El Primer Franquismo: La Autarquía. España en la Posguerra
España salió de la Guerra Civil comprometida con las potencias fascistas y su situación posterior se vio determinada por su trayectoria durante la II Guerra Mundial. Aun declarándose “no beligerante” – Entrevista de Hendaya entre Franco y Hitler en octubre de 1940. No llegaron a un acuerdo sobre las contrapartidas exigidas por España para participar en la guerra. – Envío de la “División Azul” a Rusia en 1941. “Rusia es culpable“. Se enviaron hasta 18.000 soldados hasta 1944. Entre 1939 y 1945 se desarrolla la “etapa azul” por el predominio falangista en su gobierno, que irá reduciéndose en los años finales de la II Guerra Mundial, a medida que la victoria parecía más cercana para los aliados. Franco buscó maquillar su imagen con la eliminación de los rasgos más declaradamente fascistas, pero no lo consiguió y la colaboración con los países del Eje originó, en 1946, un “cerco internacional“ al régimen de Franco por parte de la ONU, que aconsejó la retirada de embajadores y que provocó un ambiente de xenofobia en el interior. Este aislamiento fue roto por Argentina, desde donde procedía gran parte de los alimentos disponibles en este momento. El franquismo aplicó una política económica autárquica acompañada de una fuerte intervención del Estado.
La situación de “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la URSS existente en este tiempo, con la división en bloques: comunista y capitalista, así como el conflicto de Corea, en 1950, benefició al régimen de Franco. En 1950 la ONU levantó su “veto” contra el sistema político español y autorizó la entrada de España en organismos internacionales. En 1951 los EE. UU., marcados por un fuerte anticomunismo, restablecen sus relaciones con España y en 1953 se firma un tratado entre España y EE. UU. en donde se recibe ayuda económica con créditos para compra de productos agrícolas, materias primas y equipo industrial a cambio de bases militares que se instalaron en Morón, Rota, Zaragoza y Torrejón. “Do ut des“. En 1953 se firma el Concordato con la Santa Sede, incrementando así la colaboración entre Iglesia y Estado. Se admitía la unidad católica y la exención de impuestos de la Iglesia. Se restringieron las libertades clásicas del sistema liberal: de prensa, de reunión, de asociación y se produjo una “depuración”, con la “Ley de Responsabilidades Políticas” en 1939.
La Economía Durante la Autarquía
En la economía es una fase de autarquía. Los objetivos eran evitar todos los intercambios comerciales con el exterior, garantizar el pleno autoabastecimiento agrario e industrial del país y producir todo lo necesario dentro de las propias fronteras para evitar dependencias económicas extranjeras.
- Problemas de abastecimiento: cartillas de racionamiento de los productos de consumo de primera necesidad para evitar el hambre, favoreció el desarrollo del mercado negro.
- La renta “per capita“ española no alcanzó el nivel de 1935 hasta 1952, evidenciando los males de la autarquía: carencia de capitales, descenso de la productividad y envejecimiento del equipo industrial.
Agricultura e Industria
En la agricultura se devuelven a sus antiguos propietarios las tierras expropiadas durante la República y se crean organismos para una reforma “técnica” del campo: regadíos, repoblación de bosques o colonizaciones con nuevos pueblos. En la industria destaca la creación, en 1941, del “holding” INI (Instituto Nacional de Industria), sociedad financiera que controla varias empresas mediante la adquisición de la mayoría de sus acciones), con el fin de potenciar la creación de industrias básicas como electricidad, carburantes, aluminio, textil, siderurgia, etc.
