El Modernismo
El Modernismo es un movimiento literario basado en el esteticismo y el inconformismo que se desarrolló fundamentalmente en la poesía y afectó a todo el ámbito hispánico. En gran medida fue también una actitud vital y tuvo una gran relevancia en las artes plásticas y aplicadas. Se da entre 1885 y 1915.
Fuentes e Influencias del Modernismo
El punto de partida del Modernismo se encuentra en una serie de movimientos poéticos y artísticos que se desarrollan en Europa y que sirven de base en la nueva estética:
- Parnasianismo: movimiento que surge en Francia de la mano de Théophile Gautier, quien popularizó la expresión “el arte por el arte” y promovió una poesía equilibrada y armoniosa en la que la perfección formal era la aspiración básica.
- Simbolismo: propone una poesía en la que se hagan presentes los estados de ánimo a través de los símbolos que se encuentran encerrados en la realidad circundante. El simbolismo sugiere, aunque no significa plenamente, y tiene un gran poder evocador a través de sus connotaciones, de modo que la primavera puede simbolizar la juventud; el atardecer, la muerte. Destaca la figura de Baudelaire.
- Decadentismo: los decadentistas se identifican con el agotamiento de unas formas de vida. Se ven atraídos por épocas históricas igualmente decadentes (el final del Imperio romano o del Imperio bizantino). Entre los cuatro autores más significativos hemos de citar a Oscar Wilde.
- Romanticismo tardío de Rosalía de Castro y, sobre todo, de Gustavo Adolfo Bécquer. Los atisbos simbolistas de este y todo el fluir intimista y sentimental de sus Rimas marcan el cambio hacia la nueva poesía encarnada por los modernistas.
Temas y Características del Modernismo
Los temas del Modernismo están ligados a dos aspectos: un mundo exterior sensible, plagado de imágenes exóticas, legendarias y refinadas, y la propia intimidad del poeta:
- El escapismo: los modernistas son también unos inconformistas; descontentos con el mundo que les ha tocado vivir, y, lejos de plantearse cambiarlo, prefieren huir a sus paraísos artificiales. Esta huida puede darse en el tiempo, con una vuelta a épocas pasadas, como la Edad Media o el Renacimiento. Pero también se produce en el espacio, dando entrada a todo lo oriental y lo exótico.
- El cosmopolitismo: la idea del modernista como ciudadano del mundo va unida a la evasión. Para los modernistas, París se convertirá en el modelo de ese cosmopolitismo necesario, como gran ciudad del arte y de la bohemia.
- La sensualidad y el erotismo: el amor vuelve a ser una de las claves de los poetas también en este periodo, pero muy a menudo aparece tocado por el matiz de lo sensual, mostrando un gusto por la sugerencia de lo erótico y por el goce de los sentidos.
- La tendencia a la melancolía: temas de clara raigambre romántica que marcan en gran medida las obras modernistas.
En cuanto a los aspectos formales, podemos destacar algunos rasgos:
- El esteticismo y la búsqueda de la belleza: a partir de la máxima parnasiana del arte por el arte, que los llevará a utilizar un léxico lujoso y refinado, así como continuas referencias a lo exótico.
- La presencia de lo sensitivo: que se manifestará a través de la musicalidad, el ritmo, el gusto por la sinestesia y las aliteraciones.
- Una métrica libre: en la que predomina el uso de versos alejandrinos, dodecasílabos y eneasílabos, metros todos ellos poco usados en la tradición poética anterior. También hay que destacar la sustitución de la medida de los versos por los pies métricos, estructuras silábicas que se basan en el ritmo.
Rubén Darío (1867-1916)
Nació en Nicaragua y viajó desde temprana edad por muchos países. Murió en su Nicaragua natal a causa de una pulmonía. Los temas de su poesía se insertan de lleno en la estética del Modernismo y nos ofrecen los ambientes refinados, la sensualidad y la esencia de la naturaleza, pero también, en la etapa final, las preocupaciones sociales, ligadas a la raza y la reflexión metafísica. En lo referente a la forma, los poemas de Darío muestran toda la fuerza de las innovaciones métricas (sonetos alejandrinos, versos dodecasílabos, pies métricos de estirpe clásica) a la vez que plasman el ritmo y la musicalidad, siempre con la presencia de figuras retóricas.
Distinguimos tres etapas:
- Azul (1888): donde mezcla la prosa y el verso y muestra el influjo del parnasianismo. Supone el arranque del Modernismo hispánico.
- Prosas profanas (1896): su gran libro modernista, en el que ocupan un lugar destacado los temas exóticos, lo decadente y la presencia de los principales motivos del Modernismo, como los cisnes y las princesas.
- Cantos de vida y esperanza (1905): caracterizada por una humanización de la poesía, presente en los temas americanos y en las preocupaciones existenciales, sin que por ello dejen de estar presentes los cisnes modernistas.
