Crecimiento Económico, Desarrollo Económico y Humano: Conceptos y Diferencias

Crecimiento Económico, Desarrollo Económico y Humano

El concepto de desarrollo y crecimiento se puede interpretar en un doble sentido: como algo cuantitativo, en cuyo caso se suele relacionar mediante la renta o el producto por habitante, o en sentido cualitativo, el cual se asocia con los términos de “bienestar” o mejora de las condiciones de vida. Bajo esta doble acepción del término de desarrollo y de crecimiento económico, para su medición no sería suficiente recurrir a variables tales como la renta o el consumo por habitante, sino que habría que tratar de medir el bienestar. Desgraciadamente, a pesar de los notables esfuerzos llevados a cabo en este sentido, no se dispone aún de indicadores de bienestar completamente satisfactorios.

En cualquier caso, lo que se puede afirmar es que la determinación de una variable o variables como objetivo a alcanzar por la sociedad será algo subjetivo y sometido a una clara contingencia histórica y política. Lo realmente relevante, sin embargo, es que el objetivo fijado condicionará la política económica a seguir, lo que influirá en la propia actividad económica y en las decisiones de sus agentes económicos para conseguir el cumplimiento del fin o los fines prefijados.

El “crecimiento económico” es un aspecto de otro proceso más general, el desarrollo de una sociedad. Por tanto, el concepto de desarrollo es más amplio que el de crecimiento económico. De hecho, se puede dar un crecimiento económico sin un verdadero desarrollo, es decir, sin que el crecimiento suponga una transformación del nivel de bienestar (económico, social, cultural, sanitario, etc.) de una sociedad.

Un crecimiento sin bienestar global puede dar lugar a sociedades que, aun consiguiendo un fuerte incremento económico en algunos sectores o zonas geográficas, la renta generada sólo repercute en los beneficiarios de estos sectores, mientras que en el resto de la sociedad se mantiene el nivel anterior de desarrollo. Por tanto, no debemos confundir el desarrollo con el crecimiento económico.

El desarrollo se puede definir como un proceso continuo de crecimiento de la economía, durante el cual se aplican las nuevas tecnologías a los procesos productivos y a otros campos, a los que les sucede cambios institucionales, sociales y políticos. Por tanto, el desarrollo implica crecimiento económico y cambios estructurales.

Diferencias entre Crecimiento Económico, Desarrollo Económico y Desarrollo Humano

  • Crecimiento económico: Proceso sostenido de crecimiento en el que los niveles de actividad económica aumentan constantemente.
  • Desarrollo económico: Proceso por el que una sociedad cambia su organización económica, pasando de un sistema tradicional y estacionario a otro moderno que permite el crecimiento económico.
  • Desarrollo humano: Proceso por el que una sociedad mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos a través de un incremento de los bienes y servicios con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno en el que se respeten los derechos humanos de todos ellos.

Tomado de: Crecimiento económico y desarrollo / www.ecobachillerato.com IES V. De la Paloma/IES R. Maeztu/ IES P. Gargallo

Aproximación al Concepto de Subdesarrollo

El término subdesarrollo es controvertido. La Real Academia Española lo define como el atraso de un país o región, que no habría alcanzado determinados niveles (socioeconómicos, culturales). Respecto al primer término, el consenso entre expertos y no expertos suele ser unánime; las discrepancias surgen cuando tratan de definirse los «determinados» niveles.

Una segunda aproximación podría ser: una de las etapas por las que atraviesan los países y las sociedades en su progreso, especialmente progreso en Estado del Bienestar y capacidad económica. Sin embargo, esta idea de ser una “etapa” dentro de un proceso más largo cuenta con muchos detractores, quienes opinan que el subdesarrollo puede llegar a no superarse nunca por múltiples factores.

El subdesarrollo también está muy relacionado con la pobreza, llegándose a incluir como países subdesarrollados a aquellos donde un tanto por ciento determinado de su población vive bajo el nivel de la pobreza. Esta definición choca con el problema de medición, por un lado (¿Cómo se calcula la riqueza de un pueblo? ¿A partir de dónde una persona está bajo el nivel de la pobreza?) y, por el otro, la duda de si el subdesarrollo es sólo una cuestión económica, razón por la cual los índices de desarrollo han ido cambiándose y ampliándose con el tiempo, como se verá más adelante.

La palabra subdesarrollo suele emplearse con mucha frecuencia para referirse a los países del Tercer Mundo, hasta el punto de convertirse casi en un sinónimo (los países subdesarrollados son los países del Tercer Mundo, y viceversa). Una de las pocas diferencias entre los dos es que el primero no suelen emplearlo las personas que teóricamente pertenece a él por ser, cada vez más, un término peyorativo; mientras que el segundo es más aceptado, pese a contar con múltiples detractores.

Generalmente, la expresión hace referencia a países, aunque también puede utilizarse para designar a determinadas zonas o regiones e, incluso, a formas de pensar o subsistir (“mentalidad subdesarrollada” por aquella que espera resolver sus problemas con ayuda exterior).

Lo que sí está logrando cierto consenso en los últimos años es en afirmar que el desarrollo no va unido ni desunido a la felicidad[1]. Es decir, lograr mejor alimentación, viviendas sólidas, alfabetización, empleo digno, etc. no tiene por qué hacer a la gente más infeliz o menos.


[1] Punset, Eduard: El viaje a la felicidad: las nuevas claves científicas. Barcelona: Imago Mundi, 2005. ISBN 84-233-3777-4.