Represión y Oposición
A partir de 1939 los derrotados son exhaustivamente perseguidos. Las autoridades les aplican la “Ley de responsabilidades políticas” de 1939. Las cárceles se llenan de miles de presos acusados de colaborar con la España republicana. La oposición política al franquismo en esta etapa se desarrolló con el fenómeno de la guerrilla antifranquista, el “maquis“, iniciado por el PCE que creía que con acciones constantes se podía conseguir una insurrección popular que acabara con Franco, pero no obtuvo una gran repercusión. Su gran esperanza era que el bando de los aliados acabase con el franquismo en el marco de la Segunda Guerra Mundial. En 1948 decidieron poner fin a la lucha guerrillera e iniciar la acción dentro de las organizaciones legales.
Apertura y Reconocimiento Exterior. Los Años Cincuenta (1953 – 1959)
En 1950 comenzaba la Guerra Fría, abriendo nuevas perspectivas para el régimen franquista. El gobierno de Franco buscaba el reconocimiento diplomático exterior y la normalización de la posición internacional del régimen. Sin aceptar la naturaleza autoritaria del franquismo, lo acogió en sus organismos internacionales. Los acuerdos bilaterales de 1953 con EE.UU. y con El Vaticano tuvieron una gran importancia en este reconocimiento y ayudaron a superar la penuria española de divisas y las urgentes necesidades de importar materias primas y bienes de equipo, así como de alimentos. Tras los acuerdos con EE.UU. España es admitida en la ONU en 1955: se fomentan las relaciones económicas con otros países y se supera la fase autárquica. Aunque no se resuelven los problemas de escasez y carestía alimentaria, sí permitió la eliminación del racionamiento, la desaparición del mercado negro y la estabilidad de precios hasta 1956. Muestra de esta nueva etapa es el recibimiento al presidente norteamericano en 1959, Eisenhower.
Los Tecnócratas y el Plan de Estabilización
En 1957 se produce la entrada en el gobierno de ministros tecnócratas: Ullastres en Comercio y Navarro Rubio en Hacienda, adoptando medidas liberalizadoras que prefiguran el Plan de Estabilización de 1959. Se quería incorporar a España al dinamismo productivo y a la prosperidad por la que atravesaba entonces Europa Occidental.
Formas de Oposición al Régimen
La oposición española en el exterior no logra impedir la entrada de la España franquista en la ONU en 1955. El enfrentamiento con el régimen revistió cuatro formas principales de funcionamiento:
a.- Las huelgas obreras. El Partido Comunista emergió en estos años como la principal fuerza de la oposición en el interior y, a partir de 1957, desarrolló su influencia en el mundo sindical a través de las Comisiones Obreras (CCOO).
b.- La agitación universitaria. (En 1956 se produce la protesta en la Universidad de Madrid con las consecuencias de cierre de la universidad y la detención de universitarios).
c.- El renacimiento de los nacionalismos. (En 1959 se crea la banda terrorista ETA Euskadi ta Askatasuna – Euskadi y Libertad).
d.- La actividad de los exiliados.
Apertura al Exterior y Desarrollo Económico. La España de los Planes de Desarrollo (1959 – 1969)
La apertura internacional favoreció la industrialización y se iniciaron fenómenos como la emigración, el turismo y el desarrollo del comercio exterior. El Plan de Estabilización y Liberalización Económica, 1959, que inicia esta etapa buscaba pasar en poco tiempo de una economía cerrada a otra abierta, con un comercio exterior liberalizado en su mayor parte. Supone una fase de austeridad con medidas como:
- Recorte del gasto público para luchar contra la inflación.
- Congelación de salarios.
- Limitación de horas extras.
- Devaluación de la peseta que pasa de 42 a 60 pts por dólar. Era un cambio más realista que hacía más competitivos los productos españoles.
- Restricción de las importaciones y fomento de las exportaciones para equilibrar la balanza de pagos.
Buscaba un fuerte ritmo de crecimiento, una rápida industrialización y la conexión de la economía española con la internacional. El éxito fue enorme y España conoció una radical transformación económica y social.
