Evolución de la Novela Española: Desde el 98 Hasta la Actualidad

La Generación del 98

Cuatro obras coinciden en el rechazo al realismo decimonónico y en la angustia vital propia de toda época de crisis. Se impone la temática existencial, social y filosófica; preocupa más la situación del país que la mera perfección formal. Huyen del costumbrismo y la retórica antigua, por eso tienen un estilo sobrio, sencillo y natural. Hay otros temas: la preocupación por España y el de la historia. Los libros de viajes se cultivarán mucho y criticarán aspectos negativos de los pueblos con intención reformista (1917). Son comunes el uso de palabras tradicionales, la técnica impresionista y los diálogos densos que hacen pensar. Cuidan la expresión para conseguir belleza, minuciosidad, reflexión o rapidez.

  • Valle-Inclán: Evoluciona desde el modernismo de sus Sonatas hasta el expresionismo degradante de sus esperpentos, en los que deforma grotescamente la realidad con personajes fantoches, para retratar una sociedad.
  • Azorín: Sus novelas tienen mucho de ensayo y, en algunas, de autobiografía. Es el que más atención presta al paisaje y a los clásicos como Cervantes. Sus temas preferidos son la angustia por el paso del tiempo, el hastío y la angustia vital.
  • Unamuno: Son textos en los que cabe todo. El autor, más intelectual, busca la esencia en el paisaje y la historia anónima de sus gentes (la intrahistoria), la angustia vital y los conflictos religiosos.
  • Baroja: Suele agrupar sus novelas en trilogías y sus personajes buscan la felicidad que no encuentran, bien por su apatía o por las circunstancias.

La Generación del 14 (Novecentismo)

Integra intelectuales que están en las vanguardias y son más vitales que los del 98. También destacan en dos tendencias narrativas: la lírica y la intelectual.

  • En la novela lírica resalta Gabriel Miró, el gran poeta en prosa.
  • En la novela intelectual destaca Ramón Pérez de Ayala, muy crítico con su colegio de jesuitas.
  • También la novela humorística como la de Wenceslao Fernández Flórez.
  • La novela corta de Felipe Trigo.
  • A finales de los 30 se politiza y surgen los novelistas sociales.

Desde los 40 a los 70

En los 40 destaca la novela existencial, en los 50 el realismo social y en los 60 la novela experimental.

Los años 40

Son años difíciles de posguerra y de dictadura franquista, de aislamiento, pobreza y hambre. Se publica una novela dividida en buenos y malos, hasta que algunos escritores encuentran el enfoque existencial, forma de expresión del desconcierto, el desequilibrio de fuerzas y la angustia vital. En la novela existencial los temas predominantes son la soledad, la inadaptación, la frustración y la muerte. Los personajes son seres marginados y violentos, los espacios son limitados y se observa una preferencia por la primera persona.

Los años 50

Empieza una tímida apertura al exterior. Los autores encuentran en la novela social su instrumento para la denuncia. Hay dos tendencias de realismo social: el objetivismo y el realismo crítico. En las novelas de realismo social prima el personaje colectivo frente al del individuo. El lenguaje será claro y sencillo, con diálogos de estilo directo llenos de coloquialismos. El narrador utiliza el punto de vista de la tercera persona omnisciente. La estructura es sencilla, hay narración lineal con cuadros de situaciones cotidianas, y los espacios y tiempos reducidos.

Los años 60

Son los del desarrollo económico, el crecimiento del turismo y el cambio de mentalidad. Aumenta la emigración y la oposición al régimen franquista. La estructura es en secuencias, el punto de vista múltiple, el estilo indirecto libre y la segunda persona. El lenguaje es experimental y culto.

De los 70 a nuestros días

En los años 70 continúa escribiéndose novela experimental de estructura en secuencias, con ruptura temporal y punto de vista múltiple, con la técnica del contrapunto, con monólogo interior y digresiones de lenguaje culto y sintaxis compleja. Los excesos experimentales comenzaron a mitigarse ya antes de 1975 con autores como Torrente Ballester. Trata de una visión irónica y distante, temas personales, el erotismo, la infancia, etc.

En los años 80 y 90

Surgen un gran número de novelistas nuevos. No existe ahora una tendencia dominante, muy diferentes en estilo, temas y calidad.

  • La novela histórica: Intención paródica o de recreación del pasado.
  • La metanovela: Consiste en incluir la narración misma como centro de atención del relato y reflexionar sobre la creación novelística.
  • La novela intimista: Análisis psicológico de los personajes, femeninos, o propone historias amorosas.
  • La novela lírica: El proceso de un individuo en formación, su acceso a la experiencia.
  • La novela neorrealista: Situada en un espacio muy conocido, se puede incluir la generación X que se caracteriza por ofrecer una visión desencantada de la vida con protagonistas muy jóvenes y presencia de violencia.
  • La novela policíaca.
  • La novela de crítica política.

En la primera década del siglo XXI siguen las tendencias anteriores. Si acaso, se observa un auge del cuento. Uno de los mejores cultivadores del relato es Alberto Méndez. Los microrrelatos también tienen mucho éxito.

El Género Narrativo: La Novela

El género literario narrativo comprende varios subgéneros, entre los que se cuenta la novela. Un narrador desarrolla una historia que les suceden a unos personajes en un tiempo y espacio determinados. La novela es una narración extensa en prosa. Frente a la brevedad del cuento o la leyenda, la novela presenta un argumento complejo que puede incluir historias secundarias, y formalmente suele aparecer dividida en capítulos.

Elementos propios de la narración

  • El narrador: Es la voz que cuenta la historia y es tan imaginario como cualquiera de los personajes. El narrador puede enfocar la historia desde diferentes puntos:
    • Narrador interno: Participa en la historia viviéndola como protagonista o personaje secundario, y la historia es contada en primera persona.
    • Narrador externo: No participa en la historia que cuenta, el relato está contado desde fuera en tercera persona. Suele ser narrador omnisciente y subjetivo, ya que valora y comenta lo que narra y describe; y también puede ser narrador limitado y objetivo.
  • Diferentes niveles narrativos como: Narración enmarcada.