Tipos de Números y su Aplicación: Una Mirada a los Conjuntos Numéricos

Clasificación de los Números

Números Racionales

Los números racionales son aquellos que se pueden expresar como el cociente de dos números enteros. Este conjunto incluye a los propios números enteros (Z).

Números Irracionales

Los números irracionales son aquellos puntos infinitos no ocupados por números racionales. Un ejemplo clásico es √2. Estos números no se pueden expresar como el cociente de dos números enteros, y su expresión decimal es infinita no periódica (I).

Números Reales

Los números reales (R) son aquellos que llenan la recta numérica, una vez que se ha concretado cuál es la longitud unidad.

Valor Absoluto

El valor absoluto de un número real nos proporciona la magnitud de dicho número.

Logaritmos

  • Logaritmo de base 1: log(1) = 0
  • Logaritmo de un producto: log(a*b) = log(a) + log(b)
  • Logaritmo de un cociente: log(a/b) = log(a) – log(b)
  • Logaritmo de una potencia: log(a^n) = n * log(a)
  • Logaritmo de una raíz: log(√a) = log(a) / índice de la raíz

Resumen de *La Celestina* por Actos

Acto 1

Calisto entra en la huerta de Melibea y, al verla, se enamora de ella. Comienza a hablarle y a declararle su amor, pero ella lo rechaza. Calisto, desde su cámara, llama a su criado Sempronio. Calisto y Sempronio hablan sobre el amor y el dolor. Sempronio se compromete a cumplir los deseos de su amo y decide ir a buscar a Celestina, una vieja alcahueta. Sempronio va a la casa de Celestina, donde encuentra a Elicia, una joven prostituta amiga suya. Sempronio habla con Celestina, le explica el caso y le propone ir a casa de Calisto, donde ambos obtendrán ganancias. Por el camino, Sempronio le explica a Celestina las dolencias de Calisto. Antes de entrar en la casa de Calisto, otro criado llamado Pármeno los ve acercarse y advierte a Calisto del peligro de la “puta vieja” (Celestina). Calisto aprecia la advertencia, pero le ordena a Pármeno que les abra la puerta. Cuando entran, Calisto le da las gracias a Celestina por venir, y ella le pide una paga material. Calisto y Sempronio suben para recoger el pago para Celestina, mientras ella y Pármeno conversan. Celestina intenta convencer a Pármeno de que se una a ellos, prometiéndole los favores de Areúsa, pero Pármeno no acepta colaborar. Calisto y Sempronio regresan con cien monedas de oro como primer pago, y Celestina se marcha.

Acto 2

Celestina se marcha de la casa de Calisto hacia la suya, y Calisto queda hablando con Sempronio sobre el dinero que le ha entregado a Celestina como adelanto por sus servicios. Sempronio insiste en que ha hecho bien en recompensar a Celestina de tal forma, pero Calisto, a quien todo le parece tardanza, envía a Sempronio para que la apremie en la realización de su compromiso. Quedan hablando en casa Calisto y Pármeno. Pármeno intenta convencer a Calisto de que Celestina no es de fiar, pero no lo consigue, y al final piensa que lo mejor será hacer lo que su amo quiera.

Acto 3

Sempronio va a casa de Celestina, como había ordenado Calisto, y le dice que no tarde, ya que Calisto es un hombre con prisas. Sempronio también le dice que está a disposición de aumentar las ganancias. Celestina le comenta que Pármeno terminará por ponerse de su lado, ya que Claudina, la madre de Pármeno, es su compañera en la “putería”, y el recuerdo de su madre y la promesa de poder gozar de Areúsa terminarán por convencer a Pármeno de colaborar con ellos. Finalmente, Celestina se dirige a casa de Melibea. Quedan Sempronio y Elicia, su amada, en casa.

