Estructura de la Población Española en 2003: Un Reflejo de Cambios Demográficos y Sociales

La pirámide poblacional es un gráfico de barras que permite conocer la estructura de la población española por sexo y por edad en 2003, así como los hechos históricos que han tenido repercusiones demográficas a través de los entrantes y salientes de su perfil.

I. Estructura por Sexo

Se observa que, como es habitual, nacen más varones que mujeres (la barra de los 0-4 años es más larga del lado de los varones). Como la mortalidad masculina es mayor, llega un momento (50-54 años) en que los efectivos de ambos sexos se igualan. A partir de entonces, el número de mujeres es mayor, de modo que en los últimos años hay un claro predominio de las ancianas.

Las causas de la sobremortalidad masculina son:

  • La mayor fortaleza biológica de las mujeres.
  • El hecho de que los hombres han tenido tradicionalmente un estilo de vida con más exposición a factores de riesgo (mayor participación en guerras, trabajos más duros y con riesgo de accidentes).
  • Las mujeres han visto reducir considerablemente la mortalidad en el parto y postparto (nacimientos en clínicas, progresos de la medicina).
  • Las mujeres tienen hábitos alimenticios más ordenados y menor incidencia de hábitos nocivos en exceso como el alcohol y el tabaco.

El papel desempeñado por los actuales movimientos inmigratorios en la estructura por sexo se aprecia en un ligero predominio de los varones extranjeros sobre las mujeres en los grupos de edad de 20-30 años, debido a que, en algunos casos, el inmigrante varón viene solo y, cuando posteriormente estabiliza su situación, trae a su familia.

II. Estructura por Edad

La forma en urna de la pirámide, con la base estrecha y metida claramente hacia adentro desde hace 25 años (indicando natalidad baja y en descenso) es indicativa de una población con bajos efectivos de jóvenes. La longitud de las últimas barras muestra, en cambio, un volumen importante de población anciana. Ambos rasgos permiten concluir que se trata de una población envejecida, tanto por la base como por la cima.

Las causas del envejecimiento de la población han sido el descenso de la natalidad y la disminución de la mortalidad, acompañada del aumento de la esperanza de vida.

a) El descenso de la natalidad

Se ha debido a las siguientes razones:

  • La situación económica que siguió a la crisis de 1975 supuso un grave aumento del paro que hizo reducir los nacimientos a las parejas existentes y retrasar la edad del matrimonio. Posteriormente, incidió la precarización de los contratos laborales, el alto precio de compra y alquiler de viviendas (que impide a los jóvenes emanciparse, obligándoles a prolongar su período de formación y permanencia con los padres), y la crisis económica de principios de la década de los años 90.
  • El cambio de mentalidad de la sociedad a partir de la transición a la democracia: disminución de la influencia religiosa, despenalización y uso de anticonceptivos, despenalización del aborto en ciertos supuestos, incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar, preponderancia de las relaciones de pareja y surgimiento de nuevas formas familiares menos prolíficas.
  • El aumento del nivel de vida: progreso del nivel cultural (se valora la formación y el bienestar del hijo y se prefiere tener menos y mejor atendidos), aumento de la protección social (los hijos ya no son vistos como seguro de vejez de los padres) y aspiración a mejoras materiales (la adquisición de bienes de consumo y el disfrute del tiempo libre compiten con los gastos y la dedicación que requieren los hijos, lo que incide en la reducción de su número).

b) El descenso de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida

Se han debido a los progresos médicos y sanitarios, a las mejoras en la higiene y en la dieta y a la elevación del nivel educativo y cultural.

Las consecuencias del envejecimiento afectan al futuro de las pensiones, a la salud y a la integración social:

  • La financiación de las pensiones no depende de las cotizaciones efectuadas por los jubilados durante su época de actividad, sino de las que realizan los activos de cada momento. El incremento del número de ancianos y la reducción de los activos implicarán modificaciones importantes en el sistema de pensiones.
  • En relación con la salud, los ancianos consumen un elevado número de estancias hospitalarias, recetas y visitas médicas. Ello exige recursos crecientes y que su distribución se realice en relación con la localización geográfica de los ancianos, prestando atención a los municipios rurales, donde el envejecimiento es fuerte y los equipos sanitarios escasos.
  • Socialmente, el envejecimiento plantea problemas de residencia, pues cada vez son más los ancianos que no desean ser acogidos por la familia y buscan instalarse en residencias privadas o públicas, que actualmente son insuficientes. Por otro lado, está la necesidad de planear para ellos actividades que les permitan distraerse y sentirse útiles.

