Crisis de la Restauración y Regeneracionismo en España (1898-1931)

El Reinado de Alfonso XIII y la Crisis del Sistema de la Restauración (1902-1931)

El Desastre del 98 marcó el inicio de una nueva fase para el régimen de la Restauración, coincidiendo con el reinado de Alfonso XIII (1902-1931). Los fundamentos de la Restauración se basaban en una monarquía liberal, pero no democrática, sustentada en la Constitución de 1876 y un sistema bipartidista de alternancia pactada y pacífica en el poder. Entre 1898 y 1912, los partidos dinásticos, Conservador y Liberal, liderados por Antonio Maura y José Canalejas respectivamente, intentaron modernizar el sistema. Sin embargo, el periodo de 1917-1923 presenció la crisis definitiva de la Restauración, que culminó en 1923 con el golpe de Estado de Primo de Rivera. La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y el apoyo de Alfonso XIII al nuevo régimen desembocaron en la proclamación de la Segunda República en abril de 1931.

Intentos de Modernización: El Regeneracionismo

El Regeneracionismo surgió como una corriente crítica al sistema de la Restauración, denunciando la corrupción política, el caciquismo y el atraso económico y educativo del país. La figura clave de este movimiento fue Joaquín Costa, quien abogaba por la mejora del sistema educativo, el saneamiento de la deuda pública, el fomento de las obras públicas, la erradicación del caciquismo y la modernización del país. Este ideario fue compartido por algunos políticos:

  • Francisco Silvela: Sucesor de Cánovas en el partido Conservador entre 1902 y 1903, acuñó la idea de “revolución desde arriba” para evitar la “revolución desde abajo”. Sus propuestas se centraban en acabar con la corrupción, el fraude electoral y lograr una mayor participación ciudadana en la política.

El Regeneracionismo Conservador de Antonio Maura

La Ley Electoral de 1907, que declaraba el voto obligatorio, no logró el efecto deseado de sanear las elecciones, sino que agravó las prácticas caciquiles. Se concedió más autonomía a los ayuntamientos y diputaciones mediante el Proyecto de Ley de la Administración Local. Se promulgó la Ley de Colonización Interior para estimular la agricultura y se adoptaron medidas económicas para reactivar la industria. Se aprobó la Ley de Descanso Dominical y se creó el Instituto Nacional de Previsión. El gobierno de Maura estuvo marcado por dos dificultades:

  • La Guerra de Marruecos: En 1906, la Conferencia de Algeciras y las Declaraciones de Cartagena dividieron Marruecos entre Francia y España. España obtuvo el control del norte, donde los rifeños ofrecían resistencia. En 1909, el gobierno envió tropas y movilizó a los reservistas, incluidos casados y con hijos, en Cataluña, lo que generó protestas. Republicanos, anarquistas y socialistas promovieron una huelga contra la guerra de Marruecos que comenzó el 26 de julio.
  • La Semana Trágica de Barcelona: Tras la derrota del Barranco del Lobo y la batalla de Gurugú, se desató la violencia y comenzó un periodo de huelga. Los promotores fueron socialistas, anarquistas y republicanos radicales de Lerroux. Se produjo un fuerte sentimiento anticlerical, con la quema de conventos e iglesias. Una vez sofocada la revuelta, se produjo una fuerte represión y Alfonso XIII forzó la dimisión de Maura.

El Regeneracionismo Liberal de José Canalejas

José Canalejas fue presidente entre 1910 y 1912. Centró su proyecto en la separación de Iglesia y Estado y el reformismo social. Se aprobó la Ley del Candado, que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en España. Se redujo la jornada laboral y se impuso la seguridad social obligatoria. Con la Ley de Reclutamiento se estableció el servicio militar obligatorio en caso de guerra. La Ley de Mancomunidades atendió las demandas del nacionalismo catalán y aceptaba la posibilidad de unión de las diputaciones provinciales para hacerse cargo de la gestión de algunos servicios públicos. Canalejas fue asesinado por un anarquista en la Puerta del Sol en Madrid en 1912, lo que abrió una crisis política.

Eduardo Dato y la Primera Guerra Mundial

En el verano de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. Eduardo Dato, del partido Conservador, declaró la neutralidad de España. Esto favoreció la expansión de la economía: hubo una notable expansión empresarial e industrial, una fuerte acumulación de capitales y un imparable alza de precios que no fueron acompañados de subidas salariales. En consecuencia, se agravó la diferencia social, se produjo una gran agitación y el auge del movimiento obrero, lo que desembocó en el movimiento huelguístico de 1917. Dato fue asesinado en Madrid por un anarquista en 1921.

Crisis y Quiebra del Sistema de la Restauración

En el verano de 1917, la Restauración sufrió una de sus peores crisis al confluir tres conflictos:

  • Crisis Militar: Las Juntas de Defensa. El ejército presentaba un número excesivo de oficiales. El sistema de ascensos favorecía a los militares destinados en África frente a los peninsulares. En junio, presentaron el Manifiesto de las Juntas con sus exigencias, que el gobierno aceptó temeroso.
  • Crisis Política: La Asamblea Parlamentaria. La oposición reclamó la apertura de las Cortes. Dato se negó y aumentó la censura. En reacción, la Lliga Regionalista convocó a todos los senadores y diputados con la intención de modificar la Constitución, descentralizar el Estado y aprobar la autonomía para Cataluña. La iniciativa no prosperó.
  • Crisis Social: La Huelga General de Agosto. La CNT y la UGT firmaron un manifiesto por el que instaban al gobierno a contener los precios bajo amenaza de huelga general. Fracasó por la falta de apoyo entre los campesinos y la fuerte represión militar (se declaró la Ley Marcial).

La Guerra de Marruecos: El Desastre de Annual (1921)

El Desastre de Annual fue la mayor derrota que sufrieron los españoles en Marruecos, con numerosas bajas (13.000). Se achacó el desastre a la ineptitud de los mandos militares, los generales Silvestre y Berenguer. Se creó una comisión presidida por el general Picasso que envió un expediente a las Cortes para dirimir responsabilidades políticas y militares, entre las que se encontraba el propio monarca. El golpe militar de Primo de Rivera impidió que se discutiera en el Parlamento.