Catedral de Santiago de Compostela
Santiago de Compostela
La planta es de cruz latina con gran proporción y armonía. Un nártex antecede a las tres naves longitudinales; la central es doble de ancha que las laterales, cortadas por el transepto, que a su vez se divide en otras tres naves, con dos absidiolos en cada brazo de la cruz y en ellos dos portadas, y sobre el crucero una cúpula. Las naves laterales se prolongan en la cabecera del templo dando lugar a la girola, donde existen cinco capillas radiales. La bóveda de la nave central es de cañón y las bóvedas de las naves laterales son de aristas. Como elementos sustentantes destacan los pilares compuestos, los muros macizos y los grandes contrafuertes. La portada principal queda enmarcada en dos torres de base cuadrada.
En el alzado se distinguen dos alturas o plantas:
- La primera planta corresponde a la nave lateral cubierta por una bóveda de aristas.
- En la segunda planta se aprecia una tribuna, elevada sobre una gran arcada de medio punto que separa la nave central de la lateral, sustentada sobre pilares con columnas adosadas. Destacan las columnas que se prolongan por ambas plantas e inician los arcos fajones, que sostienen la bóveda de cañón de la nave central. La tribuna recorre el templo permitiendo una mayor capacidad de acogida de personas, que pueden asomarse a la nave central y seguir los oficios religiosos a través de los grandes vanos de medio punto, divididos a su vez por dos columnas pareadas.
Otros aspectos importantes a considerar: los sillares de piedra como material empleado en la construcción; la oscuridad del edificio a pesar de su grandiosidad, debida ésta a las técnicas constructivas empleadas, las ventanas son estrechas y no dejan pasar suficientemente la luz.
La catedral, por todo lo anteriormente descrito, se encuadra en el estilo románico, y por sus dimensiones se adscribe a las iglesias de peregrinación. Esta expresión artística es eminentemente religiosa, rural y ligada a los monasterios, salvo el tipo de iglesia de peregrinación que se puede encontrar en lugares o ciudades determinadas. Sus características son:
- La planta de cruz latina, tres naves en sentido longitudinal cortadas cerca de la cabecera por otra u otras naves transversales, el transepto, que forman los brazos de la cruz. El lugar donde se cruzan las naves es el crucero, lugar donde se suele colocar una cúpula o un cimborrio.
- El ábside, en la cabecera, es de forma semicircular; en las grandes iglesias suele presentar un deambulatorio o girola.
- Las cubiertas románicas son abovedadas, utilizándose el arco de medio punto, que dará lugar a la bóveda de cañón. Además, el cruce de dos bóvedas de cañón dará lugar a la bóveda de aristas y, para cerrar el espacio del crucero se recurrirá a las trompas o las pechinas que soportarán el peso de la cúpula o del cimborrio.
- Los soportes son diversos: en el exterior, los contrafuertes, macizos pilares que apuntalan los muros gruesos que han de cargar las enormes presiones de las cubiertas; en el interior, los pilares compuestos a los que se adosan columnas, algunas de ellas recogen los arcos fajones que refuerzan el peso de la bóveda.
- Los interiores son oscuros debido a los estrechos y escasos vanos, ya que el muro no se puede abrir porque se debilitaría. Los maestros arquitectos idearon un sistema de ventanas abocinadas, que se abren de forma oblicua hacia el interior, mientras que vistas desde el exterior son estrechísimas, convirtiéndose en saeteras.
- Las portadas reúnen el máximo interés decorativo y se encuentran representados los dogmas cristianos. (No se explican porque aquí se analizan planta y alzado).
El románico en su apogeo se encuentra entre los siglos XI y XII, para muchos historiadores está considerado el primer estilo europeo, ya que hay más elementos comunes que divergentes. Sin embargo, no hay que obviar las diferencias regionales europeas con sus particularidades. El templo tenía la función de congregar a una inmensa multitud de fieles que llegaban desde toda Europa para rezar ante la tumba del Apóstol Santiago. El templo tiene, como todos los medievales, una simbología. Ejemplo, la orientación de la construcción: la cabecera está orientada hacia Oriente y representa el nacimiento de la luz divina; la fachada principal, orientada al Occidente, representa el ocaso; el crucero es el tránsito de la vida; la fachada norte representa el frío y lo oculto; la fachada sur, la calidez y el optimismo. Otro ejemplo es su carácter didáctico y la disposición de los personajes: ante una sociedad supersticiosa y analfabeta, las imágenes en las portadas, capiteles y pinturas murales instruían a los fieles.
