Contexto Histórico y Filosófico del Pensamiento de Marx

El Siglo XIX y el Contexto de Marx

El siglo XIX, tras el periodo del imperio napoleónico, se caracterizó por la lucha entre la restauración del antiguo régimen y el avance de las ideas del liberalismo y el nacionalismo. Las revoluciones de 1830 y 1848 marcaron el triunfo de estas últimas, culminando con la creación de nuevas potencias europeas como Alemania e Italia tras la guerra Franco-Prusiana en 1870.

La revolución industrial transformó la economía y la sociedad, generando una abundante y barata mano de obra para la industria. La mecanización de los procesos de producción y el auge del sistema capitalista llevaron al surgimiento de una nueva clase social, el proletariado, que se enfrentaría a la burguesía. El capitalismo, basado en la productividad y la ley del máximo beneficio, provocó una distribución desigual de la riqueza y la explotación del proletariado. Esto dio origen a los primeros movimientos obreros, como el socialismo y el anarquismo, que buscaban una reforma total de la sociedad o la supresión del estado, respectivamente. En 1864, se celebró en Londres la 1ª Internacional de los Trabajadores y en Francia tuvo lugar la Comuna de París.

Culturalmente, el romanticismo defendió la libertad y la subjetividad frente a la objetividad del racionalismo. En literatura, destacaron autores románticos como Víctor Hugo, y realistas, naturalistas y simbolistas como Dickens. La pintura y la ópera también experimentaron un auge romántico y nacionalista. La revolución científica, con la teoría de Darwin sobre la evolución, y el surgimiento de ciencias como la sociología y la psicología, completaron el panorama del siglo XIX.

Karl Marx: Vida y Pensamiento

En este contexto, Karl Marx (1818-1883) nació en Tréveris, Prusia, en una familia judía de clase media. Se doctoró en filosofía y su pensamiento se orientó hacia un cambio sustancial en la realidad. Marx no solo incitaba a la revolución, sino que la consideraba inevitable en el estado capitalista. Su filosofía fue influenciada por el contexto filosófico de su época, especialmente por la filosofía idealista de Hegel.

Influencias Filosóficas en Marx

Hegel

Para Hegel, la realidad era de naturaleza racional y tenía un carácter dialéctico o contradictorio. Los discípulos de Hegel se dividieron en dos corrientes: la derecha hegeliana y la izquierda hegeliana, donde se formó Marx. Mientras que para Hegel la dialéctica histórica era el proceso de autocomprensión y desarrollo de lo absoluto o Dios, para Marx la dialéctica de la historia era materialista. El marxismo rechazó el idealismo absoluto de Hegel, pero aceptó la estructura dinámica y contradictoria de la realidad.

Feuerbach

Feuerbach sostenía que el hombre había puesto en Dios su propia esencia y debía recuperarla. Marx adoptó el concepto de alienación religiosa de Feuerbach, pero lo consideró insuficiente porque no eliminaba el sentimiento religioso que causaba la alienación. Aunque inicialmente Marx fue seguidor de Feuerbach, pronto descubrió su idealismo y su visión del hombre como un ser abstracto y separado, sin impulso transformador.

Socialismo Utópico

El socialismo utópico abogaba por reformas sociales para terminar con la explotación de la clase obrera y las injusticias sociales. Marx admiraba su interés por la divulgación del conocimiento científico, su anticlericalismo, ateísmo y su confianza en el progreso ilimitado del género humano. Sin embargo, el socialismo científico, al que pertenecía Marx, creía que las relaciones sociales tenían su origen en la economía. La economía política descubría las estructuras sociales según las fuerzas de producción de riqueza. Marx y los socialistas científicos buscaban provocar una crisis de valores que llevara al final del capitalismo y del sistema burgués.

Economía Política Inglesa

Los economistas ingleses Adam Smith y David Ricardo sirvieron de referencia a Marx para desarrollar su propia teoría del trabajo. Según estos economistas, el patrón debía pagar al trabajador lo necesario para que este se recuperara y siguiera trabajando, es decir, un salario para sobrevivir. Marx consideraba que el trabajo era una mercancía especial porque satisfacía una necesidad y generaba una plusvalía. A partir de este análisis, Marx criticó el orden social y económico establecido, confirmándolo como causa de la crisis del capitalismo.