Arte Medieval: Explorando Obras Maestras de la Historia

Corona Votiva de Recesvinto

Esta obra data del siglo VII d.C. y se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Está vinculada al monarca Recesvinto, cuyo nombre aparece inscrito en la propia corona con la frase “Recesvintus Rex Offeret”, que significa “Recesvinto ofrece”.

La corona, rica en metales y piedras preciosas, no era un objeto para ser llevado en la cabeza, sino una ofrenda que los monarcas entregaban a las iglesias.

Se trata de un cilindro de oro adornado con una abundante cantidad de piedras preciosas. Además de la pedrería, en el cilindro también se encuentra la inscripción mencionada, reforzando su carácter de ofrenda real.

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Iglesia de San Miguel de Escalada

Los cristianos que vivían en tierras musulmanas, conocidos como mozárabes, mantuvieron su religión y cultura a lo largo del tiempo. La arquitectura mozárabe se encuentra principalmente en el norte de la península ibérica, ya que, tras el dominio musulmán en el sur, muchos cristianos se instalaron en esa región. Este estilo arquitectónico se desarrolló entre los siglos IX y XI d.C.

La iglesia, ubicada en León, fue consagrada en 913. Tiene una planta basilical rectangular de tres naves dispuestas en forma de cruz latina, con la nave central más alta que las laterales. Las naves están separadas por arcos de herradura, cuya influencia proviene de la Mezquita de Córdoba. Estos arcos también se encuentran en los laterales de la iglesia y en los vanos geminados, enmarcados por alfices, y están construidos con piedra tallada en sillares.

En la planta, destaca un triple ábside con forma de herradura. Los arcos de herradura están presentes tanto en el interior como en el exterior, así como en la cabecera. En el interior, se puede ver un iconostasio y claristorios que permiten una buena iluminación natural. La cubierta es de madera a dos aguas.

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Beatos

En los monasterios, una actividad fundamental era la copia de libros. Muchos de estos textos se decoraban con miniaturas (ilustraciones pequeñas y detalladas). Uno de los libros más copiados era el Apocalipsis, junto con sus comentarios, especialmente a partir del siglo VIII d.C., cuando Beato de Liébana, un religioso, escribió el primer comentario sobre el Apocalipsis. Todas las copias de este comentario son conocidas como Beatos.

Se hacían tantas copias del Apocalipsis porque en los siglos VIII y IX d.C. muchos creían que el mundo terminaría en el año 1000, una creencia llamada milenarismo. Pensaban que era necesario interpretar los signos del fin del mundo para poder salvarse.

Los Beatos se destacan por sus ilustraciones coloridas, con fondos de bandas de colores y figuras de gran expresividad. Estas miniaturas no solo tenían un valor artístico, sino que también nos sirven como fuente documental para entender detalles arquitectónicos de obras que no han sobrevivido hasta nuestros días. Además, en los Beatos es posible encontrar representaciones de modelos de otras artes.

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Santa María del Naranco

El arte asturiano tiene tres periodos:

  • Periodo Prerramirense: Reinado de Alfonso II (siglos VIII al IX d.C.). Ejemplo: San Juan de los Prados.
  • Periodo Ramirense: Reinado de Ramiro I (siglo IX d.C.). Ejemplos: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.
  • Periodo Postramirense: Reinado de Alfonso III (siglos IX al X d.C.). Ejemplo: San Salvador de Valdediós.

Santa María del Naranco, ubicada en el Monte Naranco, en Oviedo, pertenece al periodo Ramirense del siglo IX d.C. Este conjunto palatino, no religioso, construido durante el reinado de Ramiro I, fue originalmente un aula regia (sala de mando o reuniones del rey) y más tarde se convirtió en iglesia. El edificio es rectangular y de dos plantas, con cubiertas de bóveda de cañón y arcos fajones que soportan el peso de la estructura, apoyados en ménsulas. El acceso a la planta superior se realiza a través de unas escaleras exteriores. En su exterior, destaca un arco peraltado con una arcada que funciona como mirador.

En cuanto a la decoración, presenta relieves en forma de rectángulos y medallones, adornados con la característica decoración sogueada o de cuerda, que rodea dos anillos. Los arcos fajones soportan el peso del edificio, mientras que en el exterior, los contrafuertes realizan esa función. La técnica constructiva combina sillarejo y mampostería. Los discos o medallones se utilizan como elementos decorativos, y las columnas sogueadas muestran un motivo que rodea el fuste como si fuera una soga. La cubierta es a dos aguas.

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Capilla Palatina de Aquisgrán

El arte carolingio, una manifestación del arte prerrománico, data del siglo IX. Su origen se sitúa en el coronamiento de Carlomagno el día de Navidad del año 800. Este arte representa el primer intento en Occidente de restaurar el Imperio Romano, pero bajo un claro signo cristiano.

La capilla fue construida en el año 805 d.C. para albergar las reliquias de los reyes carolingios y servir como sepultura del emperador. Su diseño busca recuperar el concepto de los antiguos martyria y mausoleos. Tiene una planta centralizada octogonal, inspirada en la Iglesia de San Vital en Rávena, con pilares macizos en los ángulos y un deambulatorio alrededor del féretro.

El interior cuenta con tres pisos de arcos de medio punto. En el nivel intermedio se encuentra una capilla palatina, destinada al uso del emperador. La cúpula descansa sobre un tambor y las bóvedas son de cañón, con formas circulares y semicirculares.

Se utilizaron mármol y mosaicos con representaciones de santos, adornados con dorados. Las columnas, reutilizadas de edificios de Rávena, son de estilo bizantino, con el famoso cimacio sobre los capiteles. Las dovelas de los arcos alternan en colores blanco y negro.

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Cátedra del Obispo Maximiano de Rávena y Pala D’Oro

Entre las obras bizantinas en marfil destaca la Cátedra del Obispo Maximiano de Rávena (siglo VI d.C.). Sobre una estructura de madera se colocaron placas de marfil con temas del Antiguo y del Nuevo Testamento.

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En la orfebrería bizantina destaca el Tesoro de la Iglesia de San Marcos, realizado en oro, plata, piedras preciosas, esmaltes y cristal. La Pala D’Oro es el retablo de la Iglesia de San Marcos. Desde el siglo XI d.C., surge una importante orfebrería en Bizancio. Los tejidos bizantinos también son relevantes, con gran influencia oriental.

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Iglesia de San Pantaleón

Este edificio en Colonia, fundado en 980 d.C., pertenece al arte otoniano, que recibe su nombre de Otón I. Este arte, del siglo X, sigue el legado arquitectónico de Carlomagno, caracterizándose por la solidez de sus construcciones.

Destaca la complejidad de las torres, que pueden ser cuadradas, hexagonales, octogonales o cilíndricas, hechas de piedra sólida. El “Westwerk” (entrada y torres) le da al edificio una apariencia de fortaleza. La decoración incluye los “Arquillos Lombardos”. La iglesia financió la obra, lo que explica su riqueza ornamental. Presenta un transepto y combina arcos ojivales y de medio punto para mayor estabilidad.