Los antecedentes históricos de la catedral se localizan en el siglo IX, cuando el rey asturiano Alfonso II el Casto mandó construir una basílica sobre los restos olvidados de una tumba romana descubierta siglos antes, de la que se decía que guardaba los restos del Apóstol Santiago. La basílica sirvió para unir los territorios del rey ganados a los musulmanes, y Santiago se convirtió en lugar de peregrinación de los europeos. No obstante, la basílica fue destruida por Almanzor, por lo que fue construida de nuevo bajo el impulso de los obispos Diego Peláez (s. XI) y Diego Gelmírez (s. XII). Los antecedentes estilísticos se encuentran en los monasterios, abadías y basílicas construidas en estilo románico por los monjes de Cluny, quienes lo difundieron a través del Camino de Santiago. Se han encontrado similitudes entre las iglesias de peregrinación francesa y Santiago, no solo en las plantas, sino también en las portadas. Así, se le relaciona con San Martín de Tours y Saint Sernin de Toulouse. La catedral es uno de los mejores ejemplos del románico europeo.
La obra se encuentra en la ciudad de Santiago de Compostela, provincia de A Coruña, en Galicia. Como se ha dicho anteriormente, la catedral es el fin del Camino de peregrinación más importante de Europa, que supuso no solo la reafirmación de la fe cristiana, sino también la difusión de ideas, noticias, cultura y relaciones comerciales. En España el Camino de Santiago afianzó la Reconquista en el norte y el desarrollo económico, por lo que fue apoyado por los reyes que vieron en la figura de Santiago “Matamoros” un aliado. El nombre del templo, aunque se ha ido nombrando durante el texto, es la Catedral de Santiago de Compostela. Se han encontrado referencias a algunos maestros constructores franceses de nombres Bernardo y Roberto, y a discípulos de estos, el maestro Esteban y Bernardo el Joven, sin olvidar al maestro Mateo, a quien se le ha atribuido la realización del Pórtico de la Gloria.
Cúpula de Santa María de las Flores
La obra que vamos a comentar está situada en Florencia, una de las ciudades que luchaba por un gran prestigio social, cultural y político junto con otras grandes ciudades de la época medieval. Estas luchaban por la catedral de mayor tamaño que demostrara la superioridad de la ciudad que la tuviera. Florencia tenía una catedral a medio terminar a falta de una cúpula que era de grandes dimensiones y no habían encontrado una solución para abrirla. Para solucionar esto se celebró un concurso donde resultó ganador Filippo Brunelleschi, que daría resolución a este problema con la creación de dos cúpulas: una bóveda semiesférica y otra encima, más apuntada.
Empezó a ser construida entre 1420 y 1436. La cúpula era el punto final de una catedral gótica diseñada por Arnolfo di Cambio y continuada por Giotto. El reto era poder cerrar el gran tambor que había quedado abierto. Brunelleschi es elegido para asumir este reto como ganador del concurso celebrado en 1418 por las autoridades florentinas. La forma adoptada por Brunelleschi es la cúpula, tomada del arte romano, pero que debe adaptarse a la forma de la catedral, por lo que debe ser una cúpula apuntada.
Para poder adaptarse a esta estructura, el arquitecto emplea dos cúpulas para poder distribuir el peso: en el interior tiene una cúpula más apuntada que la exterior y entre ellas deja un hueco por el cual habrá un acceso a la parte superior, la linterna. Para poder descargar bien el peso se construyen una serie de semicúpulas alrededor del tambor. El material usado no será la piedra como antiguamente, sino el ladrillo y argamasa, unos materiales menos pesados. En el interior está rodeado de anillos de viga de madera a modo de cimbra, unidas por barras de hierro. Rematando la cúpula está la linterna abierta, que es el punto de fuga de la obra, situada a una mayor altura de todas las construcciones de Florencia hasta el momento. Brunelleschi también fue uno de los descubridores de la perspectiva en esta época, por lo que mantiene un gran esfuerzo por mejorar la geometría de sus obras y dar una mayor sensación de realismo.
