Conceptos Fundamentales en la Filosofía de Kant: Entendimiento, Razón y Libertad

Conceptos Fundamentales en la Filosofía de Kant

Entendimiento

El entendimiento es tratado en la Analítica Trascendental, la segunda parte de la Crítica de la Razón Pura (KrV). Se define como la capacidad de conceptualizar y juzgar el mundo fenoménico constituido por la sensibilidad. El entendimiento es el portador de las categorías, que son concebidas como conceptos puros y a priori del entendimiento que poseen una dimensión exclusivamente lógico-lingüística y que, aplicados al ámbito de la experiencia constituida (el fenómeno), nos permite emitir juicios.

Razón

La razón para Kant tiene dos usos fundamentales expuestos en la tercera parte de su Crítica a la Razón Pura (La Dialéctica Trascendental):

  • Uso lógico: uso legítimo en el que unifica juicios elaborados por el entendimiento en argumentos.
  • Uso puro: unifica los argumentos en ideas y, a partir de los materiales aportados por el mundo físico, engendra ideas metafísicas capaces de obtener el conocimiento de lo incondicionado, el Noúmeno.

Kant supone que estas ideas no pueden ser conocidas, lo que da paso a un giro con los planteamientos copernicanos, dotándole a la razón práctica de primacía sobre la teórica y proponiendo que el Noúmeno no puede ser objeto de conocimiento.

Dará lugar así a una nueva concepción de la filosofía, cuyo objetivo sea mejorar las condiciones de vida de los seres humanos.

Ilustración

Prescindiendo de otros conceptos de Ilustración, el término en Kant alude a una forma de proceder, a un mecanismo a través del cual se constituye la Razón como autónoma frente a cualquier forma de dogmatismo o de autoridad irracional. La Ilustración es, por tanto, un proceso por el que el ser humano procura su libertad. Por eso decimos que la Ilustración consiste en la realización de la autonomía de la Razón.

Minoría de Edad

La minoría de edad significa la incapacidad del ser humano de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. El ser humano es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él.

Libertad

Kant propone un estado permanente en vías de constitución cuyas normas se establezcan por la buena voluntad de las personas y de su moral. De esta se extrae como postulado inmediato la libertad, y se entiende como la capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según leyes dadas por su propia razón.

La razón teórica no puede demostrar su existencia y será la práctica la que diga que para que las personas tengan responsabilidad y conducta moral necesitan libertad y, por tanto, esta exista.

Uso Público y Privado

Hacer uso público de la Razón significa opinar, expresarse libremente en calidad de ciudadano; frente al uso privado de la Razón, que consiste en expresarse en calidad de funcionario o profesional. Kant apuesta por el primero de los usos y limita el segundo de ellos. Si la desobediencia o la expresión de opiniones pudieran poner en riesgo el marco institucional, es preferible abstenerse de ello. Y, claro está, si el funcionario o profesional integrado en una institución no acata o desaprueba lo ordenado, pone en evidencia y riesgo a la institución misma. Al limitar el segundo de los usos, se aproxima a la idea socrática de ley, en cuanto esta representa lo justo con independencia de sus administradores.

Ciudadano

El ciudadano es, únicamente, el habitante que puede ser juez o magistrado. Los primeros con duración ilimitada y los segundos con duración limitada, de manera que no pueden desempeñarse en el mismo cargo en dos oportunidades consecutivas.

Hombre

Kant deja al hombre a merced de una disociación: por un lado, el hombre es finito y habita en el mundo de los fenómenos, en el mundo de la necesidad; por otro, su pensamiento le lleva a pensar el noúmeno, el ámbito de la libertad, lo infinito, lo perfecto y a desear su realización. El sujeto humano queda definido desde su insociable sociabilidad.

Deber

El deber es “la necesidad de una acción por respeto a la ley”. Las acciones hechas por deber se hacen con independencia de su relación con nuestra felicidad o desdicha, y con independencia de la felicidad o desdicha de las personas queridas por nosotros. Se hacen porque la conciencia moral nos dicta que deben ser hechas.

Dignidad

La dignidad es el límite al ejercicio de la libertad.

Voluntad de todo el Pueblo

La voluntad es la facultad gracias a la cual podemos determinarnos (podemos determinar nuestra conducta) en virtud de principios. Es el “motor de la acción”. La voluntad humana puede ser determinada, además de por la razón, por la inclinación. Dado que la inclinación puede movernos a realizar una acción contraria al deber, en nuestro caso la ley moral tiene la forma de imperativo.