La evolución política y social de la España sublevada
a) La organización provisional de la sublevación (julio-septiembre 1936)
Entre el 17 y el 21 de julio, las guarniciones se sublevaron apoyadas por miembros de la Guardia Civil y por los grupos paramilitares de Falange. El dirigente designado en cada localidad, secundado por fuerzas a su mando, detenía a los generales y a los oficiales leales, algunos de los cuales fueron fusilados. En algunas ocasiones se produjeron luchas entre los regimientos, tras lo cual se aseguraban la ocupación de los edificios y centros claves: cuarteles, estación de ferrocarril, edificio del Gobierno Civil y Telefónica. Se proclamaba el estado de guerra, dejando todo el poder en manos de los militares. La muerte del general Sanjurjo dejó a la insurrección sin un líder claro. El primer objetivo de los rebeldes era ganar la guerra, por ello, el orden y la disciplina se convirtieron en una exigencia absoluta. Se precisaba un mando unificado, y por eso el 24 de julio de 1936 tuvo lugar una reunión en Burgos de los generales insurrectos y algunos coroneles, donde se acordó crear la Junta de Defensa Nacional. Esta junta estaba presidida por el general Cabanellas e integrada, entre otros, por los generales Mola, Dávila y Ponte. Durante el mes de agosto se incorporaron más generales, como Franco. La junta aprobó algunos decretos que derogaron la legislación republicana en su territorio. Las primeras medidas que adoptó fueron de tipo represivo: se estableció el estado de guerra en todo el territorio, se suprimieron todas las libertades, se ilegalizaron todos los partidos y sindicatos del Frente Popular, siendo todos sus bienes incautados. Solamente Falange y los Requetés mantuvieron cierto margen de acción. Se estableció la censura y la detención de cargos políticos republicanos, además de otros arrestos y fusilamientos.
En materia económica, la Junta recibió importantes apoyos tanto de capitales como de material. Un gran pilar económico fue el catalanista Francesc Cambó, quien, aunque exiliado en Suiza, terminó por aportar generosas cantidades al bando nacional. Además, se publicó un decreto cancelando las medidas de la Reforma Agraria, y las tierras expropiadas fueron devueltas a sus anteriores propietarios. El control de la enseñanza fue devuelto a la Iglesia.
b) El mando único de Franco (septiembre-noviembre 1936)
El cerebro que planificó el golpe militar fue el general Emilio Mola, quien se había convertido en el jefe del Ejército del Norte. Queipo de Llano dominaba en el Sur y el general Franco en el de Marruecos. El objetivo de ambos ejércitos era dirigirse a Madrid y tomar la capital, pero esta resistió. Por ello, se decidió celebrar una reunión; los candidatos más destacados eran Mola y Franco. A este último le favorecían las circunstancias: fue él quien consiguió el apoyo de Alemania, con contactos directos con Hitler, y también de Italia. El día 29, sin estar Franco presente, se le otorgó el mando de las operaciones y se le nombró Generalísimo del Ejército. El 1 de octubre se anunciaba un bando para dar a conocer el acuerdo, en el cual se había introducido misteriosamente una cláusula por la que, además, se le nombraba Jefe del Gobierno y Jefe del Estado. Los demás generales se mostraron sorprendidos, pero no se atrevieron a decir nada. Franco se hacía con todos los resortes de poder dentro del bando nacional, convirtiéndose en un caudillo. Para asesorar al nuevo jefe del Estado, se creó una Junta Técnica de Estado que sustituía a la Junta de Defensa Nacional.
c) Hacia la unificación (la gestación del Partido Único, noviembre 1936 – abril de 1937)
En la zona controlada por los nacionales, además de atender a las necesidades de la guerra, fue necesario ordenar el Estado. Se estableció un nuevo Estado cuyos pilares básicos eran el ejército, Falange, los monárquicos ortodoxos, los carlistas y la Iglesia. El apoyo de estos grupos era esencial para el sostenimiento de la lucha en el bando nacional. Los problemas políticos empeoraron en la zona sublevada a fines de 1936: existía un mando militar poderoso, pero ninguna cohesión política.
Tendencias políticas en el bando sublevado:
Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (FE de las JONS) tenía a sus principales dirigentes presos en cárceles republicanas o muertos en los primeros días de la guerra civil. Entre los presos se encontraba el líder y fundador del partido, Primo de Rivera, quien murió en prisión. Su muerte dejó a Falange sin un líder claro. Franco no era el único que deseaba la desmovilización política de los falangistas; los monárquicos también pensaban lo mismo. Estos desconfiaban del poder de estas fuerzas paramilitares y esperaban el regreso de los Borbones.
La creación del partido único:
Franco comenzó a dar los primeros pasos para organizar un nuevo poder político unitario. Las cosas no eran fáciles de conseguir, porque tanto falangistas como carlistas querían actuar por su cuenta. Franco estaba dispuesto a terminar con la autonomía que disfrutaban dichos grupos en su régimen. El 20 de diciembre de 1936 se militarizaron por decreto las milicias, que tuvieron que someterse a la disciplina del ejército. Hedilla trataba de hacer de Falange un movimiento totalmente independiente del ejército, lo que significaba un enfrentamiento con Franco.
Los sucesos de Salamanca:
El 12 de abril, Franco convoca a los carlistas más propensos a la unificación y les cuenta lo del decreto con el que va a crear un solo partido. Hedilla recibe una carta de Franco con el texto de decreto de unificación y el discurso que el caudillo va a pronunciar. El día 19 Franco anuncio el decreto de unificación de la falange y el carlismo en un movimiento nacional bajo su propia dirección llamado FET y de las JONS. Hedilla se resistió y oso a desafiar a Franco con lo que acabo detenido y procesado. El nuevo partido quedaba bajo el mando directo del caudillo, se establecía una Junta Político y un Consejo Nacional.
d) La configuración del nuevo Estado. El primer Gobierno (abril 1937- 1939)
Franco había asegurado así el triunfo, se había erigido en dictador absoluto. De esta manera se instauraba una dictadura militar de carácter fascista. En pocos meses se había creado un Estado totalitario y Franco era su caudillo. L a tarea principal del nuevo gobierno fue la elaboración de una legislación profundamente reaccionaria que incluida aquellas medidas que todos compartían:
Políticamente: La ley de la Administración Central del Estado concentro en la figura de Franco los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. La Ley de Prensa estableció la censura en todo tipo de publicaciones y el control estatal de la prensa. En febrero de 1939 se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas por las que se designaba rebeldes a todos los que se hubieran enfrentado al Movimiento Nacional
En relación con la religión: El nuevo régimen estableció un estado confesional, es decir, el restablecimiento del catolicismo como religión oficial, volvieron las subvenciones estatales de la iglesia, se abolió el divorcio y el matrimonio civil, gran parte de la educación volvió a manos del clero, se establecía así lo que vino a denominarse el Nacional- catolicismo
En materia social: se aprobó el Fuero del Trabajo que recogía unos principios laborales generales, puso fin a la libertad social, se crearon las magistraturas del trabajo para resolver los conflictos laborales y se restablecieron los sindicatos verticales los únicos autorizados
En materia educativa: se reformaron los estudios de bachillerato.
Económicamente: los sublevados dominaban una buena parte de la producción agrícola aunque tenían necesidad de conquistar las zonas industriales. La economía se oriento de forma planificada hacia el esfuerzo de la guerra.
En lo financiero: el dirigismo anticipo de la autarquía, marco la línea fundamental de actuación del nuevo estado.