En la obra se aprecia la capacidad de Brunelleschi de adaptarse al estilo gótico de la catedral y al existente. Ésta refleja la nueva época cultural y artística que comienza, introduciendo novedades basadas en el mundo clásico. Se le considera la primera obra renacentista por la utilización de elementos clásicos que Brunelleschi aprende en Roma. La cubierta del Panteón fue el antecedente claro de esta obra y tendrá influencias posteriores a la cúpula, como la del Vaticano, realizado por Miguel Ángel. El estilo artístico que abarca esta obra se prolonga durante los siglos XV y XVI. Se le toman las directrices clásicas junto con el humanismo, que tiene en la etapa de Grecia y Roma un esplendor que se opone al periodo medieval. Se crea un nuevo punto de vista en el que el hombre es el centro de todo y se verá manifestado en todas las creaciones del momento. La situación de Italia durante la época medieval se mostraba con una competición entre ciudades independientes entre sí por tener una mayor competencia económica y social. Tenían unas técnicas comerciales que extenderán su influencia por el Mediterráneo. En el terreno artístico comienzan a aparecer los nombres de los autores de las obras, valorando más el trabajo hecho y dándolo a conocer por sus creaciones, dándole así un prestigio social. Los artistas se forman en talleres de otros artistas apoyados por la figura del mecenas, que son las personas pudientes que subvencionan las obras a partir de esta época, sustituyendo a la iglesia, que lo hacía anteriormente: los Sforza en Milán, los Gonzaga en Mantua y los Medici en Florencia son los más importantes impulsores de los artistas. La temática de las obras se amplía más que en el gótico y sigue apareciendo temas religiosos, aunque con menos frecuencia empiezan a aparecer temas de la mitología, escenas de la vida cotidiana, retratos, etc.
Destacan obras como San Pedro en el Vaticano, donde participan artistas tan importantes como Miguel Ángel y Bramante. La pintura empieza a tener un carácter más independiente porque se separa de la arquitectura; siguen existiendo pinturas al fresco como La última cena de Leonardo, pero la tabla y el lienzo se convertirán en las más predominantes. Aparecen técnicas como la perspectiva, el tratamiento de luz y color, el realismo. La escultura adquiere un mayor protagonismo también al separarse de la arquitectura; las obras empiezan a situarse en sitios públicos como el David de Miguel Ángel, en el que los personajes son más realistas.
La catedral está construida bajo el estilo gótico, pero la cúpula inicia el Renacimiento; era una señal de prestigio social y Florencia, a comienzos del siglo XV, era una de las ciudades comerciantes y necesitaba una catedral que mostrara su poder. La familia que actuará como mecenas será los Medici. Esta época utiliza el mecenazgo como una forma de fortalecer el prestigio sin haber nacido en la nobleza. Estas familias pudientes mantenían a los artistas durante su vida y en este ambiente es cuando surgen estas grandes obras con un significado religioso que dará lugar a un movimiento que va a transformar a Europa.
La catedral se encuentra situada donde anteriormente estaba la iglesia de Santa Reparata. La nueva iglesia fue diseñada por Arnolfo di Cambio en 1296. El proyecto duraría en realizarse 170 años: en 1334 Giotto construyó el campanario y en la segunda mitad del siglo XV se nombrarán a otros arquitectos; una vez completada en 1418, se celebrará un concurso en el que Brunelleschi saldrá elegido para construir la cúpula; uno de sus rivales fue Lorenzo Ghiberti. La cúpula se comenzó en 1420 y se terminó en 1436.
