El Romancero Gitano recoge 18 composiciones escritas entre 1924 y 1927, en las que se muestra un mundo legendario abocado a la frustración, a un destino trágico, al dolor, a la pena y a la muerte. Estos son los temas centrales del libro.
1. Muerte de Antoñito el Camborio: Tradición y Vanguardia
Este fragmento es el comienzo del décimo segundo poema del libro, “Muerte de Antoñito el Camborio”, situado en el primer bloque, que está compuesto por romances de asuntos gitanos contemporáneos. En este fragmento se encuentran rasgos propios del neopopularismo. Por ejemplo, los recursos de repetición propios de la literatura tradicional (como la anáfora y la repetición de los dos primeros versos en el poema, a modo de estribillo) o el empleo del esquema métrico del romance, con versos octosílabos en el cual riman los pares y los impares quedan sueltos. Con respecto a los rasgos más vanguardistas, destaca la abundancia de metáforas (“en la lucha daba saltos / jabinados de delfín”) o la presencia de símbolos (“Voces de la muerte” y “voces antiguas” que representan la muerte y “voz de clavel varonil” que hace referencia a una voz masculina).
Otros recursos característicos del poemario pueden ser la base realista, en este caso la acción se desarrolla “cerca del Guadalquivir”, o el sensualismo y la atención a lo concreto, preferentemente a lo que se capta a través de los sentidos, que aparece a veces ligado al incluir indicaciones exactas (por ejemplo, “cuatro puñales” que hace referencia a los cuatro atacantes).
2. Romance de la Luna, Luna: Símbolos y Mitificación
Este fragmento pertenece al poema inicial, el “Romance de la luna, luna”, que destaca por su función de romance-prólogo y está situado en el primer bloque, compuesto por asuntos gitanos contemporáneos. En cuanto a los símbolos presentes en el fragmento, cabe destacar la presencia de personajes (el jinete, que simboliza el presagio de muerte), elementos de la naturaleza personificados (el aire, que hace referencia a la sensualidad o al erotismo; la luna, que simboliza la muerte), animales (como por ejemplo, la zumaya, que hace referencia a la muerte o el mal augurio) o metales (el bronce, que simboliza el presagio negativo relacionado con el frío; la fragua, como lugar en el que estos se refugian).
Con respecto a los componentes míticos, además de la mitificación del gitano, constante en el romancero, se aprecia en este poema la invención de una explicación mítica a través de la antropomorfización de la luna para una realidad primordial, en este caso la muerte.
3. Prendimiento de Antoñito el Camborio: Libertad y Destino Trágico
Este fragmento pertenece a “Prendimiento de Antoñito el Camborio”, situado en el primer bloque, compuesto por romances de asuntos gitanos contemporáneos, y se engloba en la serie de los tipos míticos masculinos. La mitificación del gitano es el punto de partida del poemario. En el romancero, este representa la libertad y la ensoñación; aparece convertido en mito, prototipo de hombre libre, que intenta afirmar su individualidad y que sucumbe ante un destino trágico. Por este motivo, el hecho de demostrar pasividad puede llevar incluso al deshonor (“ni tú eres hijo de nadie / ni legítimo Camborio”). Pero además, este mundo poético, que representa el genuino ser de Andalucía, tiene un alcance universal y por ello acoge gran variedad de temas, entre los que destacan el amor frustrado, la violencia y la muerte producida como consecuencia de la invasión de los derechos y el prestigio del gitano. Un ejemplo es que se alude a la indefensión de Antoñito frente a la Guardia Civil (símbolo de represión), el destino trágico del gitano, que cuenta como héroe épico, empujado por fuerzas oscuras a la violencia, y el conflicto entre primitivismo y civilización, relacionado en ocasiones con la denuncia de los comportamientos colectivos (en este caso, la Guardia Civil). Estos temas aparecen unidos en algunos poemas y suponen la plasmación del tema principal de la frustración.
4. Romance de la Pena Negra: Simbolismo y Sensualidad
Este fragmento pertenece al “Romance de la pena negra”, situado en el primer bloque, perteneciente al grupo de romances de protagonismo femenino. En cuanto a los rasgos propios del neopopularismo, cabe señalar, por ejemplo, el empleo del esquema métrico del romance, los diálogos dramáticos (v. 9 a 12) o los recursos de repetición (como el paralelismo que se establece entre los versos 5-6 y 7-8). Cabe destacar que la expresión “las piquetas de los gallos / cavan buscando la aurora” se inspira en el verso del Cantar de mío Cid (“apriessa cantan los gallos, e quieren quebrar albores”). Con respecto a los rasgos más vanguardistas, destaca la abundancia de metáforas audaces (“las piquetas de los gallos / cavan buscando la aurora”), la condensación verbal lograda, por ejemplo, con sinestesias o con desplazamientos calificativos (como la hipálage, que se aprecia en “yunques ahumados sus pechos / gimen canciones redondas”) y la presencia de símbolos (el caballo, que hace referencia a la pasión desenfrenada, o el yunque, que simboliza la muerte). Además, se identifican otros recursos característicos del poemario, como la base realista o el sensualismo y la atención a lo concreto (preferentemente a lo que se capta a través de los sentidos). En los versos se percibe cómo Lorca consigue visualizar las sensaciones o los sentimientos (“zumo de limón / agrio de espera y de boca”). En este sentido, lo concreto y lo sensorial aparecen en ocasiones ligados en las abundantes indicaciones horarias (aquí hace referencia al amanecer).