Los Planes de Desarrollo
Este desarrollo coincidió en los años sesenta con los Planes de Desarrollo bajo la dirección de López Rodó. Su función era transformar económicamente España reduciendo los desequilibrios regionales, mejorando el nivel de vida de todos los españoles y modernizando las estructuras productivas. Entre 1962 y 1975, tres Planes de Desarrollo, de duración cuatrienal, señalaban el camino que España debía seguir para abandonar el subdesarrollo. Los ministros tecnócratas buscaban: el crecimiento del producto nacional, el pleno empleo, un mejor reparto de la renta y una progresiva integración española en la economía mundial. Tenían el objetivo de programar el crecimiento de diversos sectores de la economía e impulsar el desarrollo de determinadas zonas geográficas con los Polos de Desarrollo. España tuvo en los años sesenta una de las tasas de crecimiento más altas del mundo. Los ingresos por el turismo, las inversiones extranjeras y las remesas de los emigrantes permitieron equilibrar la balanza de pagos, lo cual contribuyó a crear un clima de confianza en los medios financieros y empresariales tanto nacionales como internacionales. España dejó de ser un país atrasado, agrario y rural para transformarse en un país más moderno, industrial y urbano.
Consecuencias Sociales y Ecológicas
- 1.- El rápido proceso industrial dio lugar a una demanda creciente de mano de obra que originó un gigantesco éxodo rural, despoblando la España rural.
- 2- Las migraciones comenzaron a generar otro grave problema social: la situación de los nuevos barrios de residencia obrera: los suburbios de viviendas de mala calidad, construidos sin control sobre su calidad.
- 3.- El aumento de la renta supuso una mejora importante del nivel de vida de los españoles con incorporación a la sociedad de consumo que dio lugar a cambios en las formas de vida y de costumbres con mayor grado de tolerancia y permisividad moral.
- 4.- El desarrollismo tuvo también importantes consecuencias ecológicas con desastres irreparables.
Política Exterior
Los años sesenta supusieron la legitimación definitiva del régimen franquista, aunque en la política exterior no se tuvieron los mismos éxitos:
- 1.- Gibraltar: España consiguió de la ONU una resolución favorable a su descolonización que no fue aceptada por Gran Bretaña, llevando a un cierre de la frontera en 1968.
- 2.- CEE: la inclusión, pedida en 1962, fue imposibilitada por el carácter dictatorial del régimen. Será en 1970 cuando se firme un acuerdo comercial preferente con la Comunidad.
- 3.- Guinea Ecuatorial: el proceso descolonizador culminó en 1968 desembocando en una dictadura antiespañola.
La oposición protagoniza en 1962 el Congreso de Múnich, denominado por la prensa franquista como el “Contubernio de Múnich”.
La Sublevación Militar y sus Causas. La Vida Política en las Dos Zonas. La Intervención Extranjera en el Conflicto
La sublevación que originó el levantamiento militar, fue organizada por Emilio Mola, “El Director”, desde mucho antes de los sucesos de julio y se justificaba en “salvar a España de una revolución bolchevique”. En abril había enviado a los conspiradores la Instrucción reservada número uno. La sublevación, iniciada en Melilla el 17 de julio, pronto triunfó en todo el protectorado marroquí. Dos días más tarde asume el mando Franco, que se había trasladado desde Canarias a Marruecos en un avión inglés alquilado por conspiradores monárquicos.
Causas de la Sublevación
Se aprecian tres elementos fundamentales:
- 1º.- Dimensión socioeconómica: la mayoría de los propietarios respaldaron a los sublevados para defender sus intereses materiales y su modo de vida. Casi todos los trabajadores asalariados y los campesinos sin tierras se movilizaron junto al gobierno republicano con la esperanza de acabar con su miseria.
- 2º.- Diferencias ideológicas: enfrentamiento cada vez más radical y excluyente entre izquierdas y derechas.
- 3º.- Dimensión religiosa: los sublevados se oponen a quienes pretendían reducir la influencia de la Iglesia o incluso habían declarado su disposición a exterminar al clero.