La obra, situada en la plaza del Duomo, en la ciudad de Florencia, considerada la cuna del Renacimiento, se dice que existe un síndrome, el de Stendhal, como una enfermedad producida por la exposición a tantas obras de arte que causa mareos, vértigo, confusión o alucinaciones. La construcción de esta cúpula está ligada a Brunelleschi y a Cosme de Médicis, miembro de la alta burguesía, que será el que subvencione un alto número de obras del Renacimiento que dará prestigio social y económico a esta familia. El creador de la cúpula será uno de los artistas protegidos por esta familia que cambiará el arte y la forma de pensar para siempre. El Renacimiento se basa en la vuelta al pasado, donde se encontraban los grandes avances, y no en el estancamiento de la época medieval, que fue definido como una época de tinieblas de la que podrían salir fijándose en las civilizaciones clásicas. Los Médicis juegan un papel muy importante en la creación de este nuevo estilo, que ejercían de mecenas con grandes artistas del Renacimiento; era el ejemplo de familia burguesa enriquecida por las relaciones comerciales y las finanzas que utilizan su riqueza para apoyar a los artistas. Los artistas tendrán un pensamiento más individualista que se verá reflejado en sus obras. El arte comienza a ser una ciencia en la que tanto el artista como el que la contempla tiene que tener conocimiento acerca de las obras. Por eso están dirigidos a un público reducido, como las familias más ricas y cultas.
El Coliseo
Esta obra empezó a ser construida en el año 72 d. C. bajo el mandato del emperador Vespasiano, pero fue inaugurado por Tito y terminado completamente en el 82 por la iniciativa de Domiciano.
En el exterior de este monumento podemos apreciar cuatro cuerpos bien diferenciados: los tres primeros pisos con arcadas y el último con pequeñas ventanas. Como elementos sustentantes tenemos muros en los tres primeros pisos con arcos de medio punto y, entre ellos, semicolumnas de estilo dórico-toscano en el primer cuerpo, jónico en el segundo y corintio en el tercero. En el último cuerpo se presentan pilastras.
La separación de cada cuerpo se hace por medio de cornisas y entablamentos. El principal material utilizado es la piedra, dispuesta en sillares, hormigón y ladrillo.
En los tres primeros cuerpos predomina el vano sobre el macizo, en la que se presenta la sucesión de arcos. Los huecos junto a las columnas y otros elementos que sobresalen aportan un importante juego de luces y sombras, que le dan plasticidad.
El Coliseo es una de las muestras del gusto de los ciudadanos por la diversión. Aquí tenían lugar batallas de gladiadores, incluso batallas navales.
El interior estaba compuesto por tres pisos comunicados entre sí con comedores cubiertos de bóvedas de cañón o de arista. Bajo la arena había una estructura llena de pasillos donde se guardaban las armas, etc.; la arena se colocaba sobre una estructura de madera. Para mayor riqueza decorativa, el exterior estaba cubierto por placas de mármol y, en las arcadas del primer y segundo piso, esculturas.
Roma hereda de Grecia los principios de su arquitectura, añadiendo su utilidad. Es una arquitectura funcional y civil que se manifiesta en carreteras, acueductos, puentes, baños públicos, teatros, anfiteatros, circos, etc.
El carácter práctico de los romanos no solo se manifiesta en el desarrollo de la arquitectura de carácter más utilitario, sino en el planeamiento de las ciudades, donde van a adoptar un sistema de cuadrícula cuyo origen viene de los campamentos militares. Su planificación es racional y distribuye el espacio de manera que sus habitantes pueden desplazarse con facilidad por sus calles. La ciudad queda en torno a dos ejes. En el cruce de estos ejes se situaban los edificios públicos.
En los templos será donde más se aprecia la influencia griega, pero introduciendo algunos cambios: suelen ser tetrástilos o pseudoperípteros, sobre podio y con acceso por la escalinata.
Una construcción original son los edificios circulares cerrados con cúpula como el Panteón de Roma; elementos importantes de su arquitectura son el arco de medio punto, la bóveda de medio cañón, de arista y la cúpula.
El hormigón, una vez seco, se convertía en tan duro como la piedra, y se escondía el aspecto poco noble del material con revestimientos de mármol, mosaicos, etc., y el uso de órdenes griegos, además de crear el orden toscano sustituyendo al dórico, y surge el orden compuesto, donde combinan los capiteles jónicos y corintios.
La estructura del anfiteatro podemos decir que viene de la unión de dos teatros griegos, dando una forma elíptica.
La época imperial fue el periodo de mayor esplendor de la civilización romana, cuando llegó a ocupar todo el Mediterráneo.
La sociedad romana tenía un sistema de producción esclavista de donde obtenían su gran producción agrícola y artesanal, y la producción de las obras. Los que disfrutaban de ellos eran los ciudadanos, que se dividían en patricios, clase dominante, y los plebeyos, que no tenían muchos derechos y privilegios. El comercio fue la principal actividad económica, además de la conquista de territorios que aportaban los esclavos necesarios.
