Evolución del Teatro Español: De Buero Vallejo al Teatro Independiente

La Figura de Buero Vallejo en el Teatro Español de Posguerra

La trayectoria dramática de Antonio Buero Vallejo (1916 – 2000) es la más significativa del teatro de posguerra española. Su primera etapa se caracteriza por el realismo matizado por el uso de símbolos.

Primera Etapa de Buero Vallejo: Realismo Simbólico

La primera obra de este autor es Historia de una escalera, estrenada en 1949. Tres años antes, el autor había salido de la cárcel en libertad condicional por haber militado durante la Guerra Civil en el bando republicano. Incluso fue condenado a muerte, al igual que el gran poeta Miguel Hernández, con el que compartió cautiverio en Madrid. La condena fue conmutada por 30 años de prisión, que se fueron rebajando hasta 1946. Esta obra marcó un cambio en el teatro español, dando nacimiento al drama realista. A partir de un contexto, un argumento y unos personajes se intentaba hablar de la realidad desde el escenario. En un mismo decorado, la escalera de una casa de vecinos, y en tres épocas (1919, 1929 y 1949), se presenta el problema central: la frustración de unos seres condenados a desarrollarse en ese espacio. Ninguna de las dos vías representadas por los personajes, la individual (Fernando) y la colectiva (Urbano), ofrece una respuesta válida. El protagonista real de la obra es la estática escalera, testigo del paso del tiempo. Con esta obra, el autor consiguió el Premio Lope de Vega.

Otra de sus obras es En la ardiente oscuridad (1950), donde el autor plantea uno de sus temas constantes: las minusvalías y, en general, la actitud del hombre ante sus limitaciones. Un ciego llega a una institución de invidentes que viven en una aparente normalidad, y su desesperación lúcida va minando la seguridad del resto. Lo asesina un defensor de los principios de la institución, lo que quizá esconde un significado político, alusivo a la necesidad de abrir los ojos en la España de la época.

Segunda Etapa: Cuestiones Sociales y Experimentación Técnica

En una segunda etapa, predominan las cuestiones sociales, casi siempre situadas en el pasado para eludir mejor la censura, aunque las conclusiones puedan trasladarse al momento actual. Esto les da a los conflictos una dimensión atemporal. En cuestiones técnicas, pasa de una construcción cerrada a una construcción abierta, a un escenario múltiple. También hay fragmentación en cuadros y secuencias, con rupturas temporales, y el recurso conocido como “fenómeno de inmersión”. Este consiste en un intento de incorporar al espectador, introduciéndolo en el mundo interno del protagonista. Por ejemplo, en su obra El tragaluz, el espectador oye, al igual que el personaje Vicente, el sonido recurrente de un tren que atormenta su conciencia. Vicente se había llevado en un tren las provisiones familiares al terminar la Guerra Civil, lo que supuso la muerte de su hermana pequeña. Otros títulos de esta etapa son Un soñador para el pueblo, sobre el ministro ilustrado Esquilache; El sueño de la razón, sobre Goya; y Las meninas, sobre Velázquez.

Tercera Etapa: Intensificación de la Inmersión

En una tercera etapa, intensifica rasgos de la anterior, como los efectos de inmersión. Destaca La Fundación, en la que un personaje, Tomás, cree hallarse en una cómoda habitación de un centro de investigación, pero poco a poco va descubriendo (junto al lector, ya que el escenario se va transformando) que se encuentra en una cárcel. En esta obra se plantean los temas del compromiso y sus consecuencias, la pena de muerte y la confusión entre ilusión y realidad.

La Renovación del Teatro: El Teatro Independiente

A finales de los años 60, el teatro universitario se transformó en lo que se denominaría teatro independiente. La independencia del teatro suponía el rechazo del espectáculo conservador, mediante la creación de una estética peculiar y un intento de autofinanciación.

Pioneros del Teatro Independiente

En esta orientación fueron pioneros L’Escola Dramática Adriá Gual, fundada en 1960 con la participación de Ricard Salvat, y los miembros del grupo catalán Els Joglars, encabezado por Albert Boadella, creadores de un teatro del silencio que potencia la expresión corporal. A finales de los 70, el grupo se transformó en compañía profesional e incorporó la palabra.

Grupos Destacados en Barcelona

En Barcelona destacan también Els Comediants, encabezados por Joan Font, con sus grandiosos espectáculos de animación desarrollados preferentemente en la calle. Toman como base la fiesta tradicional catalana e incorporan otros elementos escénicos: zancos, dragones, estandartes, fuegos de artificio y música. Otros grupos catalanes son El Tricicle y La Fura dels Baus. Estos últimos, que montaron sus espectáculos en grandes naves, incluyen la violencia y la provocación. Realizaron la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona. Otros espectáculos suyos fueron Simbiosis, El martirio de San Sebastián y Fausto.

El Teatro Independiente en Madrid y Otras Regiones

En Madrid, en los inicios del teatro independiente, fue importante el TEM (Teatro Estudio de Madrid), bajo la dirección de Miguel Narros, quien introdujo en España el método Stanislavski (un ruso creador de un sistema con una serie de actividades actorales destinadas a construir física y psíquicamente el personaje). Este grupo evolucionó hacia el TEI (Teatro Experimental Independiente). Además, debe citarse, entre otros, el grupo Tábano, imbuido de las teorías del teatro de la crueldad. En el resto de España, cabe mencionar La Cuadra de Sevilla, El Teatro de Cámara de Zaragoza y El Teatro Circo de Galicia.

Evolución y Consolidación del Teatro Independiente

Hacia finales de los años 70, se impuso el teatro de calle, en el que disminuyen los elementos verbales en beneficio de los paraverbales (gestos, música, ruidos…). Superada la transición política, se produjo la progresiva desaparición de este tipo de teatro. El poder público subvencionó a grupos de trabajo estables con programas de actuación a largo plazo, y los grupos independientes buscaron mayor formación, comenzaron a cuidar su producción hasta el detalle y se integraron paulatinamente en los sistemas habituales de promoción.