La Generación del 98
Denominamos Generación del 98 a un grupo de autores que comenzaron a escribir en torno a la fecha del desastre colonial español (1898), en cuyas obras se presentaron preocupaciones comunes sobre la identidad española y la necesidad de una regeneración nacional.
Características del 98
- El tema de España: para los autores del 98, España es una preocupación y el desastre colonial vino a ser el punto de referencia sobre el que se reforzó la idea del regeneracionismo: había que regenerar España, volver a crearla a partir de sus raíces y sus tradiciones, pero también a partir de la educación.
- Castilla y su paisaje se convierten en materia de reflexión, ya que, a través de ellos, se busca la esencia auténtica de España.
- Las preocupaciones existenciales llevan a los autores del 98 a plantearse asuntos tan profundos como la inmortalidad del alma.
- La envidia se considera uno de los grandes males de España.
Etapas y Autores de la Generación del 98
Se consideran miembros de la Generación del 98 José Martínez Ruiz (Azorín), Ramiro de Maeztu, Miguel de Unamuno, Pío Baroja y, más tardíamente, Antonio Machado y Ramón del Valle-Inclán. La cercanía ideológica entre los autores, así como la identificación con una serie de preocupaciones comunes, llevó a Azorín a escribir una serie de artículos en el diario ABC, en el año 1913, en los que planteó la existencia de esta generación.
Podemos distinguir varios momentos en la evolución de los autores del 98:
- Etapa de juventud: marcada por el espíritu de rebeldía y materializada en el carácter revolucionario de Maeztu, la pertenencia al PSOE de Unamuno y al anarquismo de Azorín y Baroja.
- El grupo de los tres: formado por Azorín, Baroja y Maeztu, que pretendían contribuir a la creación de “un nuevo Estado social en España”, según afirmaban en su Manifiesto de 1901. Proponen una “ciencia social” que sea capaz de analizar los males de España y busque soluciones.
- La madurez del 98: que aparece asociada al abandono del radicalismo juvenil y a la toma de posturas individuales que tienen en común una tendencia al idealismo.
Entre los antecedentes de la Generación del 98 hemos de citar a los regeneracionistas, que buscan una forma de regenerar España a través del análisis de los males. El más importante fue Joaquín Costa. En este último aspecto fue crucial la influencia de la Institución Libre de Enseñanza fundada por Francisco Giner de los Ríos. También influyó en estos autores Ángel Ganivet.
Miguel de Unamuno
Nació en Bilbao y estudió Filosofía y Letras en Madrid. En 1891 obtuvo la cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca. Se opuso a la dictadura de Primo de Rivera. Tras ser diputado durante la Segunda República, apoyó en principio el levantamiento militar de Franco. Murió poco después, en su casa de Salamanca.
La obra de Unamuno abarca todos los géneros literarios (poesía, teatro y novela), siempre desde la perspectiva de los dos temas capitales de su literatura: la honda preocupación por España y las inquietudes existenciales.
En lo que se refiere al tema de España, por lo general lo vamos a encontrar en sus ensayos. Los dos más importantes son En torno al casticismo (1895) y Vida de don Quijote y Sancho (1905). En torno al casticismo se centra en la idea de la regeneración y de la recuperación de los valores eternos de España, que Unamuno encuentra en la “intrahistoria”, el devenir cotidiano de las gentes sencillas que no están en los libros de historia, pero construyen con su trabajo la realidad española. Vida de don Quijote y Sancho es una reflexión sobre el alma de España tomando como base la obra de Cervantes, que llevará a la conclusión de que la ausencia del idealismo quijotesco hunde a los españoles en la mediocridad.
El otro gran tema de Unamuno es el de la esencia del ser humano y la inmortalidad del alma. El autor se plantea el sentido de la vida, ya que, para él, si no hay nada más allá de la muerte, vivir carece de sentido. Esta es la base de su novela, tal vez la más metafísica, San Manuel Bueno, mártir (1931). La otra gran novela de Unamuno es Niebla (1914) que refleja el concepto de que los seres humanos somos juguetes en manos de un ser superior que, cuando se cansa de nosotros, nos mata.
José Martínez Ruiz, Azorín
Nació en Monóvar (Alicante). Comenzó los estudios de Derecho en Valencia, pero terminó abandonándolos para dedicarse al periodismo. Fue el creador del concepto de Generación del 98 y el último de sus supervivientes.
La obra de Azorín oscila entre el ensayo y la novela, dos géneros que, a menudo, parecen fusionarse en sus libros. Como narrador, destaca la trilogía formada por La voluntad, Antonio Azorín y Confesiones de un pequeño filósofo. En el campo del ensayo, destaca su profunda meditación sobre el paisaje de Castilla, tierra en la que Azorín percibe la esencia de España. El paisaje le sirve al autor para evocar la vida de los españoles, como sucede, por ejemplo, en Castilla (1912) donde se revive el pasado con la presencia de personajes históricos o con los elementos del paisaje castellano. Es importante también La ruta de don Quijote (1905). Azorín recrea el mundo rural y auténtico de la Mancha y vuelve a promover a don Quijote como buen español.
