V. Las Representaciones Teatrales en Italia: Géneros y Autores Menores
En la literatura romana no se habla de tragedias y comedias, sino de fabulae. La distinción entre unas formas dramáticas y otras se basa más bien en el origen del asunto tratado y en la caracterización de los personajes en escena. Distinguían así los siguientes tipos de fabulae:
- Fábula Palliata: es la comedia romana de tema griego. Se llama así porque los actores se cubrían con el pallium (himation) o manto griego.
- Fábula Togata: es la comedia romana sobre temas y personajes romanos. Los actores vestían con la toga.
- Fábula Crepidata o Coturnata: es la tragedia romana de tema griego. Se caracterizaba porque los actores usaban el coturno o bota alta, característica de los actores trágicos griegos.
- Fábula Praetexta: es la tragedia romana cuyo tema se basa en la leyenda o en la historia romana. Toma el nombre de la toga orlada que llevaban los hombres ilustres en Roma.
Los precursores del género teatral en Roma fueron, entre otros, Livio Andronico y Nevio, que escribían indistintamente ambos géneros. Será en el siglo II a. C. con Plauto y Terencio cuando los autores se especialicen en tragedia o en comedia.
Livio Andronico
Escribe su primera obra teatral en el 240 a. C. con la característica de que sus obras no se basan en las formas dramáticas itálicas, sino que es el resultado de la introducción en Roma de las técnicas teatrales griegas, aunque el ambiente podía ser griego o romano. Su producción teatral conocida consta de ocho tragedias y tres comedias.
Gneo Nevio
Es sobre todo autor de comedias, de las que se conservan unos treinta títulos. En cuanto a tragedias, Nevio establece una importante innovación: la praetexta, que se convertirá en la tragedia nacional romana.
Quinto Ennio
Al contrario que Nevio, que gustaba más de la comedia, es, sobre todo, un autor de tragedias cuyas obras están centradas en el ciclo troyano, que gustaba mucho en la época. También ensaya la tragedia nacional romana con una obra como Sabinae. A pesar de su extensa producción trágica (unas treinta tragedias), solo se han conservado los títulos de dos comedias suyas: Cupuncula (La taberna) y Pancratiastes (El luchador de Pancracio).
VI. La Comedia
La fábula palliata se inspira directamente en la Comedia Nueva ateniense que, con el tiempo, se fue adaptando cada vez más al gusto del público romano: las situaciones equívocas, los dobles sentidos, la parodia, etc. Se produjo, así, una romanización de la comedia que culmina cuando se ponen en escena tipos y costumbres de la vida cotidiana de Roma, dando origen a la fábula togata.
Al género de la palliata corresponde la mayoría de las obras dramáticas conservadas, pero su adaptación al mundo romano es total: se introducen situaciones nuevas y referencias a su momento histórico; usan también en una misma obra argumentos de distintos originales griegos e incluso escenas de autores distintos. Se documenta en las obras de Plauto y Terencio (siglos III-II a. C.), pero prácticamente dejó de escribirse y representarse en el siglo I a. C., por falta de público y por haberle ganado terreno el mimo, que llegó a ser tremendamente popular. Esta es la clave de la corta vida de la comedia en comparación con otros géneros también tomados de Grecia.
La fábula palliata tenía una estructura formal tomada de sus modelos griegos y, aunque no siempre encontramos la misma estructura, podemos distinguir en ella las siguientes partes:
- Didascalias: son obras de los gramáticos posteriores, en ellas se consignan el nombre del autor, título de la obra, datos sobre la fecha y circunstancias de su estreno. Igualmente se recoge el nombre de la obra griega utilizada como modelo y el de su autor. No siempre han existido o se han conservado; todas las obras de Terencio se nos han transmitido con su didascalia correspondiente, sin embargo la mayor parte de las comedias de Plauto carecen de ellas.
- Argumento: es un resumen de la obra realizado también por los gramáticos posteriores.
- Prólogo: exposición del argumento a cargo de un actor o de un personaje simbólico. Los prólogos de las comedias latinas son una magnífica fuente de información sobre el teatro del siglo II a. C. Los prólogos de Plauto son joviales, pretenden divertir y, además de su carácter expositivo, incluyen chistes y advertencias jocosas a los espectadores. Los prólogos de las comedias de Terencio tienen una mayor profundidad y contienen la réplica del autor a los ataques de que era objeto; dada la importancia de los prólogos en las obras de Terencio, volveremos sobre ellos al ocuparnos de su autor.
- Diálogo o diverbia: partes dialogadas en verso.
- Cántica: parte del texto de las comedias que se cantaba con acompañamiento de flauta. En el teatro de Plauto, como veremos más tarde, estas partes cantadas tienen un amplísimo desarrollo.