Edad Media: Contexto Histórico y Características Literarias
Marco Histórico
En Occidente: La Edad Media comenzó con la caída del Imperio Romano en el 476 y finalizó en 1453 con la caída del Imperio Bizantino.
En España: Abarca desde los reinos visigodos (siglo V) hasta la unión de los Reyes Católicos (1469).
Alta Edad Media (siglos V a XIII)
En los inicios de la Alta Edad Media, los visigodos se asientan en la Península. A partir del año 711, se abre otro período cultural de suma importancia con la llegada de la civilización musulmana, que desarrolla en Al-Ándalus las bases del conocimiento occidental: poetas, teólogos, médicos, filósofos, matemáticos, astrónomos, músicos, etc., irradiando nueva luz sobre la Europa medieval. Durante este tiempo conviven en la península tres grandes culturas: la cristiana, la musulmana y la hebrea.
En la sociedad de la Edad Media predominó el cristianismo, caracterizado por un acusado teocentrismo, ya que la vida gira en torno a Dios y a la religión.
Sociedad Medieval
Los estamentos fundamentales, propios del régimen señorial del medievo, eran:
- La nobleza: Constituye un grupo minoritario, pero de amplia fuerza política y militar, que ejerce su dominio sobre los vasallos, a los que presta protección y cede sus tierras a cambio de tributos y servicios. La nobleza muestra su predilección por los cantares de gesta, obras que narran las hazañas de los héroes pertenecientes a esta clase.
- El clero: Es la única clase letrada y tiene un enorme peso en la época. Los monasterios fueron los principales focos de erudición durante mucho tiempo; así, hombre de Iglesia y hombre de letras vinieron a confluir en la figura del clérigo. La Iglesia sirvió de enlace entre la civilización de las costumbres y los saberes europeos, especialmente franceses, a través del Camino de Santiago. Además, creó las primeras universidades. El clero será el impulsor de la primera escuela consciente de creación literaria en nuestras letras, el mester de clerecía.
- El pueblo llano: Forma los estratos inferiores de la sociedad. De él surge la lírica tradicional y es el destinatario oral de muchas de las manifestaciones literarias del momento.
Baja Edad Media (siglos XIV-XV)
En la Baja Edad Media, la anterior situación política y social va lentamente cediendo a la desesperanza y a la desilusión. Se avecinan tiempos políticamente confusos y de difícil coexistencia entre las culturas que habitaban en España (musulmana, hebrea y cristiana). La expansión militar de los reinos cristianos del norte, proceso bélico intermitente que se extiende durante 800 años, lleva a los musulmanes a refugiarse en el reino de Granada.
Hacia 1492 finaliza un proyecto vital conciliador: musulmanes y judíos son expulsados de la Península. Sin embargo, otros acontecimientos tan decisivos como el descubrimiento de América, la difusión de la imprenta y, con ello, la divulgación de ideas procedentes de Europa, se encuentran en el origen de una nueva visión del mundo: el Renacimiento.
Un hecho crucial al hablar de este período es la aparición de un nuevo grupo de ciudadanos que no depende ya económicamente de ningún señor: los burgueses, habitantes de las ciudades, que se convierten a partir del siglo XIV en el nuevo centro de actividad económica.
Características de la Literatura Medieval
- Teocentrismo y religiosidad: La vida y la literatura están claramente marcadas por la religión, por la relación del hombre con Dios. La posición cultural dominante de la Iglesia impone su visión del mundo: la vida como tránsito, como sufrimiento, como valle de lágrimas, que tendrá su recompensa con la vida eterna. Sin embargo, aunque este sentimiento impregna todos los órdenes de la existencia humana, hay que entender que, en esta época, lo religioso está íntimamente unido a lo profano, de manera que ambos aspectos se funden. El transcurrir de la Edad Media supone un proceso de paulatina desacralización, que nunca llegó a ser total en nuestra cultura. De esta manera, el hombre medieval va alejándose progresivamente del teocentrismo y acercándose al antropocentrismo.
- Predominio de la oralidad: La mayoría de las manifestaciones literarias medievales tienen origen oral (la lírica primitiva, los cantares de gesta, etc.) o se conciben para su lectura en público. Ello conlleva que las obras contengan una gran cantidad de recursos orales. A pesar de ello, no debemos olvidar que los textos han llegado a nosotros gracias a algún individuo culto, letrado, que decidió escribirlos y hacerlos perdurar.
- Didactismo: La literatura medieval busca habitualmente una utilidad práctica: la difusión de una enseñanza moral y religiosa. En una época en la que el analfabetismo está muy extendido, la literatura (como el resto de las artes) se concibe como el mejor medio de difusión ideológica.
- Mestizaje cultural: En la España medieval coexisten tres culturas: cristiana, musulmana y judía, con frecuentes influjos mutuos. Esta situación, que se mantuvo con altibajos durante 800 años, atravesó algunos momentos de gran estabilidad. Sin embargo, esta relación fue paulatinamente degradándose, hasta que a finales del siglo XV solo se reconocería oficialmente una religión: el cristianismo. Las otras dos quedarán prohibidas y relegadas a la clandestinidad.