Glosario de Términos Clave del Siglo XIX Español

Definiciones:

Deuda nacional: Se refiere a los compromisos económicos contraídos por el Estado para hacer frente al aumento creciente de gastos. El origen está en la falta de ingresos como consecuencia de una política fiscal que exime del pago de impuestos a los sectores más ricos y no logra aumentar la recaudación. La deuda se concreta en créditos bancarios y títulos de deuda pública, cuya amortización e intereses hacen que crezca constantemente a lo largo del siglo XIX, convirtiéndose en el principal problema económico del estado.

Riqueza muerta: Esta expresión hace alusión a las tierras y bienes inmuebles que tenían la condición de amortizados y no se podían vender. Generalmente son propiedades de la iglesia católica, pero también de los ayuntamientos, de la nobleza o de la casa real. En muchos casos no estaban explotados por sus dueños.

Isabel II: Reina de España de 1833 a 1868. Su llegada al trono provocó la Primera Guerra Carlista. Durante su reinado se consolidó la revolución liberal, tanto en el plano político (fin del Antiguo Régimen) como en el económico (privatización de la tierra). Los problemas políticos y económicos provocaron una revolución (La Gloriosa) que provocó su exilio.

La soberanía reside esencialmente en la Nación: El concepto de nación surge a partir del pensamiento ilustrado y se desarrolla en el liberalismo. Esta expresión indica que el poder lo detentan los ciudadanos que constituyen la nación, quienes lo delegan, por medio del voto, en sus representantes. Es uno de los principios básicos del liberalismo político.

Cortes: Órgano legislativo y representativo de la nación; en ocasiones también controlan al gobierno. En España se inaugura con la Constitución de 1812. En los textos constitucionales españoles ha predominado el bicameralismo (Congreso y Senado) salvo en las Constituciones de 1812 y 1931.

Monarquía: Régimen político en el que el Jefe del Estado es un rey o reina. En la mayoría de los casos el cargo se transmite hereditariamente de padres a hijos. La monarquía moderada se caracteriza por el equilibrio de poder entre la corona y la representación de la nación depositada en el parlamento. Este tipo de monarquía se establece a lo largo del siglo XIX como consecuencia de las revoluciones liberales.

La década moderada del reinado de Isabel II (1844-1854): Isabel II reinó desde 1833-1868. Una profunda transformación de la sociedad española gracias al asentamiento del liberalismo.

El Reinado de Isabel II: Un Periodo de Transformación

Un reinado muy complejo en el que se sucedieron dos regencias, dos guerras carlistas, varias constituciones y sublevaciones. El comienzo de su reinado estuvo marcado por el conflicto sucesorio y la 1ª guerra carlista derivada de él, lo que obligó a la regente, la reina María Cristina, a buscar el apoyo de los liberales que desde el gobierno implantaron definitivamente el liberalismo. Se alternaron en el poder las dos tendencias del liberalismo, los progresistas y los moderados. Algunas de las figuras clave fueron Mendizábal y el general Espartero, triunfador en la guerra y regente. En el año 1837 se aprobó una nueva constitución que recogía los principios básicos del liberalismo progresista (soberanía nacional, división de poderes) pero también con concesiones a los moderados (bicameralismo, amplios poderes de la corona). España quedó dividida en 49 provincias. La llegada al poder de los moderados en 1844 tras el fracaso de la regencia de Espartero les permitió consolidar su modelo político durante 10 años en la llamada “Década Moderada”. El general Narváez fue el protagonista indiscutible en estos años. Nueva constitución en 1845. En ella se reconocía la soberanía compartida entre las Cortes y la corona, que disfrutaba de amplias prerrogativas como poder ejecutivo y nombraba a los miembros del Senado disminuyendo así el poder de las Cortes; un voto censitario muy restrictivo que limitaba a solo el 1% de la población la posibilidad de votar; el carácter confesional del Estado que se comprometía además a mantener el culto y al clero. Se establecía una organización administrativa centralizada, en la que ayuntamientos y diputaciones eran controlados por el gobierno. Se reconocían formalmente derechos individuales, estos quedaron muy limitados por las leyes posteriores que los desarrollaron. Los moderados llevaron a cabo una política que favoreció a la iglesia, intentaron mejorar la situación financiera del Estado con una reforma fiscal. El carácter cada vez más autoritario y conservador del gobierno, sumado a los graves problemas económicos, provocó numerosos pronunciamientos y motines que junto a los progresistas en 1854, dando paso al “Bienio Progresista” en el que se restauraron muchos de los principios del progresismo. Los moderados de Narváez regresarían al poder lo que acabaría provocando el fin del reinado de Isabel II, expulsada del país por una revolución conocida como la “Gloriosa” en 1868.