Las Coplas a la muerte de su padre son una elegía escrita por Jorge Manrique en honor a su padre, Rodrigo Manrique. La elegía es un género muy cultivado a lo largo de toda la Edad Media.
Contextualización
Jorge Manrique nació en la villa de Paredes de Nava alrededor de 1440. De él se conservan unas 40 composiciones, que fueron publicadas después de su muerte en dos cancioneros. La mayor parte de su poesía es cancioneril, con el estilo, los tópicos y temas típicos de este tipo de composiciones (generalmente son poemas de amor, satírico-burlescos o doctrinales). La obra se compone de unas 40 coplas escritas en honor a su padre recién fallecido. Es la única obra de la época que ha sobrevivido al paso del tiempo. Hoy en día sigue siendo conocida y leída con frecuencia.
Resumen
De la estrofa I a la XIII: La vida en la tierra
Se inician con unas reflexiones generales sobre la vida, donde el poeta manifiesta ya su pesar por lo fugaz y lo rápido del placer y su trasformación en dolor, pena o tristeza. Se termina con la lamentación de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, siguiendo la tradición del tópico “tempus fugit”. Después se pasa a la reflexión sobre la muerte. Para ello el poeta utiliza la alegoría sobre la vida que es como los ríos que van a dar a la mar (muerte). Cada minuto que pasa es un acercarse a la muerte. Y de una muerte que es igual para todos: ricos y pobres. Seguidamente el poeta se ofrece a Dios. Se repite la idea de que todos los placeres y bienes en la Tierra son temporales y no valen cuando se les enfrenta con la muerte (estrofas IX a XIII).
De la estrofa XIV a la XXIV: La vida de la fama
Recuerda la vida de personajes famosos de su tiempo para destacar que ellos también murieron. Personajes como: reyes, nobles y validos de la reciente historia de Castilla… que lo tenían todo y nada pudieron contra la llegada de la muerte. Por un momento se abandona el pesimismo para destacar la sensualidad de las damas y el amor, pero se vuelve de inmediato a lo trágico recordando a los desaparecidos. Lo que hace Manrique en esta parte es emplear un conocido tópico literario latino: “Ubi sunt? = ¿a dónde fueron?”.
De la estrofa XXV a la XL: La vida eterna
El último personaje recordado es su padre, al que dedica una hermosa elegía en esta última parte. De él destaca dos cualidades por encima de las demás: la bondad y la virtud. En la estrofa XXXV habla de la fama como mérito adquirido a lo largo de la vida y que permite al hombre no morir del todo. Finaliza el libro con un diálogo entre la muerte y don Rodrigo XXIV-XXXVIII. Y una oración XXXIX. Esta parte es importante porque es una de las primeras veces que se emplea la idea de la fama como virtud humana que te permite no morir del todo, estar vivo en el recuerdo. Esta idea será después fundamental en la literatura renacentista, por eso la importancia de esta obra como transición al Renacimiento.
La conclusión final es que para el hombre hay tres vidas:
- La vida en la Tierra: mortal y pasajera (efímera y fugaz).
- La de la fama: más larga (en el recuerdo que dejamos) pero no eterna.
- La eterna: la verdadera que se gana en el cielo después de morir.
Temas principales
La fortuna
Para la mentalidad medieval – heredera en cierto modo de la tradición clásica- la fortuna guiaba el destino del ser humano, o sea, el azar, lo que se escapa al control humano y depende más de las fuerzas incontrolables de la naturaleza. Evidentemente, esta visión un tanto pagana del devenir de la vida estaba integrada en la tradición cristiana de los “designios divinos”, es decir: hay que aceptar con resignación lo que Dios dispone porque se escapa a nuestro control y conocimiento. Esta idea está presente en las Coplas, pero sin el fatalismo que otros autores solían ofrecer.
La muerte
También tema clásico en unos siglos (XIV y XV) en los que las pestes y las guerras llenaban los campos de cadáveres. Sin embargo, Manrique lo afronta sin patetismo, como algo natural y humano.
La fama
Una de las ideas o temas de las Coplas más conocido: Manrique – aunque no es el primero, esta idea ya la encontramos, por ejemplo, en el prólogo a los Milagros de nuestra señora de Berceo- defiende la idea de que junto con la muerte terrenal y la vida eterna celestial existe la “vida de la fama”, esto es, que nuestro legado si ha sido honorable nos perpetuará en el recuerdo de las siguientes generaciones. Como que no morimos del todo y nuestro legado nos mantiene vivos en el recuerdo de las gentes. En las Coplas pone como ejemplo a su padre, quien gracias a su comportamiento honroso y sus hechos heroicos se mantiene vivo en el recuerdo (siglos más tarde Unamuno defenderá una idea similar al afirmar que él como autor seguirá vivo en sus personajes y en la mente de los lectores que los descubran).
El tiempo
Para el hombre de la Edad Media, el presente no existe, es algo fugaz y el pasado es una sucesión de presentes que por tanto también es fugaz e inasible, por tanto, solo el pasado es auténtico y verdadero. Este tópico conocido como Tempus fugit está presente en las Coplas. ¡Quien no recuerda el famoso verso de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”!… Por cierto, ¿no sigue aún viva esa idea?
El mundo
El mundo visto como algo malévolo, “valle de lágrimas”, lugar de dolor y de paso para acceder a la vida verdadera, la eterna. El tópico era conocido como “De contemptu mundi” o mundo despreciable.
Forma y estilo
La versificación utilizada es la llamada copla de pie quebrado o manriqueña en honor a su tío Gómez Manrique. Se trata de una estrofa de 6 versos: dos versos octosílabos y un tercero de cuatro sílabas. El poeta los une en grupos de doce, que riman en consonante, de la siguiente manera: 8A8B4c 8A8B4c 8D8E4f 8D8E4f. Aunque en el verso corto de 4 sílabas es en ocasiones irregular de manera que hay estrofas en las que este verso tiene cinco sílabas. Recurrir a este metro fue original y revolucionario (se podría decir) en una época en la que estaba de moda la imitación de las formas grecolatinas y para asuntos serios y sentenciosos se recurría al verso largo y la afectación expresiva – o exceso de retórica- sin embargo, Manrique emplea unos versos ligeros como el octosílabo y el tetrasílabo para un tema serio, y lejos de la expresión compleja y recargada de recursos, en cambio, apuesta por una expresión más espontánea, un léxico y una composición cercana sin los latinismos semánticos y gramaticales tan comunes en sus coetáneos como Santillana o , sobre todo, Juan de Mena. El recurso estilístico más importante de las Coplas es la alegoría.
Conclusiones
Se considera a las Coplas – al igual que La Celestina– como una obra de transición entre la literatura medieval y la renacentista. Dos son las razones que lo explican: el tema de la fama, tan propio de la literatura renacentista; y el estilo, sencillo, directo, ameno y sincero, en un momento donde la poesía se llenaba de artificios conceptistas. Manrique en esta obra supo expresar el dolor por la pérdida de su padre por medio de la poesía, o lo que es lo mismo: usó la poesía para expresar emociones y sentimientos personales como sucede en la literatura moderna. Esta circunstancia es quizá la que mejor explica el valor que tiene aún hoy en día la obra.