rústicos.
En la agricultura, tanto los cereales como el viñedo experimentaron un enorme desarrollo a lo largo del siglo XIX. La principal novedad fue el desarrollo de una agricultura de exportación.
La Revolución Industrial en España
Durante el siglo XIX, se mantuvieron las antiguas industrias artesanas. Solo en el sector siderúrgico se sustituyeron los talleres artesanos por la industrialización. Esto provocó la aparición de nuevos problemas sociales, como el rechazo a la maquinaria y la quema de fábricas por suponer una amenaza para el empleo.
Respecto a la minería, tras la Ley de Minas, la nueva minería quedó parcialmente en manos españolas, exportándose el hierro, sobre todo, a Inglaterra. En la industria manufacturera destaca el sector textil, beneficiado por aranceles proteccionistas. El resto de los sectores industriales apenas comenzaron a desarrollarse a finales del siglo XIX.
Modernización de las Infraestructuras: Impacto del Ferrocarril
El ferrocarril fue el protagonista de la revolución de los transportes a mediados del siglo XIX. Durante este periodo, se mejoraron las comunicaciones postales, se introdujo el sello y se construyó una red de telégrafos.
Comercio y Finanzas
El comercio exterior experimentó un importante crecimiento debido a las importaciones relacionadas con el ferrocarril. El comercio interior creció con lentitud por la falta de iniciativa empresarial, la escasa capacidad de compra y la falta de un sistema de crédito bien estructurado. No obstante, el aumento del comercio se vio favorecido por la mejora de las comunicaciones y la implantación del sistema métrico decimal, que favoreció la creación de un mercado nacional. También influyó la organización de exposiciones y ferias.
A finales de siglo, en cuanto al comercio interior, se creó un mercado nacional. En el exterior, la tendencia fue hacia una reducción del déficit por el aumento de las exportaciones con respecto a las importaciones. En 1831, se creó la Bolsa de Madrid para canalizar el ahorro hacia los sectores industriales, junto con la peseta como base del sistema monetario y el monopolio de emisión de papel moneda al Banco de España. La aprobación de la Ley de Sociedades Bancarias permitió la creación de nuevos bancos. El ahorro se vio favorecido por el retorno de capitales tras la pérdida de Cuba y el resto de las colonias, y por el propio crecimiento interno.
Transformaciones Sociales
Crecimiento Demográfico
Durante la época isabelina, la sociedad experimentó un fuerte crecimiento demográfico favorecido por las mejoras en la alimentación, el uso de vacunas y la higiene. Se consolidó el papel de las clases medias como grupo dominante en alianza con la nobleza. El gobierno estuvo dominado por la alta burguesía. La situación del campesinado y los antiguos colonos empeoró después de la desamortización, al igual que la del antiguo artesanado tras la desaparición de los gremios. Las diferencias entre clases fueron notables: la clase media tenía estudios de bachillerato y universitarios, mientras que las clases populares solo completaban la educación primaria.
Génesis y Desarrollo del Movimiento Obrero en España (1836-1875)
A finales de 1836, se disolvieron los gremios y, más tarde, se autorizó la creación de sociedades obreras de socorros mutuos o con fines benéficos. En los años siguientes, como consecuencia de la industrialización, se produjeron las primeras huelgas modernas para protestar por la reducción de empleo que producían las máquinas. En 1874, el presidente del gobierno, Serrano, firmó un decreto disolviendo en España la sección de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores). La prohibición significó volver a la clandestinidad. Los anarquistas se reunieron y elaboraron unos estatutos por los que se regían las asociaciones anarquistas en España. Más tarde, los marxistas constituyeron el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y luego la UGT (Unión General de Trabajadores).
El Desarrollo del Movimiento Obrero (1875-1900)
El movimiento obrero estuvo condicionado por la aprobación del decreto que disolvía la Internacional. Además, estuvo dividido en dos tendencias: durante los primeros años de la Restauración, los anarquistas defendieron la revolución social, mientras que los marxistas constituyeron el Partido Socialista, un partido obrero frente a los partidos burgueses con el objeto de tomar el poder político para transformar la sociedad. Entraron en una nueva fase cuando los liberales, al llegar al poder, legalizaron todos los partidos y asociaciones. La ley permitió las huelgas, lo que aumentó el conflicto social.
El Anarquismo
Los anarquistas fueron partidarios de la anarquía como forma ideal de gobierno, manteniendo las mismas características de los años anteriores. Se decidió crear una Federación de Trabajadores de la Región Española sobre la base de la antigua federación. El fracaso del anarquismo se debió al uso del terrorismo descontrolado y a las divisiones internas.
El Socialismo
Experimentó un gran auge y celebró un congreso en Barcelona donde se aprobó la creación de la UGT. El sindicato, al igual que otras organizaciones, comprendió la importancia de los medios de comunicación, creando numerosas publicaciones.
El Movimiento Obrero (1900-1917)
El movimiento obrero estuvo dividido en tres asociaciones obreras:
El Anarquismo
Celebró en 1900 un congreso, manteniéndose al margen de las luchas electorales y defendiendo la huelga como instrumento revolucionario para transformar la sociedad. A partir de 1900, se inició un movimiento de aglutinamiento y, más tarde, celebraron un congreso del que surgió la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
El Socialismo
Los socialistas participaron en los sucesos de la Semana Trágica, que derivaron en una fuerte represión que, a su vez, influyó en la caída del gobierno y en la aparición de la Conjunción Republicano-Socialista.
El Sindicalismo Católico
A finales del siglo XIX, el padre Vicent consiguió crear una serie de círculos católicos formados por campesinos y artesanos que preferían la cooperación frente a la acción reivindicativa. Este movimiento estuvo influido por unas asociaciones que fundaron la Confederación Nacional Católico-Agraria.
El Movimiento Obrero (1917-1931)
Después de la huelga revolucionaria de 1917, el conflicto social no decreció. El gobierno de Romanones, para tratar de calmar la situación, aprobó un decreto implantando en toda España la jornada de 8 horas. En los años siguientes, el conflicto social no disminuyó. En Barcelona, se empezó a aplicar la Ley de Fugas, lo que incrementó la violencia. Como consecuencia, los anarquistas asesinaron a Eduardo Dato por considerarlo responsable político de la Ley de Fugas. Finalmente, durante la dictadura de Primo de Rivera, se creó un sistema corporativo a partir de comités paritarios en los que participaron obreros y patronos, siendo el presidente de designación gubernamental. En estos comités participaron activamente los socialistas y la UGT.