Tomás de Aquino: Alma, Cinco Vías y Ética Tomista

El Alma según Tomás de Aquino

Tomás de Aquino, al igual que Aristóteles, distingue cinco potencias o funciones del alma:

  • Vegetativa: principio de la vida en general.
  • Sensitiva: principio del conocimiento sensible, incluyendo los cinco sentidos externos, la imaginación o fantasía y la memoria sensible.
  • Apetitiva: dirige los instintos y tendencias corporales.
  • Locomotiva: principio del movimiento corporal.
  • Intelectiva: principio del pensamiento racional (entendimiento) y de las decisiones libres (voluntad). Esta última es objeto de un tratamiento platónico. La considera creada por Dios, de naturaleza espiritual e inmortal. Esta adaptación era imprescindible para respetar el dogma cristiano.

Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios

Las cinco vías tomistas son las siguientes:

  • Primera vía (del movimiento): parte del movimiento del mundo para llegar a un primer motor inmóvil (aristotélica).
  • Segunda vía (de las causas eficientes): parte de las causas que han sido causadas para llegar a una primera causa que no ha sido causada (aristotélica).
  • Tercera vía (de los seres contingentes): parte de la contingencia (no necesidad) de los seres creados para llegar a un ser necesario que los ha hecho existir.
  • Cuarta vía (de los grados de perfección): parte de la mayor o menor perfección en los seres para llegar al ser sumamente perfecto o Dios (platónica).
  • Quinta vía (del orden del mundo): parte de los fines que cumplen todos los seres para llegar a una primera inteligencia ordenadora o Dios (aristotélica).

La Ética Tomista: Fundamentos y Principios

El punto de partida de la ética tomista es la distinción entre cuatro grados de leyes que, según Aquino, explican y dan finalidad al mundo, al hombre y a la sociedad:

  • La ley eterna: es la razón misma de Dios o simplemente Dios. Su concepción de Dios es similar a la de los griegos. La razón de Dios crea y ordena a todos los seres, movimientos y acciones (Dios creador y ordenador).
  • La ley natural: es la proyección de la ley eterna en el mundo (naturaleza) y en el hombre. En el mundo se manifiesta como leyes físicas y biológicas, y en el hombre como leyes morales.
  • La ley positiva: las leyes morales deben tener su continuación en las leyes jurídicas o derecho positivo, que rige el orden político de la sociedad civil y están encaminadas a conseguir el bien común. Las leyes jurídicas o derecho positivo, para ser legítimos y justificar su legalidad, deben ser acordes con las leyes morales de las cuales se siguen.
  • La ley divina: es la revelación que Dios hace de sí mismo a través de los textos revelados en los que se basa la fe religiosa. Sirve al creyente para completar aquellos aspectos de la verdad que no pueden ser alcanzados mediante la razón.

Entendimiento Teórico y Práctico

Para comprender el sentido de la ley moral o ley natural hay que retomar, como hizo Aquino, la distinción aristotélica entre entendimiento teórico, dirigido al conocimiento especulativo y a la ciencia, y el entendimiento práctico, dirigido a la acción ética o política. El primero tiene como fin último la verdad y el segundo tiene como fin último el bien.

Los principios o primeros preceptos morales de la ley natural, así como las normas secundarias que se sirven de ellos, pueden y deben ser conocidos por el entendimiento práctico.

El entendimiento práctico los conoce a partir del análisis de la naturaleza humana, es decir, del conjunto de tendencias e inclinaciones que pertenecen a la condición humana.

Los Principios de la Ley Natural

A partir del análisis que el entendimiento práctico hace de la naturaleza o condición humana, llega a la formación y desarrollo de los principios o primeros preceptos de la ley natural. Son los siguientes:

  • El hombre como ser o sustancia: el entendimiento práctico deduce de la condición del hombre como ser o sustancia los principios morales relativos a la preservación de la existencia y a la conservación de la vida en cualquier circunstancia.
  • El hombre como ser vivo o animal: de la condición del hombre como ser vivo o animal, el entendimiento práctico deduce los principios morales relativos a la sexualidad, la procreación, educación de los hijos y la vida en familia. Aquino une sexualidad, procreación y familia (el fin de la sexualidad es la procreación dentro de la familia).
  • El hombre como ser racional: de la condición del hombre como ser racional, el entendimiento práctico deduce los principios morales relativos a la búsqueda de la verdad (cristianismo) y la convivencia social dentro de un marco social y político (el acuerdo final entre ley moral y ley positiva).

Características de la Ley Natural

  • Única: solo es posible una ley natural con sus principios o normas secundarias, ya que solo hay una naturaleza o condición humana con unas determinadas tendencias o inclinaciones que corresponden a su realidad como ser, ser vivo y ser vivo racional. Por tanto, no se puede admitir el pluralismo ético, ya que otros códigos morales serán más o menos válidos en la medida en que se aproximen o se alejen de la ley natural.
  • Racional o inteligible: tanto sus principios como sus normas secundarias pueden y deben ser descubiertos de forma inequívoca por el entendimiento práctico si se usa correctamente, al margen de la fe.
  • Universal: es válida sin excepción para todos los hombres, todas las sociedades y todas las épocas.
  • Inmutable: no puede ser modificada en lo esencial de sus principios, aunque las normas secundarias que se sirven de estos principios pueden ser ampliadas mediante nuevas interpretaciones y adaptadas a las circunstancias personales e históricas. Por tanto, Aquino admite un cierto significado histórico de las normas secundarias de la ley natural.

Problemas y Virtudes de la Ley Natural

El principal problema de la ley natural tomista es el paso de los principios o primeros preceptos a las normas secundarias o aplicación concreta. La dificultad estriba en determinar mediante el entendimiento práctico qué normas están dentro o fuera de la ley natural o si las circunstancias personales o históricas permitirían modificar la ley natural. En teoría, el entendimiento práctico, si razona correctamente, da con la solución, aunque en la práctica histórica la interpretación correcta de las normas secundarias ha estado en manos no de los individuos sino de la jerarquía eclesiástica.

El error moral (el pecado en términos religiosos) surge cuando el entendimiento práctico razona mal y se aparta de la interpretación correcta de la ley natural (intelectualismo ético). El error moral surge por distintas causas: el predominio de los instintos o las pasiones sobre el entendimiento; las costumbres depravadas, resultado de la cultura en que vives o de una mala educación familiar; las inclinaciones contrarias a la naturaleza humana; y la posibilidad de decidir equivocadamente. Por el contrario, la virtud se define como el hábito o disposición permanente de actuar conforme a los principios y normas de ley natural. Distingue entre virtudes intelectuales (inteligencia, ciencia y sabiduría), virtudes morales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y añade las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).