La Regeneración Política y su Fin (1910-1912)
Tras la destitución de Maura, el conde de Romanones presidió un breve gobierno liberal. En 1910, José Canalejas formó un nuevo gobierno liberal con un ambicioso programa de regeneración política. Buscando atraer a sectores populares, impulsó un mayor reformismo social y limitó el poder de la Iglesia. Algunas de sus medidas clave fueron:
- Reforma de la financiación de la Iglesia y profundización en la separación Iglesia-Estado.
- Ley del Candado: Limitó el establecimiento de nuevas órdenes religiosas.
- Sustitución del impuesto de consumos por un impuesto progresivo sobre la renta.
- Reforma de la Ley del Reclutamiento, suprimiendo la redención en metálico en tiempos de guerra.
- Promulgación de leyes para mejorar las condiciones laborales, incluyendo la regulación del trabajo femenino.
- Elaboración de la Ley de Mancomunidades para unir diputaciones provinciales y atraer al nacionalismo catalán.
El asesinato de Canalejas por un anarquista en noviembre de 1912 truncó este proceso reformista.
La Fase Convulsa (1913-1923)
Tras la muerte de Canalejas, se alternaron gobiernos liberales de Romanones y conservadores de Dato. Estos gobiernos, cercanos al rey y poco reformistas, se caracterizaron por su corta duración e inestabilidad.
La Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias
La neutralidad española durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) trajo una oportunidad económica, permitiendo la exportación de productos industriales y agrarios. Sin embargo, la inflación resultante y los insuficientes aumentos salariales provocaron un gran movimiento huelguístico. La sociedad se dividió entre partidarios de la Entente (izquierdas) y de los Imperios Centrales (derechas), división que se reflejó también en los partidos políticos.
La Crisis de 1917
La crisis de 1917 fue una convergencia de tres crisis simultáneas:
- La protesta militar: Las Juntas de Defensa, asociaciones de militares, reclamaron aumentos salariales y se opusieron a los ascensos por méritos de guerra. El gobierno cedió a sus demandas, convirtiéndolas en un grupo de presión.
- La crisis política: En respuesta a la clausura de las Cortes, se organizó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios que exigió un gobierno provisional y Cortes constituyentes. La convocatoria, prohibida por el gobierno, fue disuelta por la Guardia Civil.
- La huelga general revolucionaria: La UGT y el PSOE convocaron una huelga general para instaurar una república. La CNT no se sumó y la huelga, con escaso seguimiento, fue reprimida por el gobierno.
El Gobierno Nacional y la Degradación Política
El Gobierno Nacional de Maura, con participación de líderes dinásticos y catalanistas conservadores, fracasó en implementar reformas y contener la inflación. La inestabilidad política continuó, con gobiernos breves y la fragmentación de los partidos del turno.
Conflictividad Social y Violencia
Los años posteriores a la guerra fueron de gran conflictividad social, marcada por el paro, la inflación y la influencia de la revolución bolchevique. Barcelona fue epicentro de la violencia, con la huelga de La Canadiense y el enfrentamiento entre la CNT y los Sindicatos Libres. La represión del gobernador civil, general Martínez Anido, y la Ley de Fugas incrementaron la violencia. El grupo anarquista Solidarios asesinó a Eduardo Dato y al cardenal Soldevila.
El Trienio Bolchevique y la Guerra de Marruecos
En Andalucía, el llamado Trienio Bolchevique (1918-1921) vio revueltas campesinas por el hambre y las duras condiciones de vida. La conflictividad se extendió por toda España, aunque se calmó en 1922. Sin embargo, la guerra de Marruecos desestabilizó el sistema. El Desastre de Annual (1921), con más de 10.000 muertos del ejército español, generó una crisis política y militar. En este contexto, el 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado, poniendo fin al sistema de la Restauración.