Transformación de España: Del Antiguo Régimen al Estado Liberal

Introducción: Tras la muerte de Fernando VII en 1833, España experimentó una profunda transformación política, social y económica. Este período marcó la supuesta victoria de los liberales sobre el Antiguo Régimen y la construcción del Estado liberal. En un contexto europeo de consolidación de la sociedad burguesa, basada en el liberalismo y el sistema capitalista, España se incorporó a este proceso durante los reinados de Isabel II, Amadeo I de Saboya y la I República. La revolución liberal y la consolidación del capitalismo fueron los ejes de este cambio.

Características de la Sociedad Burguesa

La sociedad burguesa, que emergió tras el Antiguo Régimen, se caracterizó por:

  • La aparición del estado constitucional, fundamentado en la libertad e igualdad de los ciudadanos, la división de poderes y la soberanía nacional.
  • Grandes cambios económicos, incluyendo el crecimiento demográfico, la libre contratación de la fuerza de trabajo, un nuevo concepto de propiedad, la libre circulación de capital y el mercado nacional.
  • Una nueva forma de pensar basada en la razón y la ciencia para fomentar el crecimiento económico y el desarrollo.
  • La burguesía como clase social dominante, que garantizaba la producción de capital y el sistema capitalista.

En España, la revolución liberal burguesa se caracterizó por su fragilidad y lentitud debido a diversas dificultades. La Revolución Francesa sirvió como un importante ejemplo a seguir.

Aspectos Políticos

España alcanzó el sistema constitucional en circunstancias especiales, con grupos carlistas opositores y una división entre los constitucionalistas (moderados y progresistas). Los intentos de democratización por parte de los progresistas fracasaron debido a su incapacidad para mantenerse en el poder. Esto resultó en periodos de gobierno inestables, con diferentes constituciones y el surgimiento de nuevas ideologías como el socialismo y el anarquismo.

Aspectos Económicos

Los liberales trabajaron para reemplazar las estructuras del Antiguo Régimen (señoríos y gremios) por la propiedad privada y la libertad comercial e industrial. El proceso de desamortización, que buscaba crear nuevos propietarios agrícolas y dinamizar la economía, no tuvo el resultado esperado. La nobleza y la alta burguesía se convirtieron en terratenientes, aunque se logró aumentar la producción agrícola y obtener fondos para las guerras carlistas. La industrialización fue lenta y tardía, con la excepción del País Vasco y Cataluña, que ya estaban industrializadas junto a las grandes ciudades.

Aspectos Sociales

La demografía experimentó un cambio significativo, pasando de altas tasas de mortalidad y natalidad a un crecimiento sostenido y una disminución de la mortalidad. Este aumento de población provocó migraciones hacia las ciudades industrializadas, donde surgió una clase burguesa que intentaba imitar las costumbres europeas. Esta burguesía, compuesta por rentistas, administrativos y militares, apoyaba la monarquía moderada, a diferencia de los campesinos, que se mostraban más proclives a la conflictividad y la lucha por sus derechos.

Aspectos Culturales

Los gaditanos intentaron abolir la Inquisición y expulsar a los jesuitas, aunque sin éxito inmediato. Las tendencias más progresistas buscaron separar el Estado y la religión, y se promovió la enseñanza como forma de modernizar el país. A pesar de los esfuerzos, el analfabetismo seguía siendo alto (80% de la población) hasta la creación de la Institución de Enseñanza en 1873.