La Prosa en el Siglo XVI: Un Panorama General
El desarrollo de la prosa en castellano continuó con vigor durante el siglo XVI. Aunque los versos en latín seguían siendo numerosos, las obras redactadas en lengua vernácula fueron cada vez más frecuentes.
Prosa Didáctica: El Diálogo como Herramienta
El modelo formal más utilizado en los textos didácticos fue el diálogo. En estos, dos o más interlocutores abordaban diversos asuntos, presentando diferentes puntos de vista. Esto permitía un tono coloquial y una lectura amena. El autor solía estar presente en el diálogo, ya sea como narrador o como un interlocutor más.
Los elementos comunes en los diálogos incluían:
- Interlocutores (novelescos, simbólicos, mitológicos, etc.)
- Espacios indefinidos o domésticos
- Tiempo indeterminado (de uno o varios días)
- Proceso de argumentación lógica
- Aparición de formas narrativas y dramáticas
- Recursos técnicos empleados
No existían normas estrictas sobre su composición, ni límites precisos sobre el número y carácter de los interlocutores, o sobre su situación espacial y desarrollo temporal. El género del diálogo se utilizaba para censurar costumbres y tipos de la época. Algunos diálogos mostraban interés por las cuestiones sociales del momento, expresando una concepción conflictiva de la realidad, mientras que otros tenían un carácter dogmático y catequístico.
Es importante destacar la diferencia entre los diálogos de la primera parte del siglo y los escritos tras el Concilio de Trento. El auge del diálogo, con su visión ideológica más o menos crítica y sus innovaciones formales, representó un avance en el desarrollo de la prosa y anticipó fórmulas propias de la novela.
Diálogos Destacados
Entre los numerosos diálogos del siglo XVI, destacan los de los erasmistas conquenses Juan y Alfonso Valdés. Juan escribió el famoso Diálogo de la lengua, donde expone el ideal renacentista de la lengua sencilla. Su hermano Alfonso es autor de Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, una defensa de la política imperial de Carlos V y un ataque contra las actitudes del papado, además de una sátira de las costumbres eclesiásticas.
Otros Modelos Prosísticos y Temáticas
Además de los diálogos, se utilizaron otros modelos prosísticos como epístolas, historias, relatos y misceláneas. La prosa de la época abarcó una gran variedad temática: matemática, hechicería, música, agricultura, medicina, historia y religión. Los escritos relativos a la conquista de América, con relatos maravillosos influidos por la novedad de los escenarios y el exotismo de las costumbres de los indios americanos, tuvieron un atractivo especial. Entre los historiadores de Indias destacan Bartolomé de las Casas y Bernal Díaz del Castillo. También abundaron los libros de carácter moral o religioso, siendo Antonio de Guevara, autor del Libro áureo de Marco Aurelio, uno de los más leídos. Asimismo, fueron numerosos los libros en prosa de escritores ascéticos y místicos, como fray Luis de Granada.
Prosa Narrativa: El Surgimiento de Nuevos Géneros
En el siglo XVI no se puede hablar de “novela” en el sentido moderno del término. Este vocablo se utilizaba para referirse a narraciones breves, como las Novelas ejemplares de Cervantes. Los relatos más extensos se denominaban de diversas maneras: libro, historia, tratado, vida, etc. Durante el siglo XVI, se siguieron editando y leyendo relatos sentimentales y libros de caballerías de la centuria anterior, e incluso se publicaron muchos nuevos. También surgieron nuevos géneros narrativos como los libros de pastores.
La Narrativa Pastoril
La narrativa pastoril, emparentada con el auge de la literatura bucólica, presentaba de forma utópica la vida rústica en una naturaleza idealizada, donde se desarrollaban historias de amor entre pastores. Esta utopía pastoril se diferenciaba de la utopía erasmista, mostrando una actitud escapista ante una sociedad conflictiva. La obra más destacada de este género es Los siete libros de Diana (1559) de Jorge de Montemayor, continuada por Diana enamorada (1564) de Gaspar Gil Polo. Otros autores notables que escribieron obras dentro de esta estela fueron Cervantes y Lope de Vega.
Narraciones Moriscas
Un tipo curioso de narraciones fueron las de tema morisco. En ellas, se presentaba de forma idealizada la figura del moro, a veces en convivencia tolerante con los cristianos. La primera obra de este tipo fue la anónima Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa. Estas novelas moriscas no eran relatos realistas, sino que idealizaban al moro de forma similar a la idealización del pastor en las narraciones pastoriles.
Otros Autores Destacados
Finalmente, merecen destacarse Francisco Delicado y Juan Timoneda.