Exploración de la Filosofía de Kant: Alma, Conocimiento, Deber y Más

Alma

Kant considera el alma desde un doble enfoque. Desde el punto de vista metafísico, es una idea de la razón que, por estar más allá de los límites de la experiencia, no es posible conocer. Querer probar la libertad o la inmortalidad del alma por medios exclusivamente a priori es una empresa abocada al fracaso. Desde el punto de vista moral, el alma es un postulado de la razón práctica y, por tanto, un principio necesario para que pueda existir la moralidad. Desde esta perspectiva, el alma hace posible la libertad humana. Kant considera que el alma es inmortal porque los actos morales tienen una aspiración que trasciende la propia existencia.

Cosmopolitismo

Una de las aspiraciones de la filosofía kantiana fue la de intentar hacer del mundo una patria común. En Sobre la paz perpetua (1795), expone las bases para una sociedad mundial en la que todos los Estados constituyan un solo Estado que abrace finalmente a todos los pueblos sin guerras entre ellos. Kant consideraba, de forma similar a Hobbes, que el ser humano es por naturaleza insociable y violento. La insociabilidad impide la convivencia. De ahí la necesidad de formar sociedades y Estados en los que, a través de pactos, todos los contratantes resolvamos nuestras diferencias por vía pacífica.

Conocimiento

A juicio de Kant, no conocemos las cosas como son en sí, sino que el sujeto –cada uno de nosotros– construye, al menos en parte, el objeto de conocimiento a partir de los datos de la experiencia y de nuestras estructuras cognoscitivas. Podemos conocer el fenómeno –lo que aparece o se da en la experiencia–, pero no podemos conocer el noúmeno –la cosa en sí– porque está situado más allá de nuestra experiencia. No es posible el conocimiento sobre realidades de las que no tenemos experiencia (noúmenos o cosas en sí).

Deber

Kant distingue tres tipos de acciones: contrarias al deber, conformes al deber y por deber. Lo moral es actuar por deber sin pensar en las consecuencias (aunque estas pudieran ser negativas), sin temor a un castigo o por algún interés personal. Actuar por deber equivale a actuar según la buena voluntad. Actuar por deber es obrar de una determinada manera por respeto a una norma. El deber procede de la razón que, de acuerdo con Kant, es universal, ya que está presente en todos los hombres.

Dios

Una de las ideas de la razón que, por estar más allá de la experiencia, no tiene valor en el mundo de los fenómenos. Kant, aunque se declaró creyente, examinó los argumentos tradicionales sobre la existencia de Dios y los consideró incorrectos. No obstante, pensaba que la idea de Dios permitía que se identificaran el ser y el deber, la naturaleza y la ley moral.

Educación

“El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entiendo por educación los cuidados (sustento, manutención), la disciplina y la instrucción […] Únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. No es, sino lo que la educación le hace ser […] La educación es un arte, cuya práctica ha de ser perfeccionada por muchas generaciones […] es un arte, porque las disposiciones naturales del hombre no se desarrollan por sí mismas”. I. Kant: Pedagogía. Editorial Akal. Madrid, 1991 (pp. 29 y ss.)

En esta breve obra, Kant señala que la educación nos convierte en disciplinados, cultivados, prudentes y capaces de tener criterio. Advierte también que tanto los animales como el hombre pueden ser adiestrados. Pero no basta con esto. Lo que “importa, sobre todo, es que el niño aprenda a pensar”.

Entendimiento

Una de las facultades del conocimiento. De él se ocupa Kant en la Analítica Trascendental, donde se pregunta cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en física. El entendimiento nos proporciona los conceptos puros o categorías, que nos permiten comprender y juzgar.

Facultades del Conocimiento

Las facultades del conocimiento son niveles de actividad intelectual. Kant nos habla de tres: sensibilidad, entendimiento y razón. Si bien, en ocasiones, dice que son dos: la sensibilidad y el entendimiento.

Ilustración

Kant escribe que la Ilustración es la liberación del hombre de su “culpable incapacidad” por no servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esto no se debe a su falta de inteligencia, sino a su falta de decisión y de valor. A juicio de Kant, su época no era todavía una época ilustrada porque aún faltaba mucho para que los hombres estuvieran en disposición de servirse con seguridad y provecho de su razón, pero se había abierto el camino. El lema de la Ilustración era ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!