Restauraciones Absolutistas y Trienio Liberal en España: Fernando VII (1814-1833)

Restauraciones Absolutistas y Trienio Liberal en España: El Reinado de Fernando VII (1814-1833)

La Primera Restauración Absolutista

El Tratado de Valençay marcó la liberación de Fernando VII de su prisión y la devolución por parte de Napoleón de los territorios ocupados durante la guerra a España, reconociendo la soberanía española sobre estos. España se comprometió a mantenerse neutral en las guerras napoleónicas, devolver los derechos a los afrancesados, firmar un tratado de comercio con Francia (beneficioso para esta última) y otorgar una pensión de 30 millones de reales anuales a los padres del rey.

Regreso de Fernando VII a España (22 de marzo de 1814)

Se estableció un itinerario para el regreso del rey a Madrid, pero este, en señal de protesta, se dirigió a Valencia con el general Elío. Las Cortes enviaron al primo del rey para presentarle las Cortes, pero Fernando VII ignoró su petición. En cambio, prestó atención al Manifiesto de los Persas, firmado por 69 diputados, que solicitaban la restauración del régimen absolutista. El 4 de mayo, Fernando VII firmó el Real Decreto que disolvía las Cortes, abolía la Constitución de 1812 y declaraba nula toda la acción de las Cortes de Cádiz, como si la Constitución nunca hubiera existido.

Esta acción provocó una fuerte represión contra liberales e ilustrados, restaurando el Antiguo Régimen (gremios, Consejo de Castilla, Inquisición, etc.). Se produjo un desinterés por los asuntos exteriores, como el comercio, llevando a España a una quiebra económica que generó malestar social e intentos militares de restaurar la Constitución.

El Trienio Liberal (1820-1823)

El 1 de enero de 1820, en Las Cabezas de San Juan, Rafael Riego proclamó la Constitución de 1812. Se negó a embarcar en un viaje hacia América en barcos construidos con madera del norte (comprados a Rusia debido a la precaria situación de la flota española) que se encontraban en un estado deplorable. Riego, con su ejército liberal, recorrió Andalucía proclamando la Constitución. Se produjeron levantamientos en Galicia y, posteriormente, en otras regiones como Cataluña, fortaleciendo a las fuerzas liberales. En Ocaña, el ejército se adhirió a la causa liberal y, como consecuencia, el 8 de marzo, el rey, por temor, juró la Constitución. El 9 de marzo se creó la Junta Provincial de Gobierno y el 10 de marzo de 1820, Fernando VII firmó un manifiesto en el que apoyaba plenamente la Constitución, demostrando así su falta de convicción.

Política Liberal

Se intentó aplicar de nuevo la Constitución de 1812, con la libertad de prensa y todos los derechos individuales. Participaron muchos de los redactores de la propia Constitución. La Iglesia fue apartada de los órganos de poder, se expulsó a los jesuitas y se disolvieron algunas órdenes monásticas.

Los liberales se dividieron en dos grupos:

  • Moderados o doceañistas:
    • Partidarios de pactar.
    • Querían implicar a la Corona en el proceso reformista.
    • Buscaban un sistema estable.
  • Exaltados o veinteañistas:
    • Sector más radical, querían eliminar el Antiguo Régimen.
    • No creían que los absolutistas quisieran dialogar en el proceso reformista.
    • Medidas radicales:
      • Ampliación del sufragio universal masculino.
      • Reducir el poder de la Iglesia.
      • Creación de un Estado más centralizado.

Entre las actuaciones legislativas destacan:

  • La creación del primer código penal moderno.
  • La abolición de aduanas, nuevos señoríos y privilegios gremiales.
  • La desamortización de bienes eclesiásticos.
  • La implantación de la enseñanza pública y gratuita.
  • El servicio militar obligatorio.
  • Se intentó una reforma de la Hacienda pública, sin éxito.

Conspiración Absolutista

Desde el primer momento, hubo intentos de derrocar a los liberales, incitados por Fernando VII. Contaron con el apoyo de los sectores más conservadores y del campesinado (Cataluña, Navarra, etc.). Destacan dos hechos: la sublevación de la Guardia Real en 1822 y la Regencia de Urgel en 1822.

El acontecimiento decisivo fue la intervención del ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis, enviados por el Congreso de Verona el 22 de octubre de 1822, tras la petición de ayuda de Fernando VII, quien alegó haber sido depuesto del poder. Este ejército, compuesto por franceses y absolutistas españoles, entró en España el 7 de abril de 1823, bajo el mando de Luis de Borbón (primo del rey). Apenas encontraron resistencia, ya que los liberales se replegaron continuamente hasta llegar a Cádiz con el rey, a quien defendían sin saber que él los había traicionado. Durante la huida, el rey fue detenido y declarado mentalmente incapacitado al negarse a continuar. El 1 de octubre fue liberado, seguido de la firma del Decreto de restauración absolutista.

La Segunda Restauración Absolutista (Década Ominosa)

  1. Represión, especialmente en Andalucía: Riego fue ahorcado el 7 de noviembre de 1823. Torrijos (combatiente de la Guerra de la Independencia) fue traicionado por un compañero y fusilado. Mariana Pineda fue ejecutada a garrote vil en Granada. Se produjo un exilio liberal hacia ciudades como Londres.
  2. Apoyo a la Iglesia, principal aliado de Fernando VII: La represión se llevó a cabo utilizando los secretos de confesión para descubrir a los absolutistas y acusar a los liberales para ejecutarlos.
  3. Cambios en la organización del Estado: Formación de escuadrones locales, modernización de la administración (como el Consejo de Ministros) debido a la escasez de recursos. Se reorganizó la Hacienda, con la elaboración de presupuestos y la unificación de las cuentas del Estado. La economía experimentó un despegue, pero España quedó rezagada en la Revolución Industrial debido a la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis.
  4. Resistencia liberal: Hubo resistencia en el interior a través de sociedades secretas, que no lograron sus objetivos. En el exterior, grupos de exiliados enviaban dinero a estas sociedades secretas.