El Lobo y el Cabrito
31. El Lobo y el Cabrito. Un cabrito que estaba en una casa, cuando vio a un lobo que se acercaba, se burló y mofó de él; el lobo dijo: “Tú no te burlas de mí, sino el lugar”. La fábula muestra que muchas veces el lugar y la ocasión dan confianza contra los que son mejores.
La Mosca
32. La Mosca. Una mosca que había caído en una olla de carne, cuando iba a ahogarse en la salsa, se dijo a sí misma: “Pero yo al menos he comido, he bebido y me he bañado; aunque muera, no me importa”. La fábula muestra que los hombres soportan fácilmente la muerte cuando sobreviene sin suplicio.
Los Caminantes y el Plátano
33. Los Caminantes y el Plátano. Unos caminantes, en la estación del verano, agotados por el calor, cuando vieron un plátano, tras llegar bajo él y ponerse a la sombra, descansaron. Después de mirar el plátano, se dijeron unos a otros que era inútil y que este era un árbol sin fruto para los hombres. Este, respondiendo, dijo: “¡Desagradecidos, disfrutando aún de mi servicio, me llamáis inútil e infructuoso!”. Así también, algunos de los hombres son tan desdichados que, aun obrando bien, reciben mucho la ingratitud de los que están cerca de ellos.
Los Caminantes y la Verdad
34. Los Caminantes y la Verdad. Un caminante encontró en el desierto una mujer sola que estaba abatida, y le dijo: “¿Quién eres?”; esta dijo: “La Verdad”; “¿Y por qué razón, tras abandonar la ciudad, habitas el desierto?”. Esta dijo: “Porque en los tiempos antiguos la mentira se hallaba entre pocos; en cambio ahora se halla en todos los hombres, en caso de que quieras escuchar y oír algo”. La fábula muestra que la vida es malísima y difícil para los hombres cuando la mentira es preferida a la verdad.
La Gallina de los Huevos de Oro
35. La Gallina de los Huevos de Oro. Uno tenía una gallina que ponía huevos de oro; y creyendo que dentro de ella había una masa de oro, tras matarla, la encontró igual que el resto de los pájaros. Este, que había esperado encontrar un montón de riqueza, fue privado de lo poco que tenía. La fábula muestra que debemos tener bastante con las cosas presentes y huir de la insaciabilidad.
El Niño que se Bañaba
36. El Niño que se Bañaba. En cierta ocasión, un niño que se bañaba en un río corrió peligro de ahogarse; viendo a un caminante, lo llamó en su ayuda. Este reprochó al niño su osadía. La criatura le dijo: “¡Pero ayúdame ahora, y luego repróchame, después de salvarme!”. La fábula se ha dicho para los que dan pie a que se los agravie.
La Perdiz y el Cazador
37. La Perdiz y el Cazador. Uno, tras cazar una perdiz, quiso sacrificarla. Ella le pedía que la soltara ya que así muchas perdices se acercarían al cazador. Y el cazador: “Por eso más te sacrificaré yo, porque a tus congéneres quieres tender una trampa”. La fábula muestra que los que traicionan a sus amigos, ellos mismos caen en asechanzas.
La Guerra y la Cólera
38. La Guerra y la Cólera. Todos los dioses desposaron a la que cada uno halló en suerte. A la Guerra le tocó el último sorteo; y le tocó sólo la Cólera; enamorado enormemente de ella, ambos se casaron. Y él sigue los pasos de ella a todas partes. La fábula muestra que allí donde vaya la cólera, o a una ciudad o entre las gentes, la guerra y el combate al punto la siguen.
El Toro y las Cabras Salvajes
39. El Toro y las Cabras Salvajes. Un toro perseguido por un león huyó a una cueva, en la que había unas cabras salvajes. Golpeado por ellas y corneado, dijo: “Me aguanto no por temeros a vosotras, sino al que está en la entrada de la cueva”. Así muchos, por miedo a los que son más fuertes, las cóleras de los más débiles soportan.
El Pavo Real y el Grajo
40. El Pavo Real y el Grajo. Queriendo los pájaros nombrar un rey, el pavo real se consideró digno de que lo votaran por su hermosura. Aceptando esto todos, el grajo, respondiendo, dijo: “Pero si, reinando tú, un águila intenta perseguirnos, ¿cómo nos defenderás?”. La fábula muestra que a los gobernantes no sólo por su hermosura, sino también por su fuerza y sensatez hay que elegirlos.
La Cigarra y las Hormigas
41. La Cigarra y las Hormigas. En la estación del invierno, las hormigas ponían a secar el grano que estaba mojado. La cigarra, estando hambrienta, les pidió alimento. Las hormigas le dijeron: “¿Por qué en el invierno tú no reuniste alimento?”. Esta dijo: “Yo no estaba ociosa, sino que cantaba musicalmente”. Estas, riéndose, dijeron: “Pues si en las estaciones del verano tocabas la flauta, en las del invierno baila”. La fábula muestra que no hay que despreocuparse en todo hecho, para que no se sufra ni se corra peligro.
El Macho Cabrío
42. El Macho Cabrío. Un macho cabrío, en la germinación de la vid, se comía un brote. A este le dijo la vid: “¿Por qué me dañas? ¿Pero es que no hay césped? Sin embargo, cuando necesiten, una vez te sacrifiquen, yo lo proporcionaré”. La fábula acusa a los ingratos y que quieren aprovecharse de los amigos.
La Cerda y la Perra
43. La Cerda y la Perra. Una cerda y una perra disputaban acerca de la facilidad de parir. Dijo la perra que tenía buenos partos, por encima de todos los animales pedestres, y la cerda, respondiendo a esto, dijo: “Pues cuando digas eso, sabe que a tus cachorros los pares ciegos”. La fábula muestra que los hechos se juzgan no por la velocidad, sino por su terminación.
La Golondrina y la Corneja
44. La Golondrina y la Corneja. La golondrina y la corneja disputaban acerca de la belleza. Respondiendo la corneja a la golondrina dijo: “Pero tu belleza florece en la estación primaveral, mientras que mi cuerpo resiste incluso en invierno”. La fábula muestra que la resistencia del cuerpo es mejor que la hermosura.
La Tortuga y la Liebre
45. La Tortuga y la Liebre. Una tortuga y una liebre discutían acerca de la rapidez. Y, ciertamente, tras fijar el lugar, se separaron. Por un lado, en verdad, despreocupándose la liebre de la carrera por su veloz naturaleza, tras echarse junto al camino, se durmió. Por otro lado la tortuga, consciente de su lentitud, no dejó de correr y así, adelantando a la liebre dormida, alcanzó el premio de la victoria. La fábula muestra que muchas veces el trabajo venció a una naturaleza despreocupada.