El papel desempeñado por los actuales movimientos inmigratorios en la estructura por edad es un engrosamiento de los efectivos demográficos en los diversos grupos de edad, especialmente en los correspondientes a población en edad activa más joven (entre 16 y 44 años).

III. Hechos Históricos con Repercusiones Demográficas

Los entrantes y salientes de la pirámide permiten conocer los hechos que han tenido repercusiones demográficas en los últimos cien años. Empezando por la cima de la pirámide, pueden señalarse los siguientes:

  • En las últimas barras de la pirámide se observa el normal empequeñecimiento de los grupos de edad y una clara disminución de los efectivos de hombres respecto a las mujeres. Este último hecho se debe a la sobremortalidad masculina y a la mayor esperanza de vida de las mujeres; y también a que se encuentran aquí los que combatieron y murieron en la Guerra Civil por encontrarse entonces en edad militar. En este grupo incide también la reducción de efectivos causada por la epidemia de gripe de 1918, que afectó principalmente a los colectivos con menos defensas (niños y ancianos) y produjo un descenso de la natalidad y una elevada mortalidad.
  • En el grupo 64-45 años se aprecia la repercusión de la Guerra Civil y de la postguerra. Aunque, dada la edad en 2000 de las generaciones nacidas durante estas fechas, la huella de ambos hechos se encuentra ya bastante difuminada, aún es posible apreciar el retroceso demográfico que supusieron:
    • El grupo 60-64 años muestra una reducción de efectivos debida al déficit de nacimientos durante el conflicto y a los exiliados políticos. Este hecho se vio agravado porque los adultos que debían procrear eran también escasos (generación hueca de los nacidos en menor cantidad durante las guerras de finales del XIX y de la epidemia de gripe de 1918).
    • Los grupos de edad entre los 45-59 años no reflejan el baby boom que suele seguir a las guerras, debido a que la recuperación de la natalidad se vio contenida por la penosa situación que siguió a la Guerra Civil (bloqueo internacional al régimen de Franco, autarquía económica, desabastecimiento y carestía).
  • Los grupos de edad entre 25-44 años suponen un saliente de cuatro escalones que constituyen las generaciones más abultadas. Estos salientes tienen distinta intensidad:
    • El del grupo de edad de 40-44 años corresponde con el boom de la natalidad (para algunos el posbélico retrasado) debido a la suavización de la política autárquica, que culminó con el Plan de Estabilización de 1959; al desarrollo económico de los años 60: mecanización del campo, auge de la industria y desarrollo del turismo, y a la disminución de la mortalidad infantil y maternal posparto gracias a la mejora de la medicina y a la generalización de los nacimientos en clínicas. El boom pudo haber sido todavía mayor de no haber sido por una importante corriente migratoria a Europa, que, recuperada tras la Segunda Guerra Mundial, ofrecía abundantes puestos de trabajo, que atraían principalmente a la población joven y a la adulta joven (la que está en edad de procrear).
    • Los grupos de edad entre 29 y 39 años suponen un menor crecimiento y estabilización de los efectivos demográficos, motivado por el auge de las migraciones a Europa, por la llegada a la edad de casarse y tener hijos de los nacidos en menor número durante la Guerra Civil, y por el inicio de la crisis económica de 1973.
  • Desde el grupo 24 años hasta la base de la pirámide tiene lugar un entrante de cinco barras debido a la reducción de la natalidad causada por los factores ya comentados: la crisis de 1975 y la situación económica que siguió, el cambio de mentalidad, y el aumento del nivel de vida y cultural. Todas estas causas habrían dado lugar a un descenso de la población todavía mayor de no haber sido por el efecto compensador del retorno de los emigrados y de la inmigración extranjera, que, aporta, además, un comportamiento fatalista más acusado.