Arquitectura Islámica: Elementos, Evolución y Ejemplos Emblemáticos

Elementos de la Arquitectura Islámica

La arquitectura islámica se caracteriza por el uso de diversos materiales y elementos constructivos, entre los que destacan:

  • Materiales: Yeso, materiales de acarreo, mármol, ladrillo rojo.
  • Elementos sustentantes y sostenidos:
    • Cúpulas nervadas.
    • Arcos de herradura enmarcados en un alfiz.
    • Columnas de acarreo (siglo X). A partir del siglo X, se introducen columnas ex profeso con capitel de avispero, decorado a base de trépano y encintado, sin basa.
    • En la época nazarí, se emplean dos tipos de capiteles: el de mocárabes, decorado con mocárabes en su parte superior, y el de ataurique, un capitel cúbico decorado con bajorrelieves vegetales. Ambos descansan sobre un fuste con basa y anillos en la parte superior.
  • Predominan las techumbres planas con artesonado de madera con decoración geométrica.
  • Se usa la cúpula nervada para permitir la entrada de luz (lucernario) y con suelo de tierra batida.
  • Elementos decorativos:
    • Zócalo de azulejos con decoración geométrica.
    • Franja con decoración epigráfica, con escritura cúfica y epigrafía nasji, sobre el zócalo.
    • Decoración de ataurique, formada por placas de yeso con decoración vegetal estilizada y no naturalista, cubriendo la pared por horror vacui.

La Torre del Oro de Sevilla

La Torre del Oro es una torre albarrana construida durante la ocupación almohade, entre los años 1220 y 1221, como parte de la reconstrucción de la muralla de Sevilla. Su función era impedir el paso por la ribera izquierda del Guadalquivir y controlar la entrada de barcos. Para ello, se utilizaba una cadena que se tensaba desde un pequeño fortín en la orilla derecha, cortando así el tráfico fluvial.

La torre tiene una planta dodecagonal dividida en dos cuerpos:

  • Primer cuerpo: De mayor diámetro, rematado por almenas que refuerzan su carácter defensivo. Presenta una ausencia de decoración, solo las almenas y una arquería en la parte superior.
  • Segundo cuerpo: También de planta dodecagonal, sin decoración.

Se cree que la torre estaba originalmente cubierta por un zócalo de almagra en la parte inferior, mientras que el resto se cubría con azulejos que creaban un juego de luces. En el siglo XVIII, se añadió un remate superior tras el terremoto de Lisboa.

La Mezquita de Córdoba: Evolución y Características

Orígenes e Introducción al Islam

Mahoma, un comerciante que trabajaba para una viuda en La Meca, experimentó una revelación en el año 610. Según la tradición, el Arcángel Gabriel se le apareció y lo eligió como profeta. A través de Gabriel, Alá le reveló las 114 suras que componen el Corán. Tras predicar en La Meca y ser rechazado en el 622 (año de la Hégira), se trasladó a Medina, donde su casa se convirtió en el centro de difusión de los mensajes de Alá. Regresó a La Meca y, tras su muerte en el 632, se inició el periodo de los cinco califas ortodoxos, descendientes directos de Mahoma.

Introducción a la Mezquita

La mezquita es el centro neurálgico del Islam, basada en la casa de Mahoma. La sala de oración se llama haram y el patio, sahn. La mezquita está orientada hacia La Meca, y el muro del fondo que marca esta orientación es la qibla. En el centro de la qibla se encuentra el mihrab, un nicho que indica la dirección de la oración. Si el califa está presente, se reserva un espacio especial llamado maqsura. En el patio, hay una fuente de purificación llamada sabil. También hay un alminar o minarete, desde donde el muecín o almuédano llama a la oración cinco veces al día.

Fases Constructivas de la Mezquita de Córdoba

La Mezquita de Córdoba, una de las representaciones más importantes de la arquitectura omeya, se construyó entre los siglos VIII y X. Originalmente, en su lugar se encontraba la Basílica de San Vicente. Abderramán I compró la basílica en el año 786 e inició las obras de la nueva mezquita.

  • Abderramán I (786): La mezquita original tenía 11 naves orientadas hacia el muro de la qibla, con 12 crujías transversales. La nave central era más ancha que las laterales. Sobre las columnas hay un capitel y, sobre este, una forma tronconizada invertida. Encima del capitel hay un cimacio, y sobre el cimacio descansa un pilar. Antes de pasar al pilar, hay un modillón de rollo que acaba en arco de medio punto. Los arcos de herradura actúan como tirantes. Esta estructura innovadora permitía crear un espacio diáfano, separando al máximo las naves.
  • Hixam I (788-796): Añadió la sala de las abluciones (saqila) para las mujeres y el alminar en el patio.
  • Abderramán III (946): Destruyó el alminar de Hixam I para ampliar el patio. El nuevo alminar tenía almenas escalonadas en el primer cuerpo de planta rectangular, y en el segundo cuerpo, una planta centralizada con cúpula semiesférica rematada con un yamur. Una de las puertas más importantes de la mezquita es la de los Visires, dividida en tres calles. En la principal, se abre un vano de entrada adintelado, rematado por un arco de herradura con un alfiz. Sobre el alfiz, se sitúa una arquería lobulada ciega. Sobre la arquería, hay un tejaroz con modillones de rollo y rematados con almenas escalonadas.

La Maqsura y el Mihrab

La maqsura de la mezquita desemboca en el mihrab, que es poligonal al interior y se complementa con dos lucernarios. El mihrab tiene un arco de herradura que descansa en capiteles avispados y está flanqueado por una galería de arcos trilobulados ciegos. La decoración parte de un zócalo en ataurique. El alfiz que enmarca el arco alterna decoración en ataurique y decoración cúfica, combinando teselas de colores y de pasta vítrea. Este mihrab tiene otra cúpula radiada y nervada, cuyos nervios no se cruzan en el centro, dando lugar a un espacio octogonal. El interior del mihrab es un espacio poligonal cubierto con una cúpula en forma de venera. Sobre el suelo blanco, se levanta una arquería lobulada ciega. Este es el primer mihrab de desarrollo.

Ampliación de Almanzor

Almanzor amplió la mezquita hacia el este, ya que no podía hacerlo hacia el sur debido a la presencia del Guadalquivir. Derribó el muro y añadió ocho naves lateralmente, sin importarle que el mihrab quedara descentrado.