Rutinas de Azarías en Los Santos Inocentes: Un Retrato Impresionista de la Vida Rural

El Mundo Rural de Azarías en *Los Santos Inocentes*

La Cotidianidad del Personaje

Nos encontramos ante un texto de carácter descriptivo, donde se nos presentan las tareas que ocupan a Azarías cotidianamente en el cortijo. Para presentarnos las rutinas del personaje, Delibes ha utilizado una técnica que podríamos calificar de impresionista, pues mediante la acumulación de elementos, la profusión de acciones y detalles yuxtapuestos, nos acerca a la figura del protagonista indiscutible de Los Santos Inocentes.

El Lenguaje como Reflejo del Entorno

El léxico utilizado por el autor es básico para aproximarnos al espacio donde transcurre la vida (el cortijo), con elementos y acciones propias de este lugar. De esta manera, observamos cómo los lexemas se organizan en torno al eje semántico que podríamos denominar “animales del cortijo”, tales como:

  • Perros: perdiguero, setter, zorreros, mastín
  • Aves: pavo, búho, perdices, pitorras, tórtolas, gangas (agrupadas estas últimas en torno a “piezas de caza”), milana

También son numerosos los términos que hacen referencia a:

  • Lugares del cortijo: el encinar, el tajuelo, el zaguán, los aseladeros
  • Vegetación:
    • Zona agreste: el encinar
    • Zona habitada: los geranios, el sauce
  • Actividades de Azarías: lustrar el automóvil (único signo de modernidad y tecnología que aparece en el texto), desenroscar los tapones, rascar la gallinaza, regar, adecentar el tabuco del búho, desplumar los pájaros… ordenadas según se van desarrollando a lo largo del día, pero con un claro mensaje de rutina, de repetición sistemática.

La Naturaleza como Espejo del Personaje

Tanta profusión de animales y lugares nos ubican en un espacio poco sofisticado o artificial, donde nuestro protagonista se mueve con naturalidad y seguridad. La presencia de la naturaleza hace que vinculemos claramente la esencia del personaje con el contexto en el que vive. Por el contrario, cuando aparece el automóvil, al comienzo del fragmento, no hace sino establecer un claro contraste con lo que viene después, y el “trabajo” que sobre él desarrolla Azarías es totalmente absurdo e improductivo. Esta vinculación con el medio hace que incluso se caracterice al inocente con ciertos rasgos animalizados (está rutando todo el día, y como masticando la nada).

Recursos Literarios: Sustantivos, Adjetivos y Verbos

En nuestro texto predominan los sustantivos: Delibes pretende presentar los elementos que configuran el cuadro objeto de la descripción, para lo cual hace referencia a un número significativo de nombres, la mayoría de carácter común y concreto. No son muy abundantes los adjetivos y por lo general suelen ir pospuestos al sustantivo que acompañan. El autor no da detalles recreándose en las descripciones, sino que la acumulación de objetos, lugares y animales crearán la sensación que anda buscando. En cualquier caso, llama la atención el uso del adjetivo antepuesto “desolado zaguán”, que insiste sobre la idea de precariedad y pobreza en que vive Azarías. De la misma manera, el tono lírico es especialmente significativo con el uso de la adjetivación envolvente que utiliza al final del fragmento: “redonda mirada amarilla”, buscando provocar una serie de sensaciones sobre la milana y la conexión envolvente con Azarías.

Hemos de hablar también del uso verbal que caracteriza el fragmento: observamos que en su mayoría están conjugados en pretérito imperfecto de indicativo. De esta manera, Delibes cuenta lo que el personaje hace todos los días, porque ya lo ha hecho antes. Es un tiempo claramente narrativo y que pretende ser una descripción más o menos objetiva de la realidad. Sin embargo, también descubrimos el uso de tiempos en subjuntivo (pretéritos imperfectos también) para expresar suposiciones, apreciaciones personales y no reales del protagonista.

Estructuras Sintácticas: La Sencillez de la Oralidad

Con relación a las estructuras sintácticas del texto, vemos cómo los periodos oracionales tienden a ser cortos, como breves trazos o pinceladas que vayan creando la imagen que pretende dibujarnos por acumulación. En este sentido, hemos de hablar del predominio de estructuras oracionales coordinadas, con una profusión del uso de la conjunción coordinante copulativa que produce una sensación de texto bien cohesionado y conectado, de vinculación intensa de un significativo número de elementos que, de otra manera, no tendrían mucho que ver entre sí. El mismo efecto ocurre con el uso de la conjunción coordinante disyuntiva “o”, que además de trabar más el texto, produce una clara sensación de oralidad y espontaneidad.

Conclusión: La Maestría de Delibes

En definitiva, nos encontramos ante un texto que consigue transmitir con la sencillez que sólo consigue un maestro, lo habitual, la cotidianeidad de Azarías. Mediante la aparente objetividad y naturalidad expresiva del fragmento, Delibes consigue que nos asomemos con delicadeza y simpatía a la cruda realidad del inocente.