Panorama del Teatro y la Poesía en España en 1936: Autores y Tendencias Clave

Teatro en 1936: Contexto y Tendencias

El teatro de 1936 estuvo condicionado por varios factores:

  • Predominio de locales privados enfocados en el gusto del público.
  • Presencia dominante de un público burgués que demandaba un teatro conservador.
  • Influencia de experiencias innovadoras que triunfaban en Europa.

Se pueden distinguir dos tendencias principales:

Teatro Comercial

Este teatro seguía los gustos del público y se dividía en tres subgéneros:

Teatro Realista

Presentaba una crítica suave de los conflictos morales de la burguesía, con ambientes lujosos y un lenguaje cuidado. Jacinto Benavente, Nobel de Literatura en 1922, fue su máximo representante. Sus obras, como Los intereses creados y La Malquerida, abordaban conflictos matrimoniales y la vida de las clases altas.

Teatro Cómico

Preferido por las clases populares, con temas superficiales y tramas sencillas. Carlos Arniches fue un autor popular del género chico y sainetes, reflejando el habla popular de Madrid. Obras destacadas incluyen Los milagros del jornal y La señorita de Trevélez. Pedro Muñoz Seca, con más de 200 obras, cultivó la comedia de costumbres, parodias literarias y el astracán. También destacaron Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, con su costumbrismo andaluz.

Teatro Poético

Mezclaba el drama histórico-romántico con un lenguaje modernista. Eduardo Marquina destacó con obras como Las hijas del Cid (drama histórico), El pobrecito carpintero (drama rural en verso) y La princesa juega (comedia realista en prosa). Otros autores fueron Manuel y Antonio Machado, con La Lola se va a los puertos.

Teatro Renovador: La Vanguardia y Lorca

Un grupo de autores intentó renovar la escena española, inicialmente con intentos aislados que atraían a un público selecto. Surgieron agrupaciones independientes como el Teatro de la Escuela Nueva. Durante la II República, iniciativas como las Misiones Pedagógicas y grupos como El Búho y La Barraca promovieron la cultura y el teatro. La renovación llegó incluso al teatro comercial.

Federico García Lorca

Con una fuerte personalidad, Federico García Lorca fue el mejor representante de la fusión tradición-vanguardia. Su obra teatral se centró en el enfrentamiento entre la sociedad represiva y el deseo de libertad, con mujeres protagonistas. Sus rasgos incluyen la búsqueda del espectáculo total, un acercamiento al público popular, ambientes opresivos y un lenguaje poético. Su obra se divide en farsas y poemas dramáticos, un ciclo hermético influido por el surrealismo y un ciclo trágico con protagonismo femenino.

Otros Dramaturgos

Se pueden distinguir dos grupos: autores teatrales y escritores que también incursionaron en el teatro.

  • Alejandro Casona: Alcanzó la fama con Nuestra Natacha en 1936.
  • Jacinto Grau: Creador del teatro poético, con obras como El conde Alarcos, El señor de Pigmalión y Don Juan de Carillana.
  • Miguel de Unamuno: Creó un teatro filosófico, destacando su obra Fedra.
  • Azorín.
  • Rafael Alberti: El hombre deshabitado.
  • Miguel Hernández: El labrador de más aire.
  • Max Aub: Espejo de avaricia.
  • Ramón Gómez de la Serna.

Poesía en 1936: Entre la Vanguardia y el Compromiso

La poesía de 1936 se caracterizó por una literatura de propaganda ideológica, con Miguel Hernández como autor más importante. Su poesía evolucionó desde la innovación vanguardista hasta la rehumanización, con temas centrados en sentimientos humanos. Su trayectoria se divide en cuatro etapas: primeras composiciones, poesía amorosa, poesía social (Vientos del pueblo) y poesía de los últimos años escrita en la cárcel.

A partir de 1939, la poesía estuvo marcada por la Guerra Civil, el exilio y el rechazo de la tradición cultural anterior. No hubo una corriente estética dominante, sino que coexistieron distintas corrientes líricas.

Poesía Arraigada

Esta línea poética se caracterizó por la exaltación nacionalista y la evasión de la realidad, con revistas como Escorial y Garcilaso. Sus rasgos principales fueron imágenes armónicas del mundo, expresión de la fe, una visión con sentido de la vida y una expresión mesurada y serena. Luis Rosales fue su gran representante.

Poesía Desarraigada

Los poetas de esta corriente se sentían angustiados en España, viendo el mundo como un caos y buscando orden en la poesía. Dámaso Alonso inició esta corriente con Hijos de la Ira, que presentaba una imagen monstruosa del mundo y una visión del hombre como criatura. Expresaba una doble angustia: existencial y debida al contexto histórico.