Poesía Española de Posguerra: Evolución y Tendencias (1940-1970)
1. La Generación del 27 en la Posguerra
La Generación del 27, un grupo de diez poetas unidos por su admiración a Góngora y la búsqueda de un equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental, se vio profundamente afectada por la Guerra Civil. Tras la muerte de Lorca, la mayoría, a excepción de Aleixandre y Gerardo Diego, se exiliaron. En esta etapa de posguerra, cada uno desarrolló una poética marcada por la nostalgia y el desarraigo, dentro de una línea de poesía más humana. Entre las obras destacadas de este periodo encontramos:
- Luis Cernuda: Las nubes
- Rafael Alberti: Baladas y canciones del Paraná
- Vicente Aleixandre: Sombra del Paraíso
- Pedro Salinas: El contemplado
- Jorge Guillén: Clamor
- Gerardo Diego: Diversas obras.
- Dámaso Alonso: Hijos de la ira
2. Miguel Hernández (1910-1942)
Nacido en Orihuela en 1910 en el seno de una familia humilde, Miguel Hernández tuvo una educación formal limitada, pero se convirtió en un ávido lector autodidacta. Tras un intento fallido de establecerse en Madrid, regresó a Orihuela, donde conoció a Josefina Manresa, su futura esposa. Posteriormente, volvió a Madrid y luchó en el bando republicano durante la Guerra Civil. Fue condenado a cadena perpetua y murió de tuberculosis en prisión en 1942. Su obra se divide en las siguientes etapas:
- Tono barroco: Poesía compleja y metafórica, ejemplificada en Perito en lunas.
- Tono amoroso: Poesía más personal e intensa, donde el amor se convierte en una metáfora central, como se aprecia en El rayo que no cesa. En esta etapa se incluye su célebre Elegía a Ramón Sijé, escrita en tercetos encadenados tras la muerte de su amigo en 1935.
- Durante la guerra: Su poesía se convierte en un instrumento de lucha por la causa republicana. Viento del pueblo es un ejemplo de cómo su voz alienta a los soldados y mantiene viva la esperanza.
- Poesía desnuda y profunda: En Cancionero y Romancero de ausencias, escrito en su mayoría en la cárcel, las metáforas se reducen en favor de una expresión directa y esencial. El poeta expresa el dolor por la ausencia de sus seres queridos, escribe intensos poemas de amor a su esposa y reflexiona sobre una guerra que solo ha traído odio y destrucción. A pesar de todo, no renuncia a la esperanza, como se refleja en Nanas de la cebolla, dedicado a su segundo hijo.
3. La Poesía en los Años 40
La poesía de los años 40 se articuló en torno a tres revistas principales:
- Escorial: Agrupó a poetas de la Generación del 36 como Luis Rosales, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y Luis Felipe Vivanco. Sus temas principales eran el amor, la muerte, la tierra y el paisaje.
- Garcilaso: Fundada con el apoyo del régimen franquista, buscaba consolidar una poesía alineada con los fines de la dictadura. Dirigida por José García Nieto, contó con la participación de los mismos poetas de Escorial. Se centraba en temas como Dios, la patria, el paisaje castellano y el amor, ofreciendo una visión positiva del mundo, lo que se denominó “poesía arraigada”.
- Espadaña (1944): Como reacción a la visión esteticista de Garcilaso, surgió esta revista que abogaba por una poesía con mayor contenido humano y existencial, reflejando la dura realidad española de la época (“poesía desarraigada”). Se recupera la idea de la poesía como comunicación, buscando compartir con el lector problemas comunes como la angustia.
En 1944 también se publicaron dos obras fundamentales:
- Hijos de la ira de Dámaso Alonso.
- Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre.
Además de estas dos corrientes, existieron intentos de enlazar con la Generación del 27 y el surrealismo, como la revista Postismo (abreviatura de postsurrealismo) de Carlos Edmundo de Ory. Sus principales recursos estilísticos eran las metáforas encadenadas basadas en el sueño, la alucinación y el subconsciente.
4. La Poesía Social de los Años 50
En 1955 se consolidó el realismo social con obras como:
- Pido la paz y la palabra de Blas de Otero.
- Cantos iberos de Gabriel Celaya.
Ambos poetas superaron su anterior etapa de angustia existencial para situar los problemas humanos en un marco social. Su estela fue seguida por muchos de los que antes escribían “poesía desarraigada”.
Temas: El tema de España, con un enfoque más político que en los “noventayochistas”.
Estilo: Poesía con un lenguaje claro y tono coloquial, dirigida “a la mayoría”.
Las tres figuras más relevantes de este periodo son José Hierro, Gabriel Celaya y Blas de Otero.
5. Los Poetas de los Años 60
Los poetas de los años 60 se caracterizaron por:
- Una mayor elaboración del lenguaje poético.
- Un desplazamiento de lo colectivo a lo personal.
- La concepción del poema como un instrumento de conocimiento del mundo y de uno mismo.
Entre los autores más destacados se encuentran Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Francisco Brines y Claudio Rodríguez. Sus temas principales fueron la reflexión sobre el paso del tiempo, el amor como cauce del erotismo, la amistad, la reflexión sobre la creación poética, y la sociedad y la política tratadas con ironía. Cada poeta buscó un lenguaje personal, nuevo y sólido, recurriendo frecuentemente a la ironía.
6. Los Novísimos de los Años 70
Los Novísimos se distinguieron por:
- Una marcada preocupación por la forma y el lenguaje.
- Una ruptura con la cultura tradicional y la inspiración en el cine, el deporte, la televisión, el cómic y las canciones.
- La incorporación de referencias cultas a obras y autores extranjeros.
El término “Novísimos” proviene de la antología Nueve novísimos poetas españoles, publicada en 1970 por el crítico José María Castellet. Esta antología incluía a Pere Gimferrer, Guillermo Carnero, Félix de Azúa, Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán, Leopoldo María Panero, Ana María Moix, Vicente Molina Foix y José María Álvarez. Al culturalismo se unieron posteriormente Luis Alberto de Cuenca y Luis Antonio de Villena.