El Coliseo fue escenario del martirio a los cristianos. Roma había comenzado siendo una ciudad-estado a construir un gran imperio, asumiendo la cultura griega. Roma fue fundada por los latinos en el 753 a. C.; conquista Grecia tras el orden cultural y elementos arquitectónicos griegos. Se realizan copias de estas obras y por eso hoy en día las conocemos. El arte romano puede considerarse como un continuador del griego, pero con un carácter práctico y utilitario. Sus antecedentes eran el arte etrusco y el arte griego, y sus consecuentes eran el arte bizantino, el neoclásico y el Renacimiento.
Notre Dame de París
Notre Dame de París (Nuestra Señora de París) es una de las obras de arte gótico más destacables de toda Francia y símbolo ineludible de su capital. Su fachada, de orientación oeste, mira hacia la plaza Notre Dame, que alberga el punto cero desde el que se cuentan todas las distancias del país.
Estamos ante una fachada que podríamos dividirla en tres calles y tres cuerpos. Se encuentra flanqueada y rematada por dos torres. Estas no están rematadas por las típicas agujas góticas, por lo que no hay tanta sensación de verticalidad. La verticalidad de las torres se equilibra con la horizontalidad de las bandas y galerías decoradas. El vano predomina sobre el muro.
Su fachada es el prototipo de las francesas, con un esquema en “H” y está dividida en tres puertas por el exterior, con lo que parece que tiene tres naves en vez de las cinco que presenta. Su ornamentación es riquísima, perfectamente adaptada al marco arquitectónico y cubre el tímpano, las arquivoltas, jambas, dintel y parteluz. En el primer nivel de la fachada aparece la portada, que sigue siendo el lugar preferente para colocar la escultura con una intención didáctica (arte relato). Los dos portales laterales de la fachada, de proporciones asombrosas, fueron consagrados a la Virgen María y a su madre, Santa Ana. Entre ellos, el Portal del Juicio Final domina la visión con esculturas que representan la resurrección de los muertos, un ángel que coloca en una balanza pecados y virtudes, y criaturas malditas que llevan las almas pecadoras rumbo al averno.
Encima de la portada, sobre los arcos apuntados, se disponen las imágenes de los reyes de Francia, como esculturas incorporadas plenamente al edificio. Más arriba, en el segundo nivel, aparece un rosetón y ventanas a ambos lados con decoración en tracería. Las nuevas técnicas constructivas permiten rasgar el muro y abrir ventanales. El edificio gana en luminosidad. En el tercer nivel, una arquería formada por arcos apuntados entrelazados y muy estilizados da ritmo y movimiento a la fachada. Por último, en las torres se abren unos vanos alargados y estrechos que acentúan la verticalidad del edificio.
Se trata de una obra perteneciente al gótico, realizada en granito, que se levanta en una isla del río Sena, en París. El obispo Maurice de Sully puso en el año 1163 la primera piedra y la catedral se finalizó en el año 1258. Sus características generales eran:
- Desde el siglo XII, nuevas técnicas constructivas permitieron que surgiera un nuevo estilo artístico: el gótico. Nacido en Francia, se extendió por Occidente y permitió construir edificios más altos y luminosos.
- El desarrollo de la economía y el aumento de la población en las ciudades originó la necesidad de nuevas construcciones. Las ciudades vieron surgir numerosos grupos de canteros, albañiles, carpinteros…, dirigidos por maestros de obras y arquitectos, que levantaban palacios, ayuntamientos, lonjas…, pero por encima de cualquier otro edificio destacaba la catedral, símbolo del poder económico y del prestigio de la ciudad y de la fe en Dios de sus habitantes.
- Elementos técnicos: un nuevo tipo de arco (ojival o apuntado), más alto y ligero; nuevo tipo de bóveda (de crucería) que apoyaba su peso (nervios) en columnas o pilares; para contener el empuje de las bóvedas, en los muros exteriores se utilizaban arbotantes y contrafuertes. Para decorar estos elementos se utilizaban pináculos que remataban contrafuertes y arbotantes y que acentuaban la verticalidad.
