La Primera República Española (1873-1874)
Contexto Histórico: El Sexenio Democrático
La Primera República Española, efímera etapa política del Sexenio Democrático, se proclamó en febrero de 1873 y finalizó con un golpe de Estado en enero de 1874. Su breve existencia estuvo marcada por la inestabilidad política y social.
La Proclamación de la República
Tras la renuncia de Amadeo I de Saboya, las Cortes votaron la proclamación de la República el 11 de febrero de 1873 (258 votos a favor, 32 en contra). Estanislao Figueras, republicano federal, fue elegido presidente del gobierno, contando con el apoyo de su partido y algunos republicanos unitarios. Sin embargo, la mayoría de la cámara era monárquica, y su voto republicano fue una estrategia para ganar tiempo y preparar el retorno de los Borbones.
La República nació con escasas posibilidades de éxito, evidenciado por su aislamiento internacional. Ninguna potencia la reconoció, viéndola como un régimen revolucionario que amenazaba la estabilidad europea. A pesar de ello, fue recibida con entusiasmo por las clases populares, que esperaban cambios sociales.
- Los federales ocuparon corporaciones municipales y formaron Juntas revolucionarias.
- En Andalucía, un movimiento insurreccional buscaba la reforma agraria.
- El movimiento obrero demandaba reducción de jornada, aumento de salarios y un Estado federal.
No obstante, los dirigentes republicanos federales se alejaron de las aspiraciones revolucionarias de las bases. Priorizaron la legalidad, disolviendo Juntas y reprimiendo revueltas. Posteriormente, se convocaron elecciones a Cortes constituyentes, ganadas por los republicanos.
El Intento de Instauración de una República Federal
Las Cortes se reunieron el 1 de junio y proclamaron la República Democrática Federal el 7 de junio. Estanislao Figueras dimitió días después, siendo sustituido por Francisco Pi y Margall. Los objetivos del gobierno incluían:
- Elaboración de una constitución federal.
- Separación de la Iglesia y el Estado.
- Independencia de las colonias.
- Restauración de la disciplina militar.
- Aprobación de leyes sociales.
La breve duración del gobierno impidió el desarrollo de estas reformas.
Proyecto de Constitución Federal
En julio se presentó el proyecto de Constitución, que, aunque no llegó a debatirse, seguía la línea de la de 1869. Su principal novedad era la estructura federal del Estado, compuesto por 17 Estados (incluyendo Cuba), con tres niveles de poder: municipios, Estados regionales y Estado federal. Los Estados regionales tendrían autonomía, elaborando sus propias constituciones compatibles con la federal. Este modelo no centralista recogía tradiciones regionalistas, sentando precedentes para futuros nacionalismos.
Los Conflictos Armados
La Primera República enfrentó graves problemas:
- Insurrección carlista: En zonas sublevadas se articuló un embrión de Estado, con ayuntamientos y diputaciones organizados bajo principios forales, impulsando la lengua propia y las instituciones regionales.
- Guerra en Cuba (1868): Los gobiernos intentaron solucionar el problema cubano con el proyecto federal, considerando a Cuba y Puerto Rico como parte de la federación.
A estos conflictos se sumó el obstruccionismo de los partidos monárquicos y las divisiones internas entre los republicanos.
La Sublevación Cantonal
Este fue el conflicto más grave, generado por una mezcla de aspiraciones revolucionarias y la aplicación radical de la estructura federal. Se proclamaron cantones independientes con gobiernos autónomos y legislación propia. En julio, se proclamaron cantones en Cartagena, Sevilla, Cádiz, Granada, Málaga, Bailén, Tarifa, Algeciras, Castellón, Valencia, Alicante, Torrevieja, Almansa y Salamanca. Pi y Margall dimitió por oponerse a la represión militar, siendo sustituido por Nicolás Salmerón, quien inició acciones militares. Salmerón dimitió al negarse a firmar sentencias de muerte contra cantonalistas. Emilio Castelar asumió la presidencia, iniciando un giro a la derecha.
El Fin de la Experiencia Republicana
Desde septiembre de 1873, la República viró hacia el conservadurismo bajo Castelar, abandonando el federalismo y las reformas. Sin mayoría en las Cortes, Castelar suspendió las sesiones, gobernando autoritariamente y apoyando a los sectores conservadores. Figueras, Pi y Margall presentaron una moción de censura. El 3 de enero de 1874, Castelar fue derrotado. Manuel Pavía, capitán general, disolvió las Cortes. Un gobierno de unionistas y progresistas, encabezado por Serrano, intentó estabilizar un régimen republicano conservador, pero la solución alfonsina (el regreso de Alfonso XII) ya era la opción preferida. El pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto proclamó rey a Alfonso XII el 29 de diciembre de 1874. El manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas del Castillo, establecía un régimen conservador y católico que garantizaba el sistema liberal y el orden social.