Recursos Energéticos y Transformación Industrial en España: Un Análisis Detallado

Recursos Energéticos y Transformación Industrial en España

Las fuentes de energía son los recursos que proporcionan la fuerza necesaria para llevar a cabo un trabajo. Son fundamentales en todo sector económico, principalmente en la industria (para transformar materias primas). España es un ejemplo de desequilibrio y dependencia energética, con un consumo que se ha incrementado desde el inicio de la industrialización.

Fuentes de Energía Convencionales

Carbón

El carbón es una roca estratificada de color negro, formada por la descomposición de restos vegetales. Su calidad depende de su antigüedad. Fue el único combustible en la Primera Revolución Industrial. Su consumo y producción crecieron debido al proteccionismo. Este crecimiento se mantuvo hasta la posguerra, aunque durante la Guerra Civil no se dispuso de la tecnología necesaria. El fin de la autarquía supuso un uso masivo del petróleo. La crisis energética de 1975 impulsó el consumo y producción de carbón, reduciendo el uso de petróleo. Desde 1984, el consumo se ha mantenido, pero la producción ha disminuido debido a yacimientos agotados o de mala calidad, la disminución de la demanda, el alto coste de la explotación y la entrada en la Comunidad Europea (que liberalizó los precios). La producción se concentra en 13 cuencas (asturiana-leonesa-palentina y de Teruel), pero no permite el autoabastecimiento. Su principal destino es la producción eléctrica en centrales térmicas.

Petróleo

El petróleo es un aceite mineral de color muy oscuro, compuesto por hidrocarburos. Se forma por la descomposición de organismos durante millones de años. Desde 1960, el petróleo ha sido la principal fuente de energía debido a su bajo coste. Su precio subió en 1973. El consumo se mantuvo hasta 1979 (segunda crisis). Desde entonces, el consumo ha crecido debido a la demanda del transporte.

Gas Natural

El gas natural es una mezcla de hidrocarburos gaseosos, donde predomina el metano. Se encuentra en yacimientos subterráneos. Su consumo comenzó en 1969. Desde 1976, ha experimentado un gran crecimiento debido a su alto poder calorífico, menor precio y menor contaminación. Se espera que su consumo crezca en el futuro. La producción, principalmente en el País Vasco, es insuficiente para el autoabastecimiento, por lo que requiere importación. Se utiliza para fines caloríficos (industria, hogares), obtención de derivados en la petroquímica y producción de electricidad en centrales térmicas convencionales, de ciclo combinado o cogeneración.

Energía Nuclear de Fisión

La energía nuclear de fisión se obtiene mediante la separación de átomos pesados de uranio. Su uso comenzó en 1969 (crisis del petróleo). Desde 1984, su expansión se ha paralizado. Su futuro es incierto. La producción se realiza con uranio importado. Se utiliza principalmente para producir electricidad y en medicina.

Energía Hidráulica

La energía hidráulica proviene del agua embalsada. Se hace saltar por tuberías, moviendo turbinas conectadas a un generador que transforma la fuerza mecánica en electricidad. Tuvo un gran desarrollo entre 1940 y 1970, pero ahora está estancada. No se esperan incrementos en el futuro. La producción se concentra en zonas con desniveles topográficos y ríos caudalosos. Se utiliza para la producción de electricidad en centrales hidroeléctricas.

Fuentes de Energía Renovables

Las fuentes de energía renovables tienen su origen en recursos inagotables, son limpias y presentan dispersión. Su uso comenzó con la crisis del petróleo. Su implantación ha sido lenta debido a su mayor precio (y desarrollo tecnológico). En la actualidad, se fomenta su uso para reducir la contaminación. España cuenta con condiciones favorables para su desarrollo. Se utilizan para generar energía eléctrica, térmica o mecánica.

  • Minicentrales hidráulicas: Centrales de poca potencia que utilizan el salto de ríos o canales de riego para producir electricidad.
  • Biomasa: Obtenida de residuos biológicos agrícolas, ganaderos y forestales, así como de subproductos de industrias agroalimentarias y de la madera. Al quemarse, produce energía térmica; al fermentar, biogás. Está en desarrollo. Incluye la biomasa verde (cultivo energético para biocarburantes de transporte).
  • Eólica: Utiliza la fuerza del viento para producir energía mecánica o eléctrica. Su crecimiento se debe a la reducción de costes. Se concentra en zonas con vientos intensos, constantes y regulares.
  • Solar: Utiliza el calor y la luz del sol. Las centrales solares térmicas usan placas para calentar agua y calefacciones domésticas. Las centrales termoeléctricas usan espejos para producir vapor. Las centrales fotovoltaicas usan paneles de silicio para convertir directamente la luz solar en electricidad, tanto en grandes centrales como en pequeñas instalaciones rurales (huertas solares).
  • Geotérmica: Utiliza el vapor o agua caliente subterránea. En España, su uso es muy escaso, limitándose al uso térmico para calefacción.
  • Mareomotriz: Utiliza la fuerza del agua marina. En España, se están construyendo centrales experimentales en el norte peninsular.

La Reestructuración Industrial en España (1855-1975)

Reconversión Industrial

El objetivo de la reconversión industrial era actuar en un breve período de tiempo sobre sectores industriales en crisis, realizando ajustes para lograr viabilidad y competitividad. Las actuaciones incluyeron ajustar la oferta productiva a la demanda (cierre de empresas, regulaciones de plantilla, especialización y modernización). Los sectores afectados fueron los industriales maduros con importante participación en la producción y el empleo: siderometalúrgico, construcción naval, equipo eléctrico, textil y calzado, electrodomésticos y cinco multinacionales aisladas. Los resultados fueron una fuerte reducción del empleo y la concentración de actuaciones en grandes empresas, excluyendo a las pymes. Sin embargo, sentó las bases para la recuperación.

Reindustrialización

El objetivo de la reindustrialización era recomponer el tejido industrial de las zonas más afectadas por la reconversión, creando nuevas actividades económicas e industrias con futuro, para diversificar la actividad económica y generar empleo, absorbiendo a los parados de la reconversión. La principal actuación fue la creación de Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR en 1983) con un período máximo de vigencia de 3 años. Las empresas en estas áreas, si generaban empleo y eran viables, recibían incentivos fiscales y financieros, así como subvenciones por incorporar a parados.