Historiografía Romana: Orígenes, Evolución y Autores Clave

Orígenes y Evolución de la Historiografía en Roma

La historia como género literario apareció en Roma casi cinco siglos después de su fundación, lo que supone cierto retraso respecto a la literatura griega. Sin embargo, los primeros historiadores latinos carecían de veracidad debido a:

  • El alto grado de patriotismo, que impedía alcanzar la imparcialidad.
  • Su carácter moralizante.
  • La influencia del componente retórico en los relatos históricos.

Los Orígenes

Las fuentes más antiguas de la historiografía romana son los documentos oficiales y los Annales Maximi, anotaciones realizadas en tablillas por el Pontifex Maximus sobre acontecimientos que afectaban a la población. Estos se basaban en dos tipos de fuentes:

  • Fuentes no romanas: la literatura griega y etrusca.
  • Fuentes romanas: los documentos conservados en los archivos de las familias patricias.

Los primeros autores de este tipo literario redactaban en griego, ya que era la lengua más extendida. Catón el Viejo encabezó la resistencia al helenismo y utilizó por primera vez el latín para escribir la historia de Roma en su obra Orígenes, considerándose el verdadero fundador de la historiografía romana.

Época Republicana

La historia como género literario surge en Roma tras la muerte de Cicerón, quien, aunque nunca escribió historia, reflexionó sobre las cualidades que debía reunir la disciplina. Una exigencia para el historiador, según Cicerón, era el conocimiento del pasado, que se manifestaba en:

  • Trabajos eruditos dedicados al pasado nacional (como los de Catón).
  • Epopeyas históricas.
  • Literatura analística.

Cicerón establecía tres fundamentos para la historia:

  • La obra ha de ser verídica e imparcial.
  • Es necesaria una exposición cronológica y un conocimiento geográfico útil.
  • No solo hay que relatar los hechos, sino también sus causas y consecuencias.

En cuanto al estilo, consideraba que debía ser obra del orador-escritor formado en retórica, viendo la historia como la tarea más noble. Para Cicerón, la historia es magistra vitae (la maestra de la vida), un conjunto de ejemplos dados por los grandes hombres del pasado.

Cayo Julio César

La fama literaria de César se debe a los comentarios de tipo bélico que elaboró sobre los conflictos en los que participaba. Diez libros sobre las campañas militares organizados en dos obras: La guerra de las Galias y La guerra civil. Aunque son históricos, no son ni annales ni historiae, a pesar de que cronológicamente sigan el mismo sistema; tienen más de memorias, de crónicas de guerra. Su prosa, de aparente sencillez, con sintaxis precisa y clara, y un vocabulario exacto y directo sin figuras estilísticas, le ha asegurado un puesto entre los más grandes estilistas de la lengua latina. Sus contemporáneos nunca calificaron su obra de historia.

Salustio Crispo

Hijo de una familia de buena posición económica, Salustio recibió una buena educación en Roma y participó en la vida política. Ejerció diferentes cargos públicos, pero fue expulsado del Senado por su vida licenciosa, aunque luego fue llamado por César para formar parte de aquel alto organismo. De su paso por el gobierno de África tampoco se guardan recuerdos favorables, ya que se enriqueció desmesuradamente a costa de sus gobernados. Salustio escribió todas sus obras en la última década de su vida. Dos monografías históricas:

  • Bellum Iugurthinum: afloran problemas internos en el estado romano, como la existencia de dos bandos definidos, la aparición de líderes carismáticos y la profesionalización del ejército.
  • De coniuratione Catilinae: narra el célebre episodio político-social que tuvo como cabecilla a Catilina y proponía la subversión del orden vigente por medio de una revolución.

Uno de sus rasgos es la utilización de una lengua arcaizante, como la desinencia del pretérito perfecto de indicativo -ere por -erunt.

Cornelio Nepote

Amigo de Catulo y Cicerón, Cornelio Nepote se mantuvo alejado de la política. Entre sus obras destaca Chronica. Su obra principal es De viris illustribus.

Época Imperial – Tito Livio

Tito Livio nació un año después de la formación del primer triunvirato. No formaba parte de la política ni había completado el cursus honorum. Estudió en Roma durante la dictadura de César, obteniendo una sólida formación en oratoria y filosofía. Se le recuerda por los 152 libros de su obra Ab urbe condita, de la que solo se conserva una pequeña parte. Fue elogiado, resumido y comentado, pero también recibió críticas por:

  • La falta de carácter científico.
  • Despreocupación por el acceso directo a la documentación original.
  • Excesiva credulidad respecto a los analistas.
  • Carencia de sentido geográfico, económico y estratégico.
  • Ocultación de hechos.
  • Anacronismos.

Lo más atractivo de su obra es el entusiasmo con el que revive unas gestas de las que se sentía orgulloso.

Tácito

El padre de Tácito no era patricio. Se orientó hacia la oratoria, que se había convertido en una disciplina literaria, volviéndose escolástica y hueca. Vivió bajo el poder de Vespasiano y en una de las etapas más negras del Imperio romano: la del emperador Domiciano, que instauró un régimen de terror. Esto provocó en Tácito un distanciamiento frío respecto al poder. Su gran habilidad no solo evitó la persecución, sino que le proporcionó una brillante carrera política. Se conservan de su obra:

  • Dos obras menores de carácter monográfico.
  • Dos obras mayores: Annales e Historiae.