Contexto y Obra de Jean-Paul Sartre: Existencialismo y Humanismo

Contextualización de Sartre

*El existencialismo es un humanismo*

El texto pertenece a uno de los libros más leídos de Sartre, El existencialismo es un humanismo, una conferencia que el autor dio en París, en el club Maintenant en 1945, ante una numerosa audiencia. La existencia se había impuesto como una moda, y hasta el club se habían trasladado miles de jóvenes deseosos de escuchar al filósofo que había, además, dado a conocer El ser y la nada (1943). El objetivo de la conferencia era presentar al público una idea más exacta de su filosofía.

En el comienzo de su exposición, Sartre contesta a las críticas que el cristianismo y el marxismo habían hecho al existencialismo. Se le critica el individualismo irreconciliable e insolidario de su existencialismo, así como su afirmación de la primacía y precedencia de la existencia a la esencia, y el pesimismo. Sartre responde a estas críticas y presenta el existencialismo como una filosofía que se piensa a partir del ser humano, que lo dignifica.

Jean-Paul Sartre fue un intelectual que, como filósofo, novelista, crítico, dramaturgo y conferenciante, se sitúa en un destacable lugar en la filosofía contemporánea. La obra filosófica de Sartre se puede dividir en tres períodos:

  • El primero, marcado por la influencia de la fenomenología de Husserl, de 1936 a 1940. Su primera obra fue La trascendencia del ego (1936), donde discute la naturaleza de la conciencia. También escribió La imaginación (1936), Bosquejo de una teoría de las emociones (1939) y Lo imaginario (1940).
  • El segundo, de 1940 a 1952, marcado por la adopción de una postura atea y la asimilación de los presupuestos del existencialismo, siguiendo las reflexiones de Heidegger respecto a la ontología de la filosofía de la existencia. Entre sus obras destacan: El ser y la nada (1943) y El existencialismo es un humanismo (1945).
  • El tercero, de 1952 a 1980, marcado por el intento de sintetizar el existencialismo con una visión crítica y alejada de las ortodoxias dominantes del marxismo, donde destaca la obra Crítica de la razón dialéctica (1969).

Por otro lado, en su obra narrativa cabe destacar La náusea (1938), Los caminos de la libertad (1945) y El muro (1939). Y en su obra teatral, Las moscas (1943), A puerta cerrada (1944), Muertos sin sepultura (1946) y La puta respetuosa (1946).

Vida y contexto histórico

Sartre nace en París en 1905 y estudia filosofía en la prestigiosa École Normale Supérieure. En 1933 sigue los cursos de Husserl y Heidegger. Después de la liberación de París, pasa a dirigir la revista Les Temps Modernes, dedicándose a la literatura y la política. En 1956, tras la invasión soviética de Hungría, publica El fantasma de Stalin, donde denuncia esta intervención y critica al Partido Comunista Francés. Finalmente, en 1964, recibió el Premio Nobel de Literatura. En 1980, muere de un edema pulmonar.

La filosofía de Sartre está marcada por los acontecimientos históricos de la primera mitad del siglo XX: dos guerras mundiales, las revoluciones rusa y china, las dictaduras italiana y alemana, la crisis económica de los años treinta y el uso de la energía atómica con fines bélicos. Todos ellos determinaron un proceso de despersonalización que hizo que el individuo perdiera su identidad, diluido en una masa social manipulable.

Además, las corrientes filosóficas (el idealismo de origen hegeliano y el mecanicismo positivista) consideraban al sujeto humano un ser pasivo, carente de esencia y personalidad completas. El existencialismo de Sartre constituye una protesta contra la despersonalización, y se declara comprometido con el individuo y otorga prioridad a la existencia frente a la esencia y a la libertad sobre el determinismo.

Influencias y legado

La filosofía de Sartre es heredera de la antropología vitalista de Nietzsche, de la filosofía de la libertad de Schelling y de la filosofía de la vida de Kierkegaard. Además, partiendo del método fenomenológico de Husserl, realiza un análisis de la existencia.

A partir de Husserl, los existencialistas ven al hombre como un proyecto por llenar, libre. La libertad es la estructura básica de la existencia humana. Junto a ella, se asocia el concepto de angustia porque estamos arrojados al mundo sin determinación. Las filosofías de la existencia en Europa se dan en Alemania en los treinta, con representantes como Heidegger; y en Francia, tras la Segunda Guerra Mundial, con Marcel, entre otros.

Sartre influyó en movimientos artísticos, escritores y filósofos como Jacques Lacan o Albert Camus. Además del existencialismo, el raciovitalismo (Ortega y Gasset) o la fenomenología (Husserl), se produce un desarrollo en ciencias como la psicología o la sociología, y se vive una revolución científico-técnica.