Claves del Modernismo y la Generación del 98: Contexto, Autores y Obras

Modernismo y Generación del 98: Dos Corrientes Literarias en la España de Fin de Siglo

Contexto Histórico y Corrientes de Pensamiento

Para entender la forma de pensar de los modernistas, debemos fijarnos, entre otras muchas causas, en la época que les tocó vivir. Una época marcada por la Segunda Revolución Industrial, que trajo consigo el desempleo y grandes avances tecnológicos como el automóvil o el cine; la Primera Guerra Mundial, que supuso una nueva distribución de las fronteras europeas; y, por último, la Revolución Rusa de 1917, cuyo objetivo era dignificar a los más humildes y romper las viejas estructuras de poder. En España, las cosas no fueron mejor, ya que el país se vio inmerso en un periodo convulso en el que se produjeron golpes de estado, asesinatos y derrocamientos. A lo dicho anteriormente, hay que añadirle la pérdida de las colonias de ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) en 1898. Este hecho, conocido como el Desastre del 98, provocó una profunda crisis de identidad.

En este periodo también surgieron nuevas corrientes de pensamiento. Entre las más destacadas se encuentran:

  • El irracionalismo de A. Schopenhauer, que plantea un concepto de vida basado en el dolor y el sufrimiento.
  • El predominio de los impulsos vitales sobre la razón y la negación de la metafísica de Nietzsche.
  • El marxismo, que busca una revolución social que acabe con la burguesía.
  • El psicoanálisis de Freud, que plantea que en el subconsciente se encuentran ocultos deseos, frustraciones e impulsos incontrolables.

El Modernismo: Características y Autores

En sus orígenes, el término modernista fue empleado por los académicos para designar despectivamente a los artistas con actitud rebelde y tipo de vida bohemio. Estos artistas, a pesar de ser burgueses, se mostraban descontentos con el estilo de vida propio de un burgués. Tiempo después, el término Modernismo se emplea para designar un movimiento de renovación estética y del lenguaje poético que busca la belleza absoluta. El Modernismo afectó a todo el ámbito hispánico y tuvo gran relevancia en las artes plásticas. Se da entre 1885 y 1915.

Los modernistas tienen influencias de origen francés, de las cuales destacan el parnasianismo, un movimiento creado por Gautier que popularizó la expresión “el arte por el arte”. Su nombre procede de la revista Le Parnasse contemporain. El simbolismo (otra influencia francesa) da gran relevancia a los estados de ánimo, que son plasmados poéticamente a través de los símbolos.

Los simbolistas más destacados son Mallarmé, Rimbaud, Verlaine y Baudelaire. Otras influencias son el decadentismo, basado en el gusto por recrear un mundo que desaparece y que queda reflejado en su elegancia y refinamiento; el prerrafaelismo, una corriente pictórica fundada en Inglaterra con un gusto por el retrato de mujeres muy blancas, de aspecto lánguido y mirada perdida; y el Romanticismo, en el que destacan autores como Rosalía de Castro y Adolfo Bécquer.

En Hispanoamérica, el máximo representante del modernismo poético fue el nicaragüense Rubén Darío, cuyas obras más influyentes fueron Prosas Profanas, que representa un modernismo más refinado; Cantos de vida y esperanza, donde trata temas existenciales; y Azul…, que muestra el influjo del parnasianismo.

De los poetas modernistas españoles podemos decir, en líneas generales, que el Modernismo en España adopta una línea intimista. Los poetas más destacados fueron Francisco Villaespesa, Marquina, Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez o Valle-Inclán con su obra Sonatas. Las características comunes de estos artistas fueron: evasión de la realidad, idealización de la realidad con un arte aristocrático y antiburgués, la preferencia por ambientes refinados y lujosos, y la renovación del lenguaje poético, enriqueciendo el lenguaje con cultismos, americanismos y arcaísmos. Utilización de elementos sensoriales como la sinestesia o aliteraciones. El uso de símbolos como el cisne o el crepúsculo y el empleo de una métrica diferente, utilizando metros y estrofas arcaicos.

La Generación del 98: Preocupaciones y Estilo

Denominamos Generación del 98 a un grupo de autores que comenzaron a escribir en torno a la fecha del desastre colonial del 98 y cuyas obras presentan preocupación sobre la identidad española y la necesidad de una regeneración nacional.

La Generación del 98 comparte características comunes:

  • Tienen una ideología progresista y rebelde en su juventud.
  • Preocupación por España. Azorín, Maeztu y Baroja crean el Grupo de los Tres, que pretendía la creación de un nuevo Estado social en España.
  • Visión subjetiva de la realidad. Abandonan el radicalismo juvenil y son influidos por corrientes filosóficas de carácter irracionalista.

Los temas que abordan son similares, como la preocupación por los problemas de España tras el desastre colonial del 98. Entre los regeneracionistas destaca Joaquín Costa (Despensa y escuela), que denuncia los atrasos, el analfabetismo, el caciquismo y ofrece soluciones poco prácticas. Usan el paisaje castellano, la historia y la literatura para buscar la esencia española, caracterizada por su sobriedad y espiritualidad.