Objetivos de los Sublevados
El objetivo de los sublevados era poner fin al proyecto reformador de la República:
- Acabar con el sistema democrático.
- Defender los intereses de la Iglesia y de los grupos más poderosos en la industria.
- Imponer la supremacía del ejército sobre el poder civil.
- Suspender la descentralización del Estado y las concesiones autonómicas.
El fallido pronunciamiento militar dividió España en dos zonas irreconciliables enfrentadas en guerra fratricida. Se combatió por imponer una dictadura militar o defender la república democrática. En Extremadura la provincia de Cáceres fue controlada por los insurgentes con el apoyo de las autoridades militares, mientras en Badajoz los mandos del Ejército se mantuvieron fieles a la República, controlando su territorio.
Apoyo Internacional
- España Franquista: recibió apoyo incondicional de Alemania, Italia y Portugal. La aportación de Alemania fue fundamentalmente aérea y obtuvo concesiones económicas. Italia, con una gran continuidad, lo hizo con tropas de tierra y barcos de guerra. Portugal mediante el apoyo logístico de sus puertos que facilitaban los suministros a los nacionales y deportaba a los republicanos que cruzaban la frontera.
- España Republicana: sólo México y Rusia acudieron en su auxilio. Rusia, que entendía la guerra española como una manifestación más de la lucha entre democracia y fascismo, aportó el apoyo más destacado con aportación de personal, técnicas y material de guerra. Francia y Gran Bretaña, tenían temor a un enfrentamiento con Alemania y abandonaron a su suerte al gobierno legítimo del país y al propio régimen democrático republicano.
Mientras la intervención de las potencias en la guerra española era creciente, en Londres se organiza un “Comité de No Intervención” en agosto de 1936, en el que participan sin excesivos remordimientos todos aquellos países que tienen hombres y armas en España.
Desarrollo de la Guerra
España Republicana
1.- España Republicana: a raíz de la sublevación de julio se origina una verdadera revolución por parte de las masas obreras como reacción, forzando la caída del gobierno de Casares Quiroga y la formación de otro dirigido por José Giral. En septiembre de 1936 se forma un gobierno de concentración izquierdista dirigido por Largo Caballero, con participación de socialistas, comunistas y anarquistas que pronto, en noviembre, traslada su sede a Valencia.
España Franquista
2.- España Franquista: se unificaron los mandos en el ejército y en el poder político con la Junta de Defensa Nacional, creándose así las bases para el futuro Estado franquista. La muerte del inicial jefe de la conspiración, Sanjurjo, en accidente aéreo, trastocó los planes de liderazgo e hizo destacar a tres generales en el inicio de la guerra: Mola en Navarra, Franco en el Norte de África y Queipo de Llano en Andalucía. Franco consiguió concentrar los poderes políticos y militares siendo nombrado, a partir del 1 de octubre de 1936, “jefe del gobierno del Estado y generalísimo de todos los Ejércitos”. En 1937 se realiza un proceso de unificación entre el carlismo y Falange dando lugar a la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, definida como “Movimiento Nacional”. El gobierno formado tenía su sede en Burgos y estaba compuesto por militares y políticos de derechas en un régimen de dictadura personal que se incrementó tras su victoria en la guerra. En 1938 se promulga el “Fuero del Trabajo“, en cuyo preámbulo se definía por primera vez el nuevo Estado como “Nacional” y “Sindicalista”. Se llevó a cabo una auténtica “contrarrevolución” derogando leyes reformistas como las de Autonomía, Reforma Agraria, Enseñanza, Ley del Divorcio y Matrimonio Civil. Se estableció también la censura previa a toda clase de publicaciones. Durante la guerra destacan las represiones sobre lugares como Badajoz, Málaga y Teruel. La Iglesia se alineó desde el principio con el bando franquista recibiendo amplios beneficios, como sueldo para los sacerdotes y exención del pago de impuestos.