El Realismo y el Naturalismo: Características Generales
A mediados del siglo XIX, una nueva corriente cultural y literaria emergió ante el agotamiento del Romanticismo: el Realismo. Este movimiento sustituyó la exaltación romántica de la libertad individual por el propósito de explicar y analizar la realidad social.
Los conflictos sociales entre la burguesía dominante y los obreros, consecuencia de las transformaciones sociales provocadas por la Revolución Industrial, dieron lugar al crecimiento de la industria y la concentración de población. En 1848, Marx y Engels publicaron el Manifiesto Comunista. El marxismo pretendía transformar y construir un nuevo mundo libre de injusticias y desigualdades. Además del marxismo, el positivismo de Comte, el darwinismo y el determinismo de Mendel influyeron sobre los escritores realistas y naturalistas, quienes imitaron el método científico para reflejar la realidad social.
La novela realista se inauguró en Francia con La comedia humana de Balzac, seguida por Stendhal y Flaubert, con la obra cumbre del realismo europeo, Madame Bovary. Su protagonista guarda similitudes con La Regenta de Clarín y Ana Karenina de Tolstoi. El aburrimiento, la frustración y el ansia de libertad son el denominador común a las tres.
El realismo es un periodo de grandes novelistas europeos. En Inglaterra, Charles Dickens es el autor de obras como David Copperfield y Oliver Twist, que denuncian injusticias sociales.
En la segunda mitad del siglo XIX, la novela rusa espiritualista de Tolstoi (Ana Karenina y Guerra y Paz) y el tono pesimista de Fiodor Dostoievski (Crimen y Castigo, Los hermanos Karamazov) cambiaron la estética del Realismo.
En España, se admite 1868, año de la Gloriosa (revolución burguesa contra Isabel II), como el inicio del Realismo. Dos años más tarde se publicó la primera novela de Galdós, La Fontana de Oro. Sin embargo, hacia mitad de siglo había empezado el Prerrealismo con Cecilia Böhl Faber, autora de La Gaviota, y Pedro Antonio de Alarcón, autor de El sombrero de tres picos.
Escritores del Realismo en España
Dentro del Realismo, se pueden destacar dos grupos de escritores atendiendo a su ideología:
Conservadores:
- José María de Pereda: Sus obras, como Peñas Arriba, Sotileza o Pedro Sánchez, reflejan una alabanza a la vida en la aldea frente al menosprecio de la corte.
Liberales:
Defienden la sociedad urbana y el progreso de la clase media, al tiempo que atacan el fanatismo religioso.
- Juan Valera: Fue muy crítico con el Realismo. Sus obras ofrecen una visión idealizada de la realidad. Pepita Jiménez es una de las grandes novelas psicológicas de tema amoroso del siglo XIX.
- Benito Pérez Galdós: Representa el nacimiento de la novela española en la segunda mitad del siglo XIX. Escritor de gran inventiva, creó un complejo mundo de ficción con cerca de 8000 personajes, 32 novelas, 46 episodios nacionales y 24 obras de teatro. Pasiones, debilidades y sufrimientos cobran vida en un contexto urbano descrito con precisión. En 1897 ingresó en la RAE y su discurso se inició con las palabras que definen la novela galdosiana: “Imagen de la vida es la novela”.
- Leopoldo Alas, Clarín: Defendió una literatura crítica y combativa, de denuncia a la corrupción política y el caciquismo. Autor de artículos y cuentos, sus dos grandes novelas son La Regenta y Su único hijo.
Características de la Novela Realista
La novela realista se caracteriza por:
- Mantener una postura crítica ante la sociedad, con la intención de denunciar y cambiar las miserias de la vida.
- Temas presentes en la clase media: poder, dinero, influencia social o las cuestiones políticas del momento. El eje temático es el conflicto entre el individuo y la sociedad moderna en la que vive.
- Atmósferas y ambientes objetivos que reflejen el medio en el que viven los personajes: reuniones en el casino, cultos religiosos, comidas…
- Descripción verosímil de personajes.
Para ello, se sirve de las siguientes técnicas narrativas:
- Observación de la realidad como materia científica.
- Descripción fidedigna del medio y los personajes.
- Narración objetiva, normalmente en 3ª persona omnisciente.
- Lenguaje y estilo austeros. Reflejan el habla de los grupos sociales.
