El Arte de la Oratoria: Historia, Géneros y Maestros

Por oratoria entendemos:

  • Arte de hablar con elocuencia.
  • Disciplina del género literario que se aplica en todos los procesos comunicativos hablados, tales como conferencias, charlas, sermones, exposiciones, narraciones, etc.

En todos los procesos en los que se aplica la oralidad, se emplea la oratoria y, por lo general, su fin es persuadir. Este fin es lo característico suyo, lo que la distingue de otras disciplinas: la didáctica enseña; la poética deleita; y la oratoria persuade. Persuadir es hacer que las personas tomen decisiones y actúen a voluntad.

Formas de la Oratoria

Según la cantidad de oradores, se clasifica en:

Oratoria individual

Cuando una persona sola hace uso de la palabra, sin la participación de otra u otras, se dice que está utilizando la oratoria individual. Ésta es quizá una de las formas elocutivas de más arraigo en el ámbito social, pues es de uso obligatorio en todas las medidas y esferas donde el hombre desenvuelve su vida física, afectiva y laboral.

Oratoria grupal

Se caracteriza por la participación de dos o más personas que conversan sobre un tema determinado.

Historia de la Oratoria

Aunque desde tiempos inmemoriales siempre ha habido quienes han tomado la palabra públicamente, muchos consideran que la oratoria, como arte especializado, recibió atención particular en Sicilia y se desarrolló fundamentalmente en Grecia, donde llegó a ser considerada como un instrumento fundamental para alcanzar prestigio y poder político. Había unos profesionales llamados logógrafos que se encargaban de redactar discursos para los tribunales. El más famoso de estos logógrafos fue Lisias. Sin embargo, Sócrates creó una famosa escuela de oratoria en Atenas que tenía un concepto más amplio y patriótico de la misión del orador, que debía ser un hombre instruido y movido por altos ideales éticos a fin de garantizar el progreso del estado. En este tipo de oratoria llegó a considerarse el mejor en su arte a Demóstenes.

De Grecia, la oratoria pasó a la República Romana, donde Marco Tulio Cicerón la perfeccionó. Sus discursos y tratados de oratoria se han conservado actualmente casi en su totalidad. Durante el imperio, sin embargo, la oratoria entró en crisis habida cuenta de su poca utilidad política en un entorno dominado por el emperador, aunque todavía se encontraron grandes expertos en ese arte como Marco Fabio Quintiliano; los doce libros de su Institutio oratoria se consideran la cumbre en cuanto a la teoría del género. Sin embargo, como ha demostrado Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media latina, la oratoria influyó poderosamente en el campo de la poesía y la literatura en general, pasándole parte de sus recursos expresivos y retorizándola en exceso.

Géneros de la Oratoria

Originalmente, la oratoria se dividía en varias partes. Anaxímenes de Lámpsaco propuso una clasificación tripartita que asumió después Aristóteles:

  • Género judicial: Se ocupa de acciones pasadas y lo califica un juez o tribunal que establecerá conclusiones aceptando lo que el orador presenta como justo y rechazando lo que presenta como injusto.
  • Género deliberativo o político: Se ocupa de acciones futuras y lo califica el juicio de una asamblea política que acepta lo que el orador propone como útil o provechoso y rechaza lo que propone como dañino o perjudicial.
  • Género demostrativo o epidíctico: Se ocupa de hechos pasados y se dirige a un público que no tiene capacidad para influir sobre los hechos, sino tan solo de asentir o disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador, alabándolos o vituperándolos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos son, pues, el encomio y el denuesto o vituperio.

Oradores Clásicos

Algunos de los grandes oradores de la historia fueron:

  • Entre los griegos: Lisias, Gorgias, Pitágoras, Pericles, Demóstenes, Esquilo e Isócrates.

Lisias (Atenas, 458 – 380 a. C.), orador ático.

Lisias se ganó la vida como logógrafo, escribiendo remuneradamente discursos para los litigantes y transformándose en la figura más destacada de la oratoria judicial ática. Su biografía se refleja en la doble vertiente de su obra: por una parte, dedicado a la enseñanza de la retórica y a escribir discursos por encargo; y, por otra, consagrado a la tarea política de la restauración de la democracia en Atenas y a la persecución de los tiranos mediante sus discursos. Llegó a escribir 233 discursos, de los que sólo se ha conservado una treintena. Su discurso más conocido es Contra Eratóstenes.

El Estilo de Lisias

Tenía un talento incomparable para adaptar sus discursos al carácter de sus clientes. Los rasgos más destacados de su estilo, como demuestran las obras que de él se conservan, eran la pureza, la sencillez y la claridad.