Renovación del Lenguaje Arquitectónico: Arquitectura Funcional y Orgánica
El Funcionalismo. La Bauhaus. Le Corbusier
La renovación de la arquitectura del siglo XX tiene lugar tras la Primera Guerra Mundial, momento en que se desarrolla y consolida el movimiento moderno, también conocido como Funcionalismo o Racionalismo.
La arquitectura del siglo XX plantea una nueva estética sin referencias al pasado, se antepone la habitabilidad a lo ornamental, desapareciendo toda referencia a la Antigüedad. Se emplean sistemáticamente los nuevos materiales, a los que se añade el hormigón armado, que incorpora una estructura metálica de hierro o acero para aumentar su resistencia. El nuevo material, económico y resistente, se adecuaba para realizar pilares, vigas y losas. Los pilares se convierten en la estructura que sostiene el edificio.
En la Alemania de entreguerras se desarrolló una arquitectura de corte expresionista, que abogaba por la expresividad del arquitecto. Destaca Erich Mendelsson, que levanta la “Torre Einstein” en Potsdam, cuyas formas orgánicas y el tratamiento plástico del hormigón recuerdan la arquitectura de Gaudí en “La Pedrera”.
El Funcionalismo o Racionalismo agrupa las más fuertes personalidades del siglo, y su momento de esplendor tiene lugar en el periodo de entreguerras. Sus precedentes están en la Escuela de Chicago (Sullivan), que reivindicaba una arquitectura desornamentada, pura y funcional. El rasgo común del estilo es la simplificación, especialmente en las formas.
Mientras gran parte de la arquitectura europea mantiene la separación entre técnica y arte, en la ciudad alemana de Weimar, Walter Gropius creaba la Bauhaus, escuela de diseño y arquitectura que apostaba por los materiales baratos y la producción en serie. Gropius llega a la realización de una construcción sin estilo, sin plantas preestablecidas, adecuada a las necesidades concretas.
El también alemán Mies van der Rohe destaca el carácter expresivo de los materiales que deja al descubierto; crea espacios abiertos que buscan la integración con el entorno y rechaza la forma si no es fruto de la función. Obra singular es el Pabellón Alemán de la Exposición Internacional de Barcelona, de 1929.
El suizo Le Corbusier es uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX, tanto por sus obras como por su labor teórica. Pretende conciliar las propuestas de la arquitectura moderna con las proporciones de la arquitectura clásica, a las que consideraba imprescindibles para producir belleza. En su obra teórica “Modulor” propone la medida, basada en la proporción humana, para la creación de cualquier obra, desde un sobre de correos a una ciudad.
Principios básicos de su arquitectura son:
- Construcción sobre pilares o pilotes
- Plantas libres
- Fachadas libres
- Ventanas longitudinales continuas en todo el perímetro del edificio
- Cubiertas terraza-jardín
Ejemplo es la Villa Saboya, de 1930. En 1952 levanta la iglesia de Romchamp (Francia), más expresionista y donde las formas se incurvan, hay quien plantea que por influencia de Gaudí.
En España, el Racionalismo se desarrolla a partir del GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), activo durante la década de 1930. El miembro más relevante es Josep Lluís Sert, autor del Pabellón Español para la Exposición Internacional de París de 1937. Exiliado en EEUU, será catedrático de la Universidad de Harvard, desde donde proyecta la Fundación Miró de Barcelona.
El Organicismo. Wright
En 1933 se produce en Europa un súbito parón en la evolución de la arquitectura, consecuencia, en parte, de la crisis del 29, de las limitaciones creadoras de los fascismos, o de la incomprensión de los principios racionalistas por sus contemporáneos. América, que había recibido de buen grado las ideas venidas de Europa, ve surgir el más impresionante arquitecto americano de este siglo, Frank Lloyd Wright, exponente del Organicismo por excelencia, que parte directamente de las enseñanzas de Sullivan y de la Escuela de Chicago.
Este movimiento trata de integrar a la arquitectura en su ambiente natural, y tiene en cuenta a la persona a quien va dirigida. Parte de un espacio interno de absoluta libertad, y los exteriores son de gran movilidad. Las influencias que se perciben en él son tanto de las casas de campo anglosajonas como de la casa japonesa, con la que tiene claras coincidencias en la elaboración de espacios internos sencillos y poco compartimentados que se continúan y confunden con los externos. Combina los nuevos materiales con los tradicionales como la piedra, la madera o el ladrillo de cara vista. Introdujo muchas novedades como ocultar las instalaciones eléctricas, de agua o gas.
Sus obras más conocidas son la Casa de la Cascada, o Casa Kaufmann, donde la integración entre arquitectura y paisaje es total, y el Museo Guggenheim de Nueva York, de 1959.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Europa emprende la tarea de reconstrucción de las ciudades, por lo que es un momento importante de creatividad urbanística. Modélica es la reconstrucción de Rotterdam bajo los principios de Le Corbusier.