Las preocupaciones existenciales también influyen en estos escritores, así como los conflictos religiosos. La muerte como el final de la vida, las preguntas sobre la existencia humana o la presencia de Dios son algunos de los temas más recurrentes.

En cuanto a su estilo, podemos destacar algunos rasgos comunes: tendencia al lirismo, rechazo al barroquismo y al retoricismo, lenguaje sobrio, sencillo y claro, y recuperación de localismos y arcaísmos.

Innovaciones Literarias y Autores Destacados

Las innovaciones en cuanto a la literatura fueron las nivolas de Unamuno, término con el que designó a sus obras a partir de Niebla, o los esperpentos de Valle-Inclán.

Poesía

En cuanto a la poesía, cabe destacar que el poeta más reconocible de este grupo es Antonio Machado, y junto a él, Miguel de Unamuno y Valle-Inclán, con sus libros de poesía modernista de carácter anecdótico. La trayectoria de Machado se inicia con un libro modernista-simbolista como Soledades, que años más tarde será refundida con el título Soledades, galerías y otros poemas, en los que expresa su intimidad personal (melancolía) por medio de símbolos como la tarde o el agua. Con Campos de Castilla (etapa noventayochista), Machado se centra en el paisaje, que se convertirá en el reflejo de los estados de ánimo del poeta y de las gentes que habitan ese paisaje. En este libro, además, Machado ahonda en la historia y los problemas actuales de España. En Nuevas canciones, Machado adopta un tono sentencioso y filosófico.

Novela

La narrativa predomina en los escritores de la Generación del 98 por encima de otros géneros narrativos. El lenguaje empleado es sobrio, ya que desean renovar la narrativa que superará el prosaísmo de la novela realista y naturalista. Las nivolas de Unamuno pretenden ahondar en la interioridad de los personajes y contienen gran contenido filosófico. Por el contrario, Baroja adopta una concepción abierta de la novela y Azorín centra el interés en la descripción.

En relación a los temas, encontramos la crítica social, la visión crítica de la Historia de España, la descripción de los paisajes o el sentido de la existencia.

La novela de Unamuno está caracterizada por querer expresar sus preocupaciones filosóficas, lo que le lleva a dar más importancia en sus novelas al contenido filosófico que a la acción de los personajes o descripción de lugares. En su obra Niebla, aborda temas existenciales y de identidad del protagonista, Augusto Pérez, quien, hastiado, decide suicidarse, pidiendo para ello opinión a Unamuno. En San Manuel Bueno, mártir, se afronta el problema de incertidumbre de la fe a través de un sacerdote que carece de fe y finge tenerla.

Las novelas de Azorín se caracterizan por la escasa acción y la importancia de las descripciones de paisajes y personajes. Para ello, emplea una técnica impresionista. Sus obras más destacadas son La voluntad, Antonio Azorín y Confesiones de un pequeño filósofo. Azorín fue el creador del concepto de Generación del 98 y el último de sus supervivientes.

Como narrador, Valle-Inclán aborda distintos estilos. Empieza escribiendo una prosa modernista con sus cuatro Sonatas, en las que cuenta las andanzas amorosas del Marqués de Bradomín, en un ambiente aristocrático y decadente. Su estilo se volverá más desgarrado en las trilogías Comedias bárbaras, una mezcla de teatro y narración. Con una técnica cercana al esperpento, escribe Tirano Banderas, en la que ridiculiza a un dictador suramericano. Finalmente, su estilo se vuelve más ácido en El ruedo ibérico, basado en la corte de Isabel II.

En cuanto a Pío Baroja, cabe destacar que es el autor más innovador, concibiendo una novela más abierta y proteica en la que caben narraciones, descripciones o reflexiones bajo el denominador común de una visión subjetiva del mundo por parte de un protagonista inadaptado. Las novelas barojianas poseen la tendencia a la fragmentación, derivada de la concepción de novela abierta. Sus narraciones están caracterizadas por su pesimismo en la concepción de la vida y el hombre. Baroja agrupaba sus novelas en trilogías, entre las que destacan La tierra vasca, cuya obra más importante fue Zalacaín el aventurero; La raza, donde se incluye El árbol de la ciencia; y La lucha por la vida, con La busca.

Ensayo

En cuanto al ensayo, debemos destacar su capacidad para la trasmisión de ideas y valores. Por su marcado subjetivismo, el ensayo se convirtió en uno de los géneros literarios preferidos de los autores de la Generación del 98. Además de los artículos periodísticos y algunos ensayos, Maeztu escribió el ensayo Don Quijote, don Juan y la Celestina. Por otro lado, Ganivet expone sus ideas en Ideárium español. Unamuno plasma sus inquietudes filosóficas y religiosas en obras como La agonía del cristianismo o Del sentimiento trágico de la vida. Su preocupación por España y la búsqueda de valores eternos se plasman en ensayos como Por tierras de Portugal y España y En torno al casticismo. Los ensayos de Azorín se dedican a la contemplación del paisaje castellano (Alma castellana) y a la indagación sobre literatura española clásica (Ruta de don Quijote). Antonio Machado, más conciso, coloquial y sentencioso, refleja en Juan de Mairena sus reflexiones sobre la vida y el hombre, centrado en los pensamientos de un viejo profesor.