- Estos nuevos elementos técnicos permitían que el peso de las cubiertas no cayera sobre los muros, lo que permitió que se ganara en altura y que se construyeran grandes ventanales cubiertos de vidrieras de colores.
- Las portadas góticas son herederas de las románicas, pero con mayor complejidad en la decoración y con arcos apuntados de mayor altura que proporcionaban gran esbeltez.
La planta continuó siendo de cruz latina, pero con el transepto menos destacado debido al mayor número de naves. La catedral es heredera de las iglesias románicas del siglo XI y sirvió de modelo para muchas catedrales góticas posteriores y neogóticas. Contexto histórico
- Crecimiento de la producción agrícola = aumento de la población.
- A consecuencia de las Cruzadas se abren nuevas rutas y se desarrolla mucho el comercio.
- Como consecuencia, aparece una industria artesanal y con ello la concentración humana en las ciudades.
- Aparecen los gremios y un nuevo grupo social: los burgueses, con una nueva mentalidad.
- Las ciudades eran no solo centros económicos, también eran lugares donde aparecen nuevas ideas y nuevas maneras de entender el mundo.
- Es el despertar del Humanismo: nueva dimensión del hombre y de la naturaleza. El cuerpo ya no es el soporte del alma, sino una maravillosa obra de Dios que hay que respetar. Se abre una etapa de amor hacia Dios y hacia la naturaleza. Un Dios más bondadoso.
- Surgen las universidades.
- Es una época de grandes catástrofes (peste) y guerras, pero también de grandes avances culturales y técnicos como la imprenta, la brújula, etc.
- Frente al románico agrario, feudal y monástico se desarrolla ahora el gótico artesanal y burgués, donde el monasterio aislado en el campo es sustituido por la catedral ciudadana.
La construcción se inicia en 1163, reflejando algunos trazos conductores de la abadía de Saint Denis, subsistiendo aún dudas en cuanto a la identidad de quien habría «colocado» la primera piedra, el obispo Maurice de Sully o el papa Alejandro III. A lo largo del proceso fueron varios los arquitectos que participaron en el proyecto, esclareciendo este factor las diferencias estilísticas presentes en el edificio. La catedral fue restaurada por Eugène Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus (1846), aunque Lassus muere y Viollet toma el mando. Entre las modificaciones que se hicieron están: la inserción de gabletes en las ventanas, el rosetón sur es inventado por él, cambia la piedra de los arbotantes por piedra nueva, reconstruye todas las capillas interiores y altares; en la fachada, coloca estatuas nuevas en la Galería de los Reyes y, como faltan algunas cabezas en estatuas, las copia de catedrales cercanas (incluso hay algunas que son retrato de Viollet). Además de todo esto, planeó un aislamiento de la catedral arrasando con todos los edificios de los alrededores.
Interior: Consta de cinco naves y un doble deambulatorio dividido en tramos triangulares, con una serie de capillas cuadradas que lo circundan, con lo que resulta un enorme presbiterio. La nave central es de mayor altura que las laterales, y observamos como elemento sustentante columnas en vez de pilares, algo que suele aparecer en el primer gótico. Los elementos sostenidos son arcos apuntados bastante abiertos, bóvedas sexpartitas en la nave principal y de crucería en las laterales, separadas por fajones. Sobre las naves laterales se encuentra la tribuna y, sobre ella, una serie de ventanales organizados por dos arcos con un óculo entre ellos y abrazados por otro mayor, con lo que presenta tres pisos en altura. Todos los huecos de ventanales y rosetones (que aparecen en las fachadas) aparecen decorados por vidrieras, con lo que la luz en el interior remite al ideal de espacio místico perseguido por los arquitectos de la época.
Exterior: Cabecera: el ábside presenta girola y capillas radiales. Se aprecian las nuevas técnicas constructivas: la bóveda de crucería envía los empujes a los arbotantes, arcos aéreos que transmiten el peso a los contrafuertes situados en el exterior y éstos a tierra. Los contrafuertes se encuentran rematados con pináculos. El pináculo es una torrecilla de forma piramidal puntiaguda que desempeña una doble función: estética, pues embellece y acentúa la verticalidad exterior, y estructural, sirve de contrapeso al empuje del arbotante. Esta nueva técnica permite ganar altura al edificio. Por último, se cubre con un tejado a dos aguas.