Benito Pérez Galdós (1843-1920)
Benito Pérez Galdós representa el nacimiento de la novela española en la segunda mitad del siglo XIX. Escritor de gran inventiva, creó un complejo mundo de ficción con cerca de 8000 personajes, 32 novelas, 46 episodios nacionales y 24 obras de teatro. Pasiones, debilidades y sufrimientos cobran vida en un contexto urbano descrito con precisión. En 1897 ingresó en la RAE y su discurso se inició con las palabras que definen la novela galdosiana: “Imagen de la vida es la novela”.
Las características principales de Galdós son:
- Intención didáctica.
- Descripciones minuciosas.
- Digresiones que detienen el ritmo.
- Narrador omnisciente en 3ª persona.
- Multiperspectivismo: presentar a un personaje mediante varios puntos de vista (similar a Dostoievski).
- Monólogo interior.
- La realidad es lo material, pero también lo espiritual, de ahí que incorpore el mundo de los sueños, alucinaciones y locuras.
- Gran gama de individuos: dementes, rebeldes, neuróticos…
- Sentido del humor mediante cosificación, animalización o ironía.
- Retorno del mismo personaje en distintas obras con el objetivo de fidelizar al lector (similar a Balzac).
- Naturalidad expresiva.
- Personajes históricos (Isabel II, Primo de Rivera…).
Su obra narrativa se divide en Episodios Nacionales y sus novelas:
Episodios Nacionales
Conjunto de 46 novelas históricas agrupadas en cinco series que pretenden narrar la historia de España desde la batalla de Trafalgar hasta la Restauración. Su intención era didáctica: reproducir el pasado para comprender el presente.
Novelas
Se dividen en tres épocas:
Novelas de la primera época/novelas de tesis
Combaten el fanatismo religioso y el caciquismo, ambientadas en los orígenes de la revolución española.
El audaz, La familia de León Roch y Doña Perfecta.
Novelas contemporáneas
Como el escritor las bautizó. Son las novelas ambientadas en Madrid, objetivas, en las que el autor repasa la vida de las gentes de muy distinto estado y condición, con sus conflictos y sentimientos.
La desheredada, Fortunata y Jacinta, Tormento, La de Bringas, Miau…
Novelas espirituales
Se centran en el interior de los personajes, en los valores morales y en el rechazo por lo material. Son novelas innovadoras que introducen el monólogo interior y elementos fantásticos en títulos como Torquemada, Nazarín, El abuelo y, sobre todo, Misericordia.
Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901)
Su obra se vincula a Oviedo, donde estudió el Bachillerato. En Madrid continuó sus estudios y entró en contacto con la Institución Libre de Enseñanza. Con temprana vocación periodística, escribió poesía, cuentos publicados en prensa (Pipá y Adiós, cordera), artículos de costumbres, artículos de crítica literaria e incluso artículos políticos posicionándose a favor de la Revolución y el krausismo. Firmó su obra bajo el pseudónimo Clarín.
Su gran novela, La Regenta, se desarrolla en Vetusta (Oviedo). La protagonista, Ana Ozores, casada con el exregente de la Audiencia, veinte años mayor que ella, es una mujer retraída y frustrada. Sobre ella ejerce gran influencia su confesor, don Fermín de Pas, magistral de la catedral. Mientras, don Álvaro Mesia, un don Juan atractivo y seductor, apuesta en uno de sus juegos de salón que logrará conquistar a Ana. Ella cae en sus brazos y el joven reta en duelo a Don Victor, quien muere al intentar recuperar su honra. Vetusta rechaza a la protagonista por el adulterio cometido, mientras Don Fermín, desde su confesionario, ejerce el control social de la ciudad.
La novela no fue bien recibida entre ciertos círculos de la sociedad ovetense, especialmente por el cabildo y la Iglesia, e incluso fue una lectura censurada.
La novela aborda temas atemporales como el amor, el adulterio, la ambición, el poder de la Iglesia, la envidia y la seducción. La trama gira en torno a la caída moral de la protagonista hasta llegar al adulterio (igual que le sucede a Madame Bovary).
La fama de esta novela ha oscurecido injustamente a Su único hijo. Ambas comparten la crítica a la sociedad provinciana y el tema del adulterio.
Las características de la novela son:
- Narrador omnisciente.
- Descripción minuciosa de ambientes y personajes.
- Ironía (“La heroica ciudad dormía la siesta”).
- Estilo directo y estilo indirecto libre (sirve para revelar la reflexión íntima de los personajes).
- Flashback.
- Técnicas naturalistas: descripción de síntomas de la neurosis, histeria, traumas infantiles, fetichismo o interpretación de los sueños.