El estilo de Azorín es sobrio y se caracteriza por la gran riqueza léxica que contiene, así como por el uso de la frase corta, evocadora y precisa, y por la presencia de las descripciones detalladas y minuciosas.
Pío Baroja
Nació en San Sebastián. Estudió Medicina en Madrid, pero apenas ejerció como médico. Terminó dedicándose por entero a la literatura. Pío Baroja, que escribió principalmente novelas, fue un hombre marcado por su personalidad pesimista y su carácter solitario y amargado, lo que le llevó a reflexionar sobre los comportamientos humanos.
Considera la novela como un género multiforme abierto, en donde tienen cabida aspectos filosóficos o psicológicos, pero también la aventura, la utopía y la acción. Le parecen importantes la imaginación y la observación como cualidades propias de un novelista.
El estilo de Baroja se ha definido como antirretórico, en busca de la sencillez, y está marcado por el uso de frases y párrafos cortos, que aportan un gran dinamismo tanto a las descripciones como a la trama novelesca, a la vez que contribuyen a la viveza del relato y a la amenidad.
Entre las novelas más importantes tenemos que destacar La busca (1904), descripción de los bajos fondos de la ciudad de Madrid, con un realismo terrible que muestra la cara más fea de la sociedad de su época y El árbol de la ciencia (1911), donde cuenta la vida de Andrés Hurtado, desde que comienza sus estudios de Medicina hasta el estado miserable de la ciencia en la España de su tiempo.
Ramón del Valle-Inclán
Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra). Comenzó la carrera de Derecho, pero la abandonó atraído por la aventura y la vida bohemia. Fue corresponsal de guerra, profesor en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, director de la Academia Española en Roma y un hombre de una personalidad excéntrica. Murió en Santiago de Compostela.
Su trayectoria literaria se inicia en el terreno del Modernismo y se manifiesta en una serie de obras narrativas en las que se percibe la influencia de los poetas franceses y del decadentismo.
Primera etapa: se cerrará con las Sonatas, cuatro novelas cortas en las que se recrea un mundo decadente, muy del gusto modernista, con un remarcado refinamiento léxico y formal y una relevante presencia de lo sensual.
Segunda etapa: se encamina hacia el teatro, sin abandonar por ello la novela, presente en la trilogía La guerra carlista, que conjuga el canto al heroísmo con la brutalidad de la guerra. En el teatro es la época de las Comedias bárbaras: Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata. Esta trilogía se acerca al esperpento, con la presencia de un mundo violento y de unos personajes en los que la caricatura y la ridiculización se perciben de manera intensa.
La etapa final se estructura en torno al esperpento, que aparece definido y desarrollado en Luces de bohemia (1920). Su base es la deformación grotesca. Es el momento en que Valle-Inclán toma conciencia plena de los problemas de España y plasma todo el malestar y amargura que le producen. El tono crítico es brutal y demoledor.
Antonio Machado
Nació en Sevilla. Se educó en la Institución Libre de Enseñanza. Fue catedrático de francés primero en Soria y luego en Baeza, Segovia y Madrid. En 1939, al final de la guerra civil, se exilió. Murió en Colliure, en el sur de Francia. Se trata de una poesía que recorre el camino entre el yo y el nosotros, entre el individualismo y la solidaridad.
Podríamos dividir su trayectoria en tres periodos:
- Ciclo de Soledades: etapa modernista. Se inicia en 1903, con la publicación de Soledades, es una obra de base modernista, procedente de su admiración por Rubén Darío y los simbolistas franceses. Los temas de este periodo nos hablan de los sentimientos universales desde una perspectiva intimista (la soledad, la melancolía, el tiempo, la muerte), dentro de un simbolismo que se aprecia en motivos como el agua, la tarde, las fuentes, el camino, los jardines… En esta etapa también es palpable la huella del Romanticismo tardío de Bécquer y Rosalía de Castro.
- Ciclo de Campos de Castilla: etapa noventayochista. Con la primera edición de Campos de Castilla (1912) se hace presente el paisaje, que se convertirá en el reflejo hondo de los estados de ánimo del poeta, pero también en el espíritu de las gentes que lo habitan. A partir del paisaje de Castilla, Machado reflexiona sobre la esencia de España, y le salen al camino algunos de los males que la aquejan: la envidia, la pobreza, el atraso. Por otro lado, está el tema de las dos Españas: una superficial y amiga del folclore y la fiesta; la otra, la reflexiva y profunda, “de la rabia y de la idea”. Esta es la que considera suya. El amor y el dolor aparecen en las sucesivas ediciones de Campos de Castilla, tras la muerte de Leonor en 1912. También el paisaje le devolverá la imagen de la amada.
- Ciclo de Nuevas canciones y últimos poemas: Nuevas canciones (1924) es una obra continuista. Los temas y las formas se repiten y no hay aportaciones interesantes.