El Partenón
Este monumento está construido en mármol blanco, que le aporta belleza y elegancia. Se levanta sobre una plataforma formada por tres escalones. Los dos primeros se llaman estereóbato y el último estilóbato. Directamente encima de este se sitúa el fuste sin basa. El fuste está formado por tambores superpuestos y decorado por estrías de arista viva. En la parte superior de la columna se encuentra el capitel, formado por el equino y el ábaco sin decoración. El fuste se separa del capitel por una moldura llamada collarino. Sobre el capitel encontramos el entablamento, formado por tres partes: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe no tiene decoración y es liso, y sobre él se encuentra el friso, formado por triglifos y metopas decorados con relieves esculpidos. Sobre el friso está la cornisa y, sobre ella, el frontón en forma triangular y, en el interior, el tímpano, donde encontramos algunos restos escultóricos. Se trata de un templo períptero y octástilo porque tiene ocho columnas en la fachada y dieciséis más en cada uno de los lados. El templo transmite armonía y sistema por las correcciones ópticas que se llevaron a cabo, como el abombamiento de la columna y la ligera curvatura ascendente del estilóbato y el entablamento. Todo esto refleja que se trata de una obra de estilo griego y que se trata del Partenón de Atenas.
La función que puede cumplir esta obra es de tipo religioso, para adorar a la diosa de la ciudad de Atenas. También para dar prestigio a la ciudad y guardar sus tesoros.
Las características del arte griego se basan en que el hombre es la medida de todas las cosas y en la búsqueda de la belleza a partir del ser humano; esta arquitectura ganó en esbeltez y elegancia gracias a las correcciones visuales a través de las matemáticas que determinaban cada elemento de la construcción en relación con el resto.
A partir de las formas y proporciones que presentan las obras se puede distinguir distintos tipos de órdenes arquitectónicos:
- Orden dórico: s. VII a. C., caracterizado por el capitel liso sin basa.
- Orden jónico: s. VI a. C.: con basa y el fuste más esbelto y capitel de volutas.
- Orden corintio: s. VI a. C.: con el capitel de hojas de acanto.
La decoración que encontramos en el edificio es obra de Fidias. Ocupaba los frontones, en los que se narraban diversos hechos de la vida de Atenea. En las metopas que decoraban el friso se representaban las cuatro luchas mitológicas: centauromaquia, la guerra de Atenas, amazonamaquia y gigantomaquia, y el friso que rodeaba el naos estaba esculpido con la procesión de las grandes Panateneas, que era una celebración en honor a Atenea celebrada cada cuatro años. En el interior del naos se guardaba la escultura de Atenea, también realizada por Fidias. El progreso hacia la belleza consistió en la captación naturalista del ser humano; se distinguían dos tipos de escultura: en relieve y la escultura exenta. La escultura se convirtió en el reflejo de la evolución del canon de belleza a través de distintos periodos:
- Periodo arcaico (VII-V a. C.): destacan las figuras masculinas y femeninas que reflejan los modelos orientales.
- Periodo clásico (V-IV a. C.): donde se mostró la preocupación de los artistas por resolver la figura humana como ideal de belleza.
- Periodo helenístico (IV-I a. C.): aparecían formas caracterizadas por la expresión, el movimiento y la expresión corporal.
Esta obra se enmarca en la Grecia antigua, que ocupaba el sur de la península balcánica y las islas del mar Egeo y Jónico. La Grecia antigua puede dividirse en tres periodos:
- El arcaico (s. IX a. C.), donde se crearon las polis, ciudades independientes de una misma nación.
- El clásico fue cuando, gracias al gobierno de Pericles y la instauración de la democracia, Atenas adquirió un gran prestigio militar por las guerras contra los persas. Atenas y Esparta rivalizaron por el poder de Grecia, que finalizó con la derrota de Atenas.
- Con los espartanos en el poder se debilitaron las ciudades-estado en el periodo helenístico (338 a. C.-s. I a. C.). Ante la separación de las polis, el rey Filipo II de Macedonia conquistó toda Grecia. En el s. I a. C., Roma consiguió hacerse con todo el dominio del Mediterráneo, absorbiendo la cultura griega.
Fue construido entre los años 447-438 a. C. Sus arquitectos fueron Ictino y Calícrates.