El Pensamiento Cartesiano: Un Recorrido por la Duda Metódica y la Res Cogitans

El Racionalismo

Definición: Es un movimiento filosófico que se desarrolla en la Europa continental (no insular, como Inglaterra) durante los siglos XVII y XVIII. El racionalismo afirma que la herramienta más válida para el conocimiento verdadero es el uso de la razón. En nuestra mente se encuentran ideas. Conocemos ideas, no cosas. El racionalismo afirma la existencia de ideas innatas en la mente. Su máximo representante es René Descartes y sus obras más relevantes son El discurso del método y Meditaciones metafísicas.

Epistemología y Ontología de Descartes

La causa del conocimiento, según Descartes, no puede ser directamente la razón, sino su uso e intervención. Por ello, para no equivocarse, habrá que buscar un método axiomático e invariable como el de las matemáticas. En nuestra mente existen ideas innatas que emanan de la razón, como la capacidad de analizar, elaborar hipótesis, etc. La razón es universal. El método matemático es un método deductivo.

Descartes se pregunta: ¿Cómo podemos avanzar con seguridad en el conocimiento? ¿Cómo podemos evitar errores? La causa de los errores no puede ser la razón, por ser esta valiosa y eficaz, sino el uso de ésta.

La solución es utilizar un método seguro y riguroso como el de las matemáticas, deductivo, sin necesidad de recurrir a la experiencia, que es una fuente de engaños.

Descartes afirma que el saber es como un árbol cuyas raíces son la metafísica, el tronco la física y las ramas los saberes de la medicina, las matemáticas y la mecánica.

Finalmente, Descartes afirma que el saber es como un edificio, el cual ha de ser derribado y reconstruido con el nuevo método, desde sus cimientos. Pero, ¿qué es el método? El método es una serie de reglas fáciles y ciertas gracias a las cuales todos los que las observen exactamente no caerán en la equivocación (reglas para dirigir el espíritu).

El método debe ser ordenado, un ejercicio cotidiano que permita pensar ordenadamente, un conjunto de reglas de conocimiento práctico.

El método es la suma de intuición y deducción:

  • La intuición: Captación inmediata de verdades.
  • La deducción: Las intuiciones simples se conectan entre sí mediante la deducción.

El método ha de tener cuatro reglas. Las dos primeras pertenecen a la intuición (evidencia y análisis). Las dos siguientes pertenecen a la deducción (síntesis y recuento):

  • Evidencia: Admitir como verdadero sólo lo evidente a nuestra razón como claro y distinto. En ello hay que evitar precipitarse. Es la pura acción intuitiva.
  • Análisis: Dividir las ideas complejas en las partes más simples.
  • Síntesis: Conducir por orden los pensamientos, de los más simples a los más complejos; sintetizar el análisis anterior, reconstruir el orden.
  • Recuento: Revisar todo el proceso para estar seguros de no haber omitido nada.

Una vez realizadas todas estas reglas, se llega a lo que se pretendía demostrar.

Dichas reglas metódicas han de ser aplicadas para que tengan validez. La aplicación de la regla de la evidencia implica dudar de todos los conocimientos para encontrar una verdad indubitable que sirva de fundamento del saber.

La duda ha de ser parte del método de conocimiento, ha de ser deliberada y voluntaria. Sin embargo, ha de ser provisional, un paso previo a lo verdadero. El método de la duda ha de ser universal y criticar incluso el principio de autoridad y la tradición. Además, es una duda teórica. Con la duda evitamos precipitarnos a afirmar cosas como verdaderas demasiado deprisa.

Para dudar debemos tener una serie de criterios. En primer lugar, debemos tener en cuenta que los sentidos nos engañan y no pueden ser la base de un conocimiento fiable. Si se puede dudar de algo, ya no es válido.

La razón también cae en errores si es mal usada. Incluso el método escolástico tiene errores. Se puede dudar de la realidad misma, pues siempre ha habido una confusión entre sueño y vigilia. El grado máximo de duda es la llamada “hipótesis del genio maligno”, según la cual la naturaleza de nuestra razón sería equivocarse y entonces nunca conoceríamos la verdad.

Descartes duda de todo excepto de una cosa: de que está dudando. Si está dudando, piensa, y si piensa, entonces existe. La primera verdad de la que está seguro es que existe. Esta primera verdad implica la existencia de un yo pensante diferente de la cosa. Descartes introduce entonces el concepto de subjetividad. De la duda se extrae que el dudar es una forma de pensamiento. El sujeto es un “yo” pensante que duda, afirma, pregunta, imagina… Es decir, lo que Descartes llamó “Res cogitans”. El ser humano es una sustancia pensante.

La sustancia pensante piensa ideas. Ésta es la explicación de la segunda idea del análisis. Las ideas son el contenido de mi pensamiento y pueden ser de tres tipos:

  • Adventicias: Provienen de los sentidos (el ruido, el calor…).
  • Innatas: Provienen de nuestra mente y emergen de la propia facultad de pensar. Son claras y distintas. Un buen ejemplo es la idea de perfección, que no proviene ni de mí ni del medio, pues ambos somos imperfectos; todo lo inmaterial en mí.
  • Facticias: Provienen de la imaginación.