Acto 4

Celestina, andando por el camino, habla consigo misma hasta llegar a la casa de Pleberio, padre de Melibea. Celestina teme no ser bien recibida o, si no la dejan entrar, ser objeto de la furia de Calisto. Cuando llega a la casa de Melibea, la recibe Lucrecia, la criada de Melibea, prima de Elicia y amiga suya, que la saluda en la puerta. Celestina le dice que venía de visita, pero Lucrecia duda de ello. Celestina explica a Lucrecia que viene a ofrecerle unos hilos a Melibea y a su madre, Alisa. Lucrecia le dice que le vendrían bien, ya que Alisa lleva unos días tejiendo. Alisa la hace entrar. De repente, Alisa se da cuenta de que debe salir a visitar a su hermana, que está enferma, y deja a Melibea sola con Celestina. Melibea da las gracias por la visita y le paga por la compra. Luego, Celestina le cuenta la razón por la que ha ido a visitarla. Celestina no le cuenta la verdad, sino que le dice que tiene que ayudar a un enfermo moribundo (Calisto). Melibea le dice que hará cualquier cosa para ayudar al paciente. Lucrecia, que oye la conversación, acusa a Celestina de manipular a Melibea, y Celestina, para ponerla de su lado, le promete una lejía para el pelo que lo transforme en oro y unos polvos para los dientes que hacen desaparecer el olor de su aliento.

Acto 5

De regreso de casa de Melibea, Celestina se muestra orgullosa de sí misma por haber acertado en persuadir a Melibea con gran éxito. Sempronio está en casa de Celestina esperando su llegada. Cuando llega Celestina, no quiere contarle nada antes de ver a Calisto. Se dirigen los dos hacia la casa de Calisto, y Pármeno los ve acercarse y se lo dice a Calisto. Este le dice que abra la puerta, ya que está ansioso por oír el informe de Celestina.

Acto 6

Celestina entra en la casa, y Calisto le pregunta sobre lo que ha ocurrido en el encuentro con Melibea. Mientras, Pármeno no deja de decir comentarios duros contra Celestina y los enamorados, y Sempronio trata de contenerlo para que no eche el negocio abajo. Celestina le entrega un cordón de Melibea, y Calisto cae en delirio. Celestina solicita una recompensa de Calisto por el cordón, y este le ofrece todo lo que ella le pida. A continuación, se dirige a su casa y ordena a Pármeno que la acompañe.

Acto 7

Celestina habla con Pármeno y le dice que tiene que ser más cariñoso con Sempronio. Le recuerda que ella no es peor que su madre, insinuándole que debiera aceptarla en su lugar. Celestina intenta inducirle a la concordia y amistad con Sempronio, y Pármeno le responde recordándole la promesa que le hizo acerca de Areúsa. Los dos van a casa de Areúsa, donde Pármeno pasa la noche. Celestina vuelve a su casa, donde Elicia la estaba esperando, y discuten por su tardanza.

Acto 8

Pármeno se despierta en la cama de Areúsa y se va a casa de Calisto. Antes, invita a cenar a Areúsa en casa de Celestina. Pármeno se cree el hombre más feliz. Al llegar, se reúne con Sempronio, quien le reprocha su tardanza. Pármeno le cuenta lo sucedido. Pármeno se arrepiente de haberse opuesto a los planes de Sempronio y Celestina, y está dispuesto a cooperar con ellos en todo, ya que reconoce que en el juego de Calisto y Melibea hay oportunidad de ganancias. Sempronio y Pármeno acuerdan olvidar el pasado en vista de un futuro muy prometedor. Entre los dos criados, acuerdan celebrar una comida en casa de Celestina con Elicia y Areúsa. Luego, van juntos a la cámara de Calisto, que está hablando consigo mismo. Una vez que se levanta, se dirige a la iglesia.

Acto 9

Sempronio y Pármeno van a casa de Celestina, hablando entre sí. En casa de Celestina, encuentran a Elicia y Areúsa. Se ponen a comer. Elicia se enfada con Sempronio por los inmerecidos elogios a Melibea y se levanta de la mesa. Luego se calma, vuelve a sentarse, y Celestina invita a las parejas a que se abracen y se besen. Entre tanto, llega Lucrecia, que es la criada de Melibea, y llama a Celestina para que vaya a estar con Melibea. Lucrecia, a solas con Celestina, le comenta que le lleve el cordón ceñidero, ya que Melibea se encontraba afectada por ciertos desmayos y un dolor del corazón, y necesitaba sus consejos. Celestina y Lucrecia se encaminan